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Por Raúl Dellatorre La Cámara de Diputados dio media sanción ayer a la ley antimonopolios, que castiga las prácticas comerciales y fusiones o absorciones de empresas que tengan como efecto limitar, restringir o distorsionar la libre competencia. La norma fue aprobada con el consenso de los distintos bloques, salvo cuando se votó la aplicación de la ley a los medios de comunicación. En ese momento, se rompió la armonía: tanto el bloque oficialista (PJ) como el opositor (Alianza) se dividieron, lo que arrojó como resultado el triunfo de la posición que exceptúa a los medios de los alcances de la ley por un estrecho margen de cuatro votos (65 a 61). La norma crea un Tribunal Nacional de Defensa de la Competencia, que será el encargado de aplicar y controlar el cumplimiento de la ley. Ante dicho organismo deberán notificarse las fusiones, adquisiciones y transferencias de empresas que impliquen la participación de la firma en una cuota igual o superior al 25 por ciento del mercado, o cuando cualquiera de los participantes en la operación registre una facturación superior a los 200 millones de pesos anuales localmente, o un volumen de negocios a nivel mundial superior a los 2500 millones de dólares. La ley va a tomar todos los casos líderes, incluso las compras de pequeñas unidades de negocios por grandes grupos económicos, comentó a Página/12 el diputado José Gabriel Dumón, miembro informante en el recinto por la Alianza. Dependerá de la rapidez con que la ley sea aprobada en el Senado que la operación de compra de YPF por Repsol quede comprendida dentro de esta norma, señaló. La ley quedaría promulgada ocho días después de que el Senado la vote, si no le introduce modificaciones. Y sería de aplicación inmediata sin necesidad de que se conforme previamente el Tribunal, según lo establece su propio texto, agregó Dumón. El punto que generó más polémica fue el referido a los medios. Según el texto aprobado, quedan exceptuados de la aplicación de la ley los medios de comunicación en lo que respecta a la irrestricta libertad de prensa e información. Quienes se opusieron a incluir este texto comentó un vocero del Frepaso señalaron que, si ésta era una ley para evitar prácticas monopólicas empresariales, no tenía sentido incluir una protección a la libertad de prensa, que está prevista en otras normas; los que votaron a favor entendieron que era necesario impedir que un tribunal, que va a depender del Ejecutivo, sea utilizado para perseguir a los medios. Pero en el texto del artículo que se llevó al recinto se eliminó un párrafo del proyecto original, que establecía que la excepción de la ley antimonopolios a los medios no sería procedente cuando se tratare de conductas o prácticas económicas que importen la obtención de ventajas que afecten la libre competencia. Los legisladores del oficialismo y la oposición quedaron conformes. Mantuvimos independencia del poder empresario, pese a que los lobbies pulularon por el Congreso durante todos estos días, refirió un legislador al abandonar la sala de sesiones. Las cámaras que agrupan a petroleros, medios de comunicación, supermercados y al comercio exterior fueron señalados como los más activos. Unos pedían que no saliera la ley, otros que saliera pero con determinado texto, confió el diputado. La norma votada también sanciona las concertaciones de precios de venta o de compra, y la venta de bienes por debajo de su costo, ítem que se consideran redactados particularmente para la comercialización de combustibles y para los hipermercados, respectivamente. Los legisladores también modificaron, en el recinto, el capítulo de las sanciones, quitándoles el carácter penal (prisión) a las mismas. Ahora, la sanción más fuerte es la suspensión de la actividad, con lo que impedimos que pudiera merecer cuestionamientos por inconstitucionalidad, apuntó Dumón.
ACUSACION AL CAMPO DE SER EVASOR POR
EXCELENCIA Por Julio Nudler
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