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 Desde el 20
de junio, en los vuelos internacionales de Aerolíneas Argentinas estará terminantemente
prohibido fumar. No habrá excepciones: ni para los pasajeros que lo hagan por placer ni
para quienes se aferran al faso para “achicar el pánico” al avión. La
compañía aérea terminó de sumarse así a la ola mundial antitabaco –ya fue
censurado el cigarrillo en los vuelos de cabotaje de Austral y Aerolíneas–, dado que
la mayoría de las empresas, sobre todo en Europa y los Estados Unidos, han eliminado los
asientos destinados a los fumadores. Alejandro Lottito, vocero de Aerolíneas, explicó a
Página/12 que en 1987 “el 50 por ciento del pasaje estaba reservado a los
fumadores”, mientras que en la actualidad “en los vuelos internacionales no
llega al 10 por ciento y por lo general los asientos quedan vacíos porque la gente elige
el sector no fumador”. Aerolíneas dijo en un comunicado que la medida obedece a la necesidad de “resguardar la salud de aquellos que no fuman y que en ambientes reducidos, como en el caso de la cabina de un avión, se veían obligados a hacerlo”. Lottito comentó que desde el 1º de enero de 1998, cuando se prohibió fumar en los vuelos internos, “no se ha recibido ni un solo reclamo de parte de los viajeros fumadores”. En cambio, “sí son frecuentes las quejas de los no fumadores, en pleno vuelo, cuando alguien enciende un cigarrillo, incluso aunque viaje en el sector habilitado para fumar”. Lottito recordó que desde hace unos años “está prohibido fumar en todos los vuelos, de cualquier empresa, mientras sobrevuelan el territorio de los Estados Unidos”. En el caso de Aerolíneas, esto ocurre actualmente en los aviones que van desde Miami hasta Nueva York. La prohibición incluye a los aeropuertos. Lottito relató el caso del aeropuerto de Singapur, “un lugar hermoso, que parece un jardín botánico por la cantidad de plantas que tiene”. Los fumadores deben refugiar su vicio, como si fueran parias, en “una especie de jaulita de vidrio”, aislados del resto del pasaje. Otra fuente de la empresa explicó cómo se actúa, en el caso de los pasajeros que infrinjan la norma. “El comandante del avión tiene autoridad policial e intentará persuadirlo para que acate la prohibición.” En los casos extremos se podría llegar a la situación de “invitarlo a abandonar el avión”, una vez que llegue a la siguiente escala. Hasta podría darse intervención a las autoridades policiales del lugar, de tratarse de un fumador empedernido y con mal genio. En Estados Unidos, la veda fue implantada en 1991. En las grandes compañías europeas como Air France, Alitalia o Lufthansa, todos los vuelos son para no fumadores. La modalidad, empezando por los vuelos de cabotaje, se ha ido instalando en la mayoría de los países del resto del mundo. Esto se enmarca en una campaña global antitabaco, que comprende todos los sitios de acceso público. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), unas cien mil personas mueren diariamente a causa de enfermedades cuyo desarrollo es inducido por el vicio de fumar. La medida fue apoyada por el licenciado Leonardo Daino, de la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (Lalcec). En diálogo con este diario, Daino recalcó que al cigarrillo “ya no hay quien pueda defenderlo”. Dijo que en la actualidad “la humanidad se está muriendo por problemas culturales, de conducta, y no por las bacterias, como ocurría hacia fines del siglo pasado”. Especificó que la gente muere “por tumores, enfermedades carviovasculares o cerebrovasculares provocadas por el cigarrillo, o de lo contrario muere por el consumo de drogas prohibidas o por los accidentes de tránsito”. Reclamó al Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) que “permita de una buena vez que en la Encuesta Permanente de Hogares se pueda preguntar cuántas son las personas que fuman dentro del núcleo familiar”, porque eso aportaría datos para mejorar la campaña nacional antitabaco. Daino, un ex fumador que desde hace varios años está enfermo de cáncer y “peleando con éxito” por su vida, impulsó la realización de campañas masivas “sobre todo entre los jóvenes”. Subrayó que en los últimos años “las chicas del secundario, desde los 14 años, están fumandomucho más que los varones y es necesario abrirles los ojos sobre el peligro que encarna el cigarrillo”.
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