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LOS PARTIDOS CHICOS GANARON EN ISRAEL
Un congreso atomizado

El triunfo avasallador del candidato laborista israelí Ehud Barak fue acompañado por una fragmentación del voto en el Parlamento, que dio la mayor ventaja al conjunto de los partidos religiosos. Ahora el país se pregunta cómo gobernará el nuevo premier israelí y los vecinos árabes cómo se reanimará el congelado proceso de paz con palestinos, sirios y libaneses.

Ultrareligión: el derechista Likud perdió votos a hacia los partidos ultrareligiosos, convertidos en el bloque más fuerte, y el laborismo hacia las organizaciones laicas.

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Un afiche hecho pedazos de la campaña del perdedor Netanyahu.
Su partido, el derechista Likud, perdió más que ninguno en el Parlamento.


El País de Madrid
Por Ferrán Sales Desde Jerusalén

t.gif (862 bytes) ”La atomización del Parlamento de Israel es un reflejo de su misma sociedad que, después de 51 años y a pesar de tener una religión común, ha sido incapaz de cohesionarse”, resumía ayer un comentarista de política local. La sangría de escaños que los dos partidos mayoritarios en Israel, Likud y Laborista, han sufrido en las elecciones legislativas celebradas el lunes, ha servido para regenerar al mismo tiempo a los partidos integristas judíos y las organizaciones rivales laicas.
Las dos formaciones más importantes del país han perdido conjuntamente 20 diputados –7 los laboristas y 13 el Likud– en una cámara compuesta por 120 escaños, mientras que el frente ultraortodoxo y los seculares lograron un avance total de 17 puestos. Los laboristas pasan de 34 a 27 escaños y el Likud retrocede de 32 a sólo 19. Laboristas y Likud han cedido estos escaños a sus extremos, por uno y otro lado.
Las campañas electorales ambiguas y descafeinadas del Likud y del laborismo no fueron del agrado de sus bases radicalizadas, que prefirieron entregar sus votos a formaciones adyacentes, pero más definidos ideológicamente. Mientras el partido Likud perdía votantes por la derecha, pasándose un sector del electorado a los partidos religiosos ultraortodoxos, especialmente el sefardí Shas, el Laborista se hundía por la izquierda, traspasando los votos y los escaños a las organizaciones laicas, como por ejemplo el renovado partido Sinui, que llevó a término una agresiva campaña contra los religiosos “haredim”, temerosos de Dios.
Los tres partidos ultrarreligiosos –Shas, Partido Nacional Religioso y Judaísmo Unificado de la Torah– se han convertido en su conjunto en el bloque más potente de la Cámara al sumar en total 27 escaños, cuatro más de los que las tres formaciones políticas poseían en la anterior legislatura. La fuerza de los religiosos sólo es comparable a la de los laboristas, que poseen en el Parlamento también 27 diputados.
El peso del sector opuesto al religioso, los laicos de izquierda y centro –Meretz, Sinui, Centro y Un Solo Pueblo–, con un total de 23 diputados han conseguido un avance espectacular desde sus 10 escaños anteriores. Otro avance importante, el de los dos partidos de los inmigrantes rusos –Israel Be Aliya, dirigido por el ex ministro de Comercio e Industria, Natan Sharansky, y el de Israel Beteinou, creado por Avig Liberman, asesor de Netanyahu– suman un total de 11 escaños, cuatro más que en el parlamento de 1996. Los beneficios de la derrota Likud y laborista alcanzaron a los partidos árabes –Hadash, Lista Arabe Unificada y Alianza Democrática Nacional–, que lograron 10 escaños, uno más que antes. La potenciación de estos 13 partidos minoritarios –sólo Shas tiene más de 10 escaños– y la pérdida de escaños de Likud y Laborista amenaza con convertir el Parlamento de Jerusalén en poco menos que un bazar, sobre todo si se tienen en cuenta las discrepancias existentes entre muchos de los partidos afines idelógicamente y que por naturaleza deberían trabajar en bloque.

 

Una agenda para la paz

La agenda política de Ehud Barak está repleta de citas. Es el resultado de sus compromisos políticos. Pero también es el saldo que dejó pendiente el ex primer ministro Benjamín Netanyahu.
ron2.gif (93 bytes)   Líbano. Ehud Barak se comprometió en la campaña electoral a devolver a casa a “los chicos” que se encuentran en misión militar en el sur del Líbano en la franja ocupada, en un plazo de un año desde su triunfo en las elecciones. En la madrugada de su victoria, el premier reiteró el compromiso, mientras en el norte la guerrilla integrista bombardeaba poblaciones israelíes.
ron2.gif (93 bytes)   Cumbre tripartita en Washington. De acuerdo con los últimos compromisos de Bill Clinton, la Casa Blanca apadrinará una nueva cumbre tripartita –Israel, EE.UU. y palestinos– en un plazo de seis meses para abordar todos los temas pendientes, incluida la declaración del Estado de Palestina –aplicación de Wye Plantation–.
ron2.gif (93 bytes)   Liberación de presos palestinos. La liberación de los presos palestinos, congelada por Benjamin Netanyahu el pasado mes de diciembre, provocó una nueva intifada, detenida después con nuevas promesas.
ron2.gif (93 bytes)   Aeropuerto de Gaza. Durante meses el gobierno israelí ha estado bloqueando la entrega a los palestinos del equipo que permitiría la autonomía del aeropuerto de Gaza.
ron2.gif (93 bytes)   La Casa de Oriente. El Tribunal Supremo de Jerusalén tiene orden de cerrar la sede principal de la OLP en la ciudad.

 

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