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Por Mariana Carbajal ![]() En el país, todos los donantes deben responder un extenso cuestionario donde se les pregunta, entre otros aspectos, si han tenido aunque sea una vez relaciones homosexuales o con personas que hayan mantenido sexo con gays. A quien contesta afirmativamente, no se le recibe la sangre. Este interrogatorio se basaba en la resolución 702/93, que ayer fue modificada por el ministro Mazza. Ahora, los cuestionarios deberán estar orientados a detectar conductas de riesgo y no la identidad sexual del donante, señaló con euforia Rafael Freda, titular de Sigla. Y anunció que la organización promoverá en Onusida el debate para conseguir que se elimine la prohibición de donar sangre que rige para los homosexuales en todo el mundo, a la que consideró discriminatoria y carente de una justificación científica. En lugar de excluir permanentemente como donantes a los gays y bisexuales, la nueva norma de Medicina Transfusional impide dar sangre a los que tengan o hayan tenido relación sexual con alguien que tenga o haya tenido diagnóstico por infección de VIH-sida y a los que tengan antecedentes de promiscuidad sexual. Además, quedan inhabilitados como donantes en forma transitoria quienes dentro de los 12 meses precedentes hayan tenido antecedentes de tatuaje o exposición no estéril a sangre, perforación no estéril del lóbulo auricular o hayan estado en estrecho contacto con un individuo con hepatitis viral. La prohibición continúa para prostitutas y personas que hayan tenido sexo con ellas, entre otras restricciones. Según precisó el asesor de Mazza, Eduardo López, la modificación de la resolución 702/93 fue tomada teniendo en cuenta un dictamen emitido por especialistas de los programas nacionales de Sangre y de Lucha contra el Sida, del Ministerio de Salud. Sin embargo, el secretario de la AAHH descalificó la resolución del ministro. Tendría que haber consultado a especialistas en vez de tomar una medida para quedar bien políticamente, criticó Kohan, titular de los servicios de Hemoterapia del Hospital de Clínicas y del Instituto Fleming. Kohan opinó que la exclusión de homosexuales y bisexuales no responde a un criterio discriminatorio sino a recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud, y la Asociación Norteamericana de Bancos de Sangre. No es un capricho de un hemoterapeuta. Es una medida que apunta a proteger al receptor. La donación de sangre no es un derecho ni una obligación: se dona si se está en condiciones de hacerlo. Todos los estudios que se hacen para detectar si un donante es portador de alguna virosis asintomática, como el VIH-sida, son lo más seguros que pueden ser pero no de riesgo cero. Y hasta la fecha los homosexuales siguen siendo el grupo de mayor incidencia de esa enfermedad y de la hepatitis B y C, y en ambas existe un `período ventana, que puede extenderse hasta 6 meses, en el cual no se puede detectar si la persona está contaminada, sostuvo Kohan.
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