La final
anticipada de la Copa Libertadores comienza a jugarse esta noche en Núñez. Nadie da
crédito a que Cerro Porteño o Deportivo Cali puedan superar a River o Palmeiras. En esto
del fútbol, está claro, cualquier pronóstico roza lo absurdo pero el cliché de
final anticipada les cae justo a argentinos y brasileños. River va en busca
de su tercer torneo continental de la historia y Palmeiras por el primero en una época en
que los dos saben de halagos y también de crisis constantes. Desde las 21.40 juegan en el
Monumental con arbitraje del paraguayo Ubaldo Aquino y televisados en diferido por
Telefé.
Ni Ramón Díaz ni Luis Felipe Scolari confirmaron a sus titulares. No jugarán Ramos ni
Junior, ambos suspendidos. El riojano tiene en duda a Javier Netto por la lesión sufrida
en la práctica del lunes y evalúa si Cristian Castillo o Juan Pablo Angel son la mejor
compañía para el pequeño Saviola. Scolari juega al misterio. Palmeiras recién llegó
anoche a Buenos Aires, se irá hoy apenas termine el partido en otro vuelo charter,
evitando cualquier contacto con la prensa local y sobre todo para evitar la
presión de jugar en la Argentina, un lugar que no seduce al pragmático
Felipao. Las dudas del entrenador vienen de arrastre (ver aparte) pero depende
del esquema que decida utilizar. Si mantiene la formación básica jugará el talentoso
Alex. Si viene a buscar el punto y hasta una derrota por apenas un gol, entonces sacará a
su creador para meter a otro volante picapiedra y hasta es posible que desuna la dupla
ofensiva Oseas-Paulo Nunes poniendo a otro marcador.
La idea de River es ir a San Pablo con una buena renta, parecida a la que llevó a Liniers
cuando enfrentó a Vélez por los cuartos. Este año River jugó 12 partidos en su cancha
y sólo resignó un empate, ante Vélez, en la fase inicial de la Libertadores. Una
diferencia de dos goles parece el ideal para los argentinos aunque se sabe que los
papeles, en fútbol, son fácilmente combustibles. Del mismo modo, el empate o la derrota
por poco no debería encandilar a Palmeiras. En cuartos le ganó al
Corinthians agónicamente en los penales.
El partido tiene una lectura previa obvia: River al ataque, Palmeiras a esperar. River
metiendo presión de entrada y Palmeiras enfriando, tocando, cuidando la pelota. Hay
varias claves. Una es la gambeta de Saviola entre los gigantescos Cleber y Junior Baiano.
Otra es la movilidad de River para sacudir al fondo verde, otra son las pelotas paradas en
ambas áreas. River sufre el juego aéreo cuando defiende y Palmeiras tiene no sólo
magníficos tiradores sino también gente muy hábil en el cabezazo. Y una clave más es
el temperamento, que en instancias finales suele ser decisivo.
Los dos equipos tienen momentos similares. River está alejado de Boca en el Clausura pero
aún tiene chances ciertas de lograr el título. Palmeiras ganó la Mercosur 98, está con
posibilidades en el torneo estadual y en la Copa de Brasil. En la Libertadores, River
entró tercero en el Grupo 2, pasó los octavos en forma agónica, por penales, ante la
Liga ecuatoriana y después despachó a Vélez en cuartos. Palmeiras ganó el Grupo 3,
eliminó a Vasco en octavos empatando en San Pablo pero goleando en Río de Janeiro y
acaba de eliminar por penales a Corinthians.
Qué es y cómo juega este Palmeiras |
Por Darío Pignotti
Desde San Pablo
Palmeiras está donde quería, las semifinales de la Libertadores, una copa que le falta
en la vitrina. Por eso y porque Parmalat, su auspiciante desde 1992 y propietaria de los
pases más caros del equipo, quiere proyección continental de su producto. La semifinal
con River es prioridad en el esquema palmeirense, relegando los campeonatos brasileño y
(especialmente) paulista.
Por el torneo estadual perdió 5-1 el domingo 9 contra el San Pablo, en el que Raí
volvió después de nueve meses. Palmeiras jugó con medio equipo, preservándose para el
choque del miércoles 12 en el Morumbí frente al Corinthians, que definió por penales.
El pasado viernes 14, por la Copa Brasil, nuevamente con los titulares, fueron al
Maracaná para medirse contra el Flamengo de Romario (27 goles en el año) que viene
afilado, y perdieron 2-1. Paulo Nunes hizo el gol y se lo dedicó a Marcelinho Carioca, el
ídolo de Corinthians, quien anunció que torcerá por River. Finalmente, el último
domingo, por el estadual, venció 4-1 al modesto Inter de Limeira.
La nota del partido con Flamengo fue que quedó en el banco el armador y asistente Alex,
joven crack que ya ha convertido nueve goles en la temporada. Lo sustituyó Rogerio, un
volante con más aptitud defensiva. La Ecuación Maracaná podría repetirse
en River. Pero, cuidado: Luiz Felipe Scolari siempre tiene un as en la manga y guarda el
secreto de la formación hasta lo último. El domingo, contra el Inter Limeira, Scolari
preservó físicamente a los titulares. Sin embargo Alex jugó, mientras su posible
sustituto Rogerio no lo hizo. Pero en la cara y las declaraciones del técnico se
adivinaba la sensación de la tarea cumplida. Clasificó a la semifinales de la
Libertadores, sigue con óptimas chances en la brasileña, pues ahora serán locales
contra Flamengo, y todavía está en carrera por el paulista. Este domingo Scolari colocó
una formación de suplentes; los únicos titulares fueron Oseas, Júnior y Alex.
Palmeiras tiene equipo de sobra: nueve jugadores estuvieron o están convocados en la
selección brasileña; su formación es una de las más caras de Brasil. Luiz Felipe
Scolari, Felipao, se jacta de ser un ganador, ya tiene cinco campeonatos,
entre ellos una Libertadores con el Gremio. Este gaúcho no regala nada y poco le importa
cultivar el jogo bonito; es imaginable una táctica replegada en el partido de
ida con River. Un empate y hasta el 0-1 en el Monumental serían buenos resultados.
Posiblemente se plantarán con Paulo Nunes y Oseas como puntas y Zinho como volante. O
directamente con un solo delantero. Para administrar la salida cuentan con un mundialista,
el lateral paraguayo Arce, por derecha y la potencia de Júnior por izquierda. Pero
Júnior no jugará por expulsión contra Corinthians. César Sampaio pone oficio y
seguridad como volante retrasado. Rogerio, como se dijo, también puede estar entre los
11. Los centrales son dos torres: Júnior Baiano y Cléber. Alex es el dueño del medio
campo, Zinho completa la dupla de habilidosos recostado sobre izquierda, y eventualmente
jugando de punta. En contraataque y juego aéreo son de cuidar: así le hicieron cuatro al
Vasco da Gama en Río. El promedio de altura del equipo que pusieron contra Corinthians el
miércoles en el Morumbí era de 1,81m. Son peleadores y buenos anticipadores en medio
campo. El dribling a la carrera del rubiecito Paulo Nunes (campeón Libertadores con
Gremio 1995) se combina con Oseas, un tractor que va de 9 con un tranco peligroso. Ellos
son la carta ofensiva.
En las pelotas paradas tienen un elenco de expertos, desde Arce, el atleta de
Cristo Zinho, Alex y hasta Sampaio. Pero otros también patean.
Marcos, habitualmente arquero suplente, fue la estrella de los dos partidos contra
Corinthians, especialmente el primero. En la torcida verde ya lo beatificaron, San
Marcos. En el 2-0 del 5 de mayo contraCorinthians tapó todo, especialmente de
abajo, y es de reflejos rápidos: sabe responder a quemarropa sacando con las palmas y los
pies. De arriba no parece tan firme. En los penales del último miércoles le tapó uno al
corinthiano Vampeta. El viernes en el Maracaná le tapó otro a Romario, que luego se
desquitó, cambiando de pierna en plena corrida y convirtiendo el segundo de Flamengo.
Después de cada acierto, Marcos se encomienda con pasión religiosa al cielo. |
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