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Por Felipe Yapur Desde Pico Truncado, Santa Cruz  Néstor
Kirchner se prepara para conseguir una segunda reelección el próximo domingo en Santa
Cruz. Es el gobernador que más apoyó el proyecto Duhalde Presidente y por ello enfrenta
una extraña coalición –gracias a la alquimia de la Ley de Lemas– que tiene
como aliados a la Alianza y el menemismo. Pero esto no evita que el santacruceño también
se explaye en algunos detalles que debería tener el gobierno de Eduardo Duhalde en caso
de triunfar el próximo 24 de octubre.–Usted el domingo enfrenta a todos los adversarios del duhaldismo. –Así es, la Alianza UCR-Frepaso constituyó un lema que se llama La Convergencia, que va junto con la expresión menemista en Santa Cruz, que conduce el doctor Arturo Puricelli. Este se desempeña como el segundo de la empresa Aeropuertos 2000 y es el ex privatizador del Correo. Hoy trabajan juntos, ése es el perfil que deben estar visualizando los hombres del menemismo y la Alianza para la nueva Argentina. –¿Cómo cree que será el resultado del domingo? –Para saber quién gana hay que esperar el resultado de las urnas. Yo soy siempre prudente, humilde, digo que un voto es la gloria pero evidentemente la disputa del domingo tiene mucho que ver con la Argentina que estamos pidiendo. No la Argentina de la concentración política y económica. Es preciso darse cuenta de que hay otro país que muchas veces es el patio trasero de la nación, que es el caso de la Patagonia austral. Por suerte, Duhalde está entendiendo esta Argentina real y nosotros tenemos muchas esperanzas puestas en él. –Usted tiene puestas las esperanzas pero, ¿Duhalde podrá transformar el país? –Duhalde lo tiene que hacer porque la Argentina lo necesita, y no se puede seguir profundizando el modelo o seguir apretando lo que no se puede apretar. Primero debe resolver contradicciones serias que tiene el país porque la situación de exclusión social y empobrecimiento en las regiones periféricas es muy fuerte. Obviar este tema puede ser muy peligroso y es algo que esta cultura menemista que nos está gobernando no quiere entender y trata de tener sólo una Argentina ordenada institucionalmente, estable, pero sin gente. Y nosotros queremos una Argentina estable, pero con la gente adentro. –Pero Menem insiste con acciones de gobierno que parecen más dirigidas a perjudicar que a favorecer a Duhalde. Un ejemplo de ello es el recorte en la educación. –Es preciso dejar bien en claro que Duhalde no tiene nada que ver con Menem. Hay algunos sectores que tienen la vocación de asimilarlo a Duhalde con Menem para quitarle la posibilidad de ser una alternativa real para la Argentina. La etapa que condujo el presidente Menem debe terminar ordenadamente como corresponde el 10 de diciembre, pero éste ya no responde a las necesidades que tiene la Argentina hoy. Duhalde tiene que encarnar la Argentina federal, la que distribuya de manera diferente el ingreso, desconcentre su economía y promueva las inversiones en el interior. Si se sigue con este modelo menemista, vamos a tener situaciones de marginalidad muy grande y en algunos aspectos se va a ir asemejando a un modelo al estilo mexicano, en donde ya no hay partidos políticos sino incluidos y excluidos. –Por lo que usted dice, Menem no debería participar de la campaña. –Salvo que el doctor Menem entienda cuál es la respuesta que necesita la gente hoy. Pero más que hacer campaña debería dedicarse, a mi juicio y con el debido respeto, a gobernar hasta el 10 de diciembre. –¿A la hora de votar la gente podrá diferenciar que elige un peronismo diferente del menemismo? –El peronismo es movimiento no dogmático y absolutamente democrático, que en un determinado momento ganó con la conducción de Menem. Hoy no es así. Todos se encolumnan detrás de Duhalde, que expresa una realidad y una respuesta diferente para los temas importantes de la Argentina de hoy. Entonces el peronismo, con la capacidad transformadora que tiene, se prepara para resolver las contradicciones y los saldos que dejó esta administración. –Desde hace unos días Duhalde viene haciendo declaraciones respecto de la necesidad de tener otra actitud en lo referido al pago de los servicios de la deuda externa. ¿Si gana la presidencia piensan renegociar? –Acá hay que renegociar la deuda pero en bloque. Primero no hay que caer en el voluntarismo, que tuvo (Raúl) Alfonsín. Esto lo digo con todo respeto. El pidió una moratoria unilateral, lo hizo pero no alcanzó. Tampoco tenemos que tener una actitud de sumisión como la de Roque Fernández, que ataca el espíritu de todos los argentinos. Es preciso ser un país con todas las letras y para ello tenemos que negociar en el marco del Mercosur para poder tener la fuerza suficiente como para no perjudicar a los sectores más débiles. Así debe ser el gobierno que viene, es decir el gobierno de Duhalde.
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