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La edición de una serie de episodios de las andanzas de Bart y los suyos, tiene momentos memorables aunque escaso material inédito.
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Por Horacio Bernades  Con Los
Simpsons.Prohibido para TV, que acaba de salir a venta directa, el sello Gativideo
inaugura una serie dedicada a la familia amarilla de la tele. Cada entrega incluirá
cuatro episodios, redondeando un tiempo neto de alrededor de hora y media. Por un precio
de alrededor de $ 15 por cajita, el público se topará, de aquí en más, con Bart y los
suyos, en góndolas de hipermercados, cadenas de discos y grandes videoclubes. Para junio
se anuncia el segundo lanzamiento.El subtítulo de esta primera entrega es engañoso, ya que ninguno de los episodios incluidos estuvo prohibido nunca, ni acá ni allá. Hay, sí, uno que todavía no se emitió en Argentina (donde Los Simpson salen al aire por Telefé y, en cable, por el canal Fox). Se trata de Halloween Special IX, de la temporada más reciente. Entre los restantes, hay uno de la temporada ‘98, uno de la ‘97 y el restante, el más viejito de los cuatro, de la ‘94. Con esta recopilación ocurre lo que siempre en estos casos: el nivel no es absolutamente parejo. Pero lo que es seguro es que hay por lo menos dos episodios que están a la altura de los mejores (uno de ellos, el hasta ahora inédito).  Siguiendo un orden cronólogico, Abuelo vs. sexualidad inapropiada es aquel
episodio en que, ante el ultimátum dado por Marge, Homero decide tomar un tónico casero
fabricado por el abuelo para incrementar la potencia sexual, con resultados
sorprendentemente buenos. En una escalada típica de Matt Groening, luego de probar su
propia dosis y para mejorar de paso su situación económica, Homero decide asociarse con
el abuelo para vender el tónico por los caminos. Les va bárbaro. Tan bien que, en poco
tiempo, todos los hombres de la ciudad de Springfield se convierten en verdaderos
sementales. Al tiempo que sus hijos, preocupados por la situación, elaboran delirantes
teorías conspirativas, que incluyen la idea de que sus padres podrían ser vampiros
alienígenas (con música de Archivos X y todo). En Amantes por naturaleza, Homero y Marge se angustian al cumplir once años de casados, y deciden lanzarse a la ruta para ponerle un poco de adrenalina a su matrimonio. Terminan viajando en globo y haciendo un papelón, desnudos en público. La familia Cartridge, uno de los dos mejores episodios incluidos aquí, es otra de esas escaladas-Groening, que crecen sin parar, desde lo insignificante hasta lo apocalíptico. Todo empieza con un partido de fútbol entre las selecciones de México y Portugal, tan aburrido que el público (Homero y los suyos incluidos) decide enfrascarse en una monumental batalla campal, que degenerará enseguida en un estado de violencia incontrolada en toda la ciudad. Todos los vecinos comienzan a armarse, Homero se hace socio de la Asociación Nacional del Rifle y termina convertido en adicto a las armas, con resultados obviamente desastrosos para él y su familia. Teniendo en cuenta el rol que cumplen las armas en la violenta sociedad estadounidense, La familia Cartridge, llena de hallazgos, es un precioso ejemplo del carácter político que sabe tener, en sus momentos más inspirados, la pluma de Matt Groening. Halloween Special IX, el episodio hasta ahora inédito, es también el mejor de la colección.  Integrado por tres historias, funciona
como homenaje paródico a las películas de terror en episodios. La primera, “El
bisoñé diabólico”, es una tomadura de pelo (literalmente) a la reciente Poseídos.
Un feroz asesino es ejecutado y Homero se hace transplantar el cabello del tipo, sin saber
que a través de las raíces de la peluca se le infiltrará el espíritu criminal del
serial killer. En “Terror en Tiny Town”, Bart y Lisa son transportados dentro de
un programa de dibujitos animados de la tele, donde un gato y un ratón, versión
diabólica de Tom & Jerry, los correrán con una sierra eléctrica. En “Starship
Poopers”, a su turno, la pequeña Maggie resulta ser la hija que un horrible
pulpointergaláctico tuvo con Marge. Ella misma mutará a pulpito asesino y su padre
vendrá al rescate. Una ventaja de esta colección-video con respecto a las versiones televisivas es que, obviamente, acá no hay que soportar cortes comerciales. Pero a no hacerse falsas ilusiones, que también aquí los episodios vienen doblados al mexicano básico, con su habitual provisión de “órales”, “méndigos” y “chaparritos”. La felicidad nunca es perfecta.
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