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Por David Cufré El explosivo crecimiento que experimentó la telefonía celular en los últimos dos años esconde algunos sinsabores para los usuarios. En numerosas oportunidades, aquellos que quisieron dar de baja el servicio se encontraron con que debían pagar un cargo adicional de hasta 240 pesos, sin que ello les fuera informado cuando contrataron la telefonía celular. La liga de consumidores Adecua recibió denuncias al respecto de sus asociados, que cuando fueron canalizadas a Movicom y Miniphone éstas aceptaron no cobrar ese cargo. En supermercados y concesionarios de automóviles suele haber promotores oficiales de las empresas de telefonía celular, que ofrecen al público el regalo de un aparato, a cambio de la compra en ese local. Sin embargo, el regalo tiene ciertas particularidades. En primer lugar, no se trata de una concesión lisa y llana, sino que el nuevo usuario debe firmar un contrato. En sus cláusulas se aclara que el cliente deberá entregar el equipo si decide cancelar el servicio. Por lo tanto, lo que aparecía como un regalo era, en rigor, un alquiler. La figura legal es lo que se conoce como comodato. Pero la cláusula más polémica es la que autoriza a las empresas a cobrar hasta 240 pesos si el usuario rescinde el contrato. Los casos que atendió Adecua fueron de personas que aseguran que los promotores no les aclararon sobre esa cláusula e, incluso, les dijeron que no tenían que pagar nada si en algún momento decidían dar de baja el servicio. Aunque están amparadas legalmente, Movicom y Miniphone adoptaron como política general no cobrar el cargo a los usuarios que protestan a través de Adecua u otras ligas de consumidores. En agosto de 1998, la Secretaría de Comunicaciones emitió una resolución al respecto. Allí se establece que las compañías tienen derecho a cobrar a los usuarios 240 pesos por cargo de conexión. Sin embargo, las empresas suelen bonificar ese cargo a los nuevos clientes, a fin de abaratar el costo de acceso al servicio. Pero en el contrato de adhesión advierten que, en caso de cancelación, el usuario deberá pagar el cargo bonificado al principio. Si la baja es en los primeros seis meses desde la firma del contrato, el cliente debe pagar 240 pesos, mientras que entre los seis meses y el año el cargo es de 120 pesos, y, pasado el año, las empresas no cobran nada. Ante las numerosas quejas por esta cláusula, que muchos clientes decían desconocer, las empresas están modificando su política comercial. Las ventas a través de comodatos son cada vez menos, dado que los usuarios en especial aquellos conquistados en supermercados y concesionarios de autos suelen tener problemas para pagar las facturas, puesto que el costo del servicio es superior a lo que imaginaban o a lo que están dispuestos a soportar. Además, con cerca de dos millones de abonados en la Capital Federal, el conurbano bonaerense y La Plata, el segmento de clientes potenciales se está achicando. La nueva estrategia es vender directamente los celulares sin costos administrativos ni contratos de alquiler, y las tarjetas recargables que permiten su utilización.
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