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Por Inés Tenewicki "Somos fantasmas que no aparecemos en televisión, pero existimos." Esta es la respuesta de la cantautora para niños María Teresa Corral a la animadora Reina Reech, quien hace pocos días vaticinó que el llamado género infantil en música está en vías de extinción. "A los chicos los engancha la música con ritmos pegadizos", afirmó Reech. "Hoy hay poco del género infantil que les pueda gustar, porque se trata de canciones que los tratan como tontitos." La respuesta a la productora de "Caramelito y vos" no se hizo esperar: Corral, reconocida compositora, autora de El rondó de la gallina, La murga y el picaflor, entre otros CD's, le recordó que la canción infantil goza de buena salud, ya que existe un movimiento creciente de intérpretes y creadores de prestigio que, entre otras cosas, esta temporada lanza por tercera vez su ciclo de recitales en el Centro Cultural General San Martín. Los fantasmas a los que aludía Corral son los artistas que se reunieron en el Momusi (Movimiento de Música para Niños), un circuito alternativo de músicos, autores, intérpretes y docentes dedicados a la creación y difusión de la música para niños que inició sus actividades en 1997. Este movimiento reúne a distintos grupos de buen nivel musical que, sin embargo, se encuentran excluidos del mercado masivo de la música para chicos debido, en parte, a su falta de presencia en los medios más masivos. Coordinadora del Momusi junto al actor Daniel Viola, María Teresa Corral destaca que la intención de este movimiento es la de "recuperar y ampliar el campo de acción, para que públicos más vastos accedan a mensajes musicales diversos". Los integrantes del Momusi son actualmente Los Musiqueros, Caracachumba, Sonsonando y 5 Encantando. Grupos con identidades y estéticas diferentes, que se decidieron a resolver en conjunto la falta de difusión y de circulación. El rock and roll, la canción tradicional, los ritmos folklóricos, la murga o el tango figuran dentro de un vasto repertorio que, en los recitales del Momusi, pueden combinarse con títeres, juegos de adivinanzas, cuadros humorísticos o expresión corporal. Algunos privilegian el tratamiento de la parte vocal; otros, la instrumental; unos ponen el énfasis en la elección o creación de las letras, otros en una concepción global que incluye otros recursos además de la música, o en los juegos de interacción con el público. Para Beba Raspo, de Sonsonando, la idea de nuclearse tiene que ver con ofrecer propuestas alternativas a las comerciales, para que el niño y la familia tengan una variedad amplia de opciones musicales a la hora de elegir. La integrante de Sonsonando -el conjunto responsable de los discos Canciones y Sonsonancias y Gira que gira-- agrega: "Si a los chicos no se les da opción, eligen lo que les resulta de más fácil acceso, que es lo que difunde la televisión. En realidad, no se los deja elegir". Todos lo definen como una tarea en equipo. Un trabajo mancomunado que sirve, según Florencia Steinhart (de Caracachumba), para generar espacios y que en ellos los chicos puedan tener acceso a materiales que de otra manera no tendrían. "Los grupos del Momusi compartimos la problemática que tiene que ver con la difusión, nuestra propuesta no es conocida, y juntos podemos más", agrega la artista de Caracachumba, el grupo que presenta el espectáculo Chumban los parches. Según Julio Calvo, de Los Musiqueros, "la lucha por buscar espacios es muy solitaria, y juntarnos es un estímulo para seguir adelante. Es como encontrar una sonrisa al lado". Este grupo, que lleva quince años tocando para niños, tuvo el premio ACE en 1997 en una terna que compartió con "Chiquititas" y "Dibu". "Después del premio, sin embargo, mientras Chiquititas vendía 200.000 discos, nosotros habremos vendido 2 o 3 más. La compensación económica es casi nula, por eso es importante juntar esfuerzos", dice Calvo. Otro signo de vitalidad del género infantil, contra la muerte anunciada por Reina Reech, es la realización del Cuarto Encuentro de la Canción Infantil Latinoamericana y del Caribe, que empieza el 20 de junio en Córdoba. Para este encuentro -cuya primera edición fue en Cuba en 1994-- se presentaron 28 propuestas de cantautores profesionales, actuarán aproximadamente 500 niños y se espera superar los 3000 participantes, con homenajes a María Elena Walsh, Leda Valladares y Violeta de Gainza.
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