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Dieciséis años después de El retorno de Jedi, millones de fanáticos estadounidenses de La guerra de las galaxias verán hoy compensada su larga y ansiosa espera con el estreno de la nueva etapa de la mítica saga ideada por George Lucas. Los más impacientes montan guardia desde hace días en las puertas de los cines estadounidenses para asistir a las primeras sesiones de La amenaza fantasma, anticipada como una de las películas más taquilleras de la historia, pese al tenue recibimiento de la crítica especializada. Mis números son 300 millones de dólares para el 2 de junio y 1,5 miles de millones en todo el mundo, pronosticó al Daily Variety el presidente de los estudios Disney, Joe Roth, al término de una proyección benéfica del film, distribuido por Twentieth Century Fox. En la Argentina, el estreno será el mes que viene. Lucas ha anunciado que filmará una quinta y una sexta parte, en los próximos cuatro años. Aunque las predicciones de recaudación serían insuficientes para batir el récord establecido el año pasado por Titanic con 1,8 miles de millones de dólares, La amenaza fantasma tiene otras oportunidades de entrar en los anales de la historia hollywoodense, desde los primeros días de su invasión en 2500 salas estadounidenses. El primer reto de la aventura con la que Lucas regresa a la dirección por primera vez desde el film que inauguró esta leyenda hace 22 años, es el record de ingresos estadounidenses para un fin de semana de estreno, en poder de los dinosaurios de El mundo perdido (Steven Spielberg) desde 1997, con más de 90 millones de dólares. El cineasta, que puso de su propio bolsillo los 115 millones necesarios para la producción de Episodio I, intentó calmar la expectación creada por una intensa campaña de promoción en una reciente proyección de prensa. Es sólo una película (...) una película para niños de 12 años, dijo. Para muchos adultos, sin embargo, esta nueva etapa de la saga galáctica es un acontecimiento que no desean perderse por nada del mundo, como demuestra un sondeo de la revista Newsweek, según el cual un 33 por ciento de los estadounidenses mayores de 16 años unos 83 millones planea ir a verla. Algunas cadenas de cines comenzaron sus funciones a las 0.01 de hoy, y las predicciones hablan de un feriado virtual. La amenaza fantasma es el primer capítulo de una nueva trilogía que retrocede una generación respecto de La guerra de las galaxias, El imperio contraataca y El retorno del Jedi, para narrar el ascenso al poder del aprendiz de caballero Jedi Anakin Skywalker y su caída en desgracia y conversión en Darth Vader. Gracias a las nuevas tecnologías desarrolladas por los magos de su empresa Industrial Light and Magic, puntera en el ámbito de los efectos especiales, Lucas pudo finalmente plasmar en este episodio el universo que tenía en mente desde 1977. Estaba muy frustrado cuando hice la primera serie, porque tenía un mundo que nunca podía obtener en película, dijo. Era técnicamente imposible. Estaba atrapado en criaturas con máscaras de goma que no se podían mover mucho, con decorados que limitaban enormemente lo que podía hacer. Después de rodar 65 días en exteriores con actores, entre ellos Liam Neeson, Ewar McGregor, Natalie Portman y el niño Jake Lloyd, George Lucas modificó o creó el 95 por ciento de los fotogramas de la película en el proceso de edición, durante el cual agregó los cientos de criaturas, naves espaciales y tres nuevos planetas diseñados por computadora. La amenaza..., filmada en su mayoría con las nuevas tecnologías digitales, contiene así un número sin precedentes de efectos especiales, unos 2200, cuatro veces más que una superproducción como Titanic. Pese a reconocer los logros técnicos, hasta el momento los críticos se han mostrado menos entusiastas que la gente con La amenaza fantasma, que según el Los Angeles Times es mucho menos impresionante que toda la genuflexión que la acompaña podría haberle hecho creer. Lucas no parece preocupado. La mayoría de mis películas recibió malas críticas, destacó, con la confianza que le otorgan los dos mil millones de ingresos de taquilla y los 4 mil millones en ventas de productos asociados que acumula la primera trilogía.
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