 “Trabajo,
justicia, educación y salud para todos” fue la consigna que ayer reunió a miles de
personas en la Plaza de Mayo, para reclamar la anulación total del tijeretazo que sufrió
el presupuesto nacional. Estudiantes y profesores universitarios de todo el país,
docentes de escuelas públicas y privadas, jubilados y pensionados, empleados estatales,
trabajadores agropecuarios, camioneros y colectiveros, entre otros, marcharon desde el
Congreso hasta frente a la Casa Rosada, convocados por una mesa de enlace social integrada
por gremios opositores al Gobierno y a la CGT. “Si quieren recortar, recórtenle al
privilegio, pero paren con la gente, porque la gente no da más”, exigió, desde el
escenario, Pablo Javkin, titular de la Federación Universitaria Argentina. Para los
organizadores hubo más de 20 mil personas; para la Policía, cerca de 12 mil.
“Algunos nos preguntan cuándo vamos a parar. ¿Por qué no le preguntan al Gobierno
cuándo va a parar? –siguió Javkin, el último orador de una protesta en la que
sólo hablaron los universitarios–. En la semana que pasó desde que llenamos esta
plaza, se conocieron hechos que nos obligaron a volver: el asesinato de un periodista y
los millones de pesos que se destinan a las jubilaciones de privilegio”, agregó ante
una plaza que reunió a gente de Cuyo, Ushuaia, Córdoba, Santa Fe, Neuquén, Chaco y
muchas otras regiones del país. “Ganar las calles para decir basta”, fue el
título de un documento común que presentaron la Central de Trabajadores Argentinos
(CTA), la Federación Universitaria Argentina (FUA), el Movimiento de Trabajadores
Argentinos (MTA), la Federación Agraria Argentina (FAA) y la Corriente Clasista y
Combativa (CCC), junto a sectores como jubilados, mujeres agropecuarias y docentes de la
Conadu.
En un escenario improvisado sobre el remolque de un camión estacionado sobre la plaza, al
borde de la Pirámide de Mayo, el titular de la FUBA, Gustavo Fernández Russo, leyó el
documento común: “Los estudiantes, docentes y no docentes, junto con la masiva
adhesión social, logramos un importante triunfo al haber frenado el recorte a la
educación. Desde ya no confiamos, mientras estén, ni en Menem, ni en Roque
Fernández”. Y continuó: “Decimos que hay que anular todo el recorte porque
éste no es más que la forma que tiene el Gobierno de descargar la crisis sobre los
sectores populares y responder a los compromisos con los organismos financieros
internacionales..., profundizando un modelo de exclusión social”. Antes que Russo,
habían hablado dos secretarios de la FUA, Raúl Sánchez y Rodolfo Kemps.
La concentración había empezado a las 16, en Plaza Congreso. “Menem, boludo,
recortate el c...”, coreaba un grupo impaciente por emprender la marcha hasta Plaza
de Mayo, a donde llegaría cerca de las 18. “Vinimos de todas las facultades de
Rosario en ocho micros”, decía Soledad, 22 años, estudiante de Comunicación.
Atrás y adelante, insignias de las federaciones estudiantiles de todo el país subrayaban
el carácter federal de la convocatoria. Bien juntos, temiendo perderse, marchaban nueve
alumnos de Ushuaia. “Somos pocos pero representamos a muchos”, advertían entre
risas. “Desde que comenzó el recorte, hicimos clases públicas y manifestaciones. La
presión para la marcha atrás no sólo la hizo la UBA”, explicaba Matías, 23, de la
Universidad de la Patagonia Austral.
La marcha recorrió Avenida de Mayo y fue encabezada por un cordón humano multisectorial.
“Así como los estudiantes recibimos un gran apoyo de la sociedad contra el recorte
educativo, ahora no vamos a tolerar que se siga ajustando en áreas como salud y
trabajo”, comentaba Javkin a Página/12, secundado por Hugo Yasky, de CTERA y CTA.
“Esta marcha anuncia la apertura de un nuevo espacio que estaba vacío: la unión
solidaria de distintos sectores afectados por la política oficial. Se vienen meses duros
y esta malla de solidaridad intentará que el ajuste sea lo menos gravoso para los
sectores populares”, dijo Yasky a este diario.
MENEM DIJO QUE LA UBA ES UN CENTRO DE
CORRUPCION
La vendetta contra Shuberoff
 “El centro de corrupción en materia
de educación está en la UBA”, declaró el presidente Carlos Menem, por la mañana.
“El Presidente está haciendo declaraciones irresponsables y, además, falsas”,
retrucó, por la tarde, el rector Oscar Shuberoff, en diálogo con Página/12. Ayer, el
oficialismo salió a cobrarle al radical Shuberoff el protagonismo que ganó en la
oposición al frustrado recorte presupuestario a la educación, con su advertencia de que
la UBA debería cerrar si se le restaban fondos.
El ataque no sólo provino del Poder Ejecutivo: el titular del bloque justicialista de
Diputados, Humberto Roggero, anunció que el rector deberá presentarse ante el Congreso
para declarar en relación con el manejo de fondos de la UBA y con virtuales
irregularidades administrativas. “Todo esto es parte de una vendetta política, de
una operación de venganza porque la universidad, junto con otros sectores de la sociedad,
logró un hecho inédito, que fue hacer dar marcha atrás a este gobierno”, aseguró
Shuberoff.
Desde Anillaco, y mientras una rueda de prensa lo consultaba acerca de la jubilación de
privilegio que cobra el ministro Erman González, Menem se despachó con que la
corrupción está instalada en la UBA, que de los 300 millones de su presupuesto no se
sabe “qué se hace con ellos” y que existen “denuncias hechas por desfalco
ante el Parlamento y los jueces pertinentes”. A su turno, Shuberoff dijo que no
existe ninguna denuncia por desfalco contra la universidad y que intimará a Menem para
que ratifique o rectifique sus dichos.
Las preguntas que los legisladores quieren formularle al rector de la UBA se vinculan con
dos informes, realizados por la Sindicatura General de la Nación (Sigen) y la Auditoría
General de la Nación (AGN). Las auditorías de ambos organismos detectaron diversas
irregularidades. “Roggero omitió decir que yo fui el único funcionario que el año
pasado se presentó en el Congreso para aclarar las formulaciones de la AGN”, dijo
Shuberoff, en referencia a la entrevista que tuvo en octubre pasado con la comisión
bicameral revisora de cuentas del Parlamento, de la que depende el organismo. Con respecto
al informe de la Sigen, el rector aseguró que, literalmente, “no existe”.
“El coordinador del área universitaria de la sindicatura, un señor de apellido
Lastiri, nos dijo que ese informe no existe. Es todo parte de la misma vendetta”,
insistió Shuberoff. La Sigen depende directamente del Poder Ejecutivo y se maneja con la
información que le elevan las auditorías internas de los diversos organismos (en este
caso, las universidades).
Voces |
| “La soberbia de Menem sólo puede frenarse
saliendo a la calle”, aseguró Carlos “Perro” Santillán. “La mesa de
enlace de todos los sectores se constituyó para resistir los intentos de ajuste de este
gobierno cipayo que sigue al pie de la letra los dictados del FMI”, dijo a
Página/12. 
La Conadu realizó ayer un paro de 24 horas. “El nivel
de acatamiento fue altísimo”, dijo Daniel Ricci, del gremio de la UBA.
“Logramos torcer el decreto de Menem contra la educación pública. Pero la amenaza
ahora se traslada a la salud”, dijo.
La manifestación contó con una nutrida columna del
Sindicato Argentino de Docentes Particulares. “Sin el subsidio del Estado nuestros
colegios se mueren”, se lamentó Emérita, de la filial Cañada de Gómez, Santa Fe.
La murga multicolor de la Unión de Trabajadores del Estado
hizo bailar a los empleados del Ministerio de Justicia. “El recorte que no pudieron
imponerle a la educación se va a extender sobre todos los demás sectores”, dijo
Adriana, de 48. Y Roberto, de la CTA, protestó: “Encima que tenemos que vivir con
300 pesos por mes, nos van a quitar más”.
“Nuestros derechos también están por el piso
–aseguró Tamara, jubilada de la Plaza Congreso–. Es que este país tiene un
problema: siempre favorece a los ricos”. Tito, de 70, pidió la palabra: “La
única manera de no hundirnos para siempre es que todo el pueblo salga a la calle”.
“Vinimos de Neuquén para que el decreto se derogue
totalmente. Aunque nosotros nos salvemos, no podemos permitir que el recorte afecte a los
aún más débiles”, dijo Víctor Medina, docente de la Universidad del Comahue.
“En Chaco hay muchos chicos que, aunque quisieran, no
podrían pagar una educación privada. Por ellos estamos acá”, dijo Orlando
Gutiérrez, estudiante de Ingeniería de 22 años.
El sector Interfacultades, opositor a la conducción del
movimiento estudiantil, marchó aparte. “Vamos a organizar un movimiento contra los
planes de ajuste de Shuberoff y de la Franja Morada”, aseguró Mariana, de 23, de la
Universidad de La Plata.
Mientras se hacía la protesta en Plaza de Mayo, la Juventud
Universitaria Peronista realizaba un escrache frente al Rectorado de la UBA.
“Queremos que Shuberoff explique en qué gasta el dinero”, expresó Mauricio
Giraudo, secretario general de la agrupación. |
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