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Con la Palma de Oro para Rosetta, la historia de una joven desocupada belga, se destronó sorpresivamente al favorito Pedro Almodóvar y su Todo sobre mi madre, que recibió de todos modos el premio a la mejor dirección y, además, los más fuertes aplausos en este festival. El film de los hermanos belgas Luc y Jean-Pierre Dardenne diluyó también las ilusiones de Tim Robbins y David Lynch, los otros realizadores que aspiraban a conseguir una Palma. Rosetta fue doblemente galardonada, pues obtuvo también el premio de interpretación femenina gracias a Emilie Dequenne, que comparte la distinción con la francesa Severine Caneele, esta última por el film L'humanité de Bruno Dumont. Una de las favoritas para este premio era Cecilia Roth, por su papel en Todo sobre mi madre. Rosetta es la historia desesperada de una joven por encontrar un puesto de trabajo y a través de él un lugar en el mundo. Esta película es a la vez retrato individual terriblemente duro en su autenticidad y una crónica descarnada de ese "cuarto mundo" del desempleo y la marginalización que las sociedades desarrolladas dejan en los bordes. La joven actriz Dequenne, de 18 años, construye en éste, su primer trabajo cinematográfico, un personaje punzante en su sencillez y dramatismo. Y quizá, si la película no hubiera sido proyectada el último día de la competición, hubiera figurado en la lista de actrices por las que se apostaba para el premio. "Soy humano y me hice ilusiones", dijo Almodóvar cuando fue abordado por la prensa luego de recibir el premio al mejor director. Pese a no haber ganado la Palma de Oro, el director español señaló que la distinción merecía dedicarse "a todo el equipo con el que compartí el rodaje". Y lamentó que Cecilia Roth no ganara como mejor actriz: "Ella estuvo maravillosa en mi película, pero en los festivales confluyen muchas actuaciones buenas para premiar", apuntó. La gran triunfadora de la noche, la película francesa L'humanité (La humanidad) de Dumont, también representó una sorpresa, con tres distinciones: Gran Premio del Jurado, segundo galardón más importante del Festival, premio a la mejor actriz compartido por Caneele, y premio a la interpretación masculina para Emmanuel Schotté, que desempeña el papel principal del film. L'Humanité cuenta la historia de un hombre simple, policía en una ciudad de provincia del norte de Francia, cuya sensibilidad hace que llore por el sufrimiento de las víctimas que encuentra en el marco de su tarea policial. El policía Pharaon de Winter (Emmanuel Schotté) mantiene con su vecina Dominó (Severine Caneele) una antigua amistad teñida de amor y forma con el novio de ésta, Joseph (Philippe Tullier), un trío vinculado por relaciones ambiguas. La película es de una lentitud desesperante; la cámara permanece fija durante larguísimos momentos. La trivialidad de los diálogos y el ritmo a escala natural en que se desarrollan, con grandes pausas entre cada frase, provocan en el espectador irritación y en algunos momentos risas inesperadas. Dumont declara que el efecto buscado es hacer que el espectador sienta "lo natural" como "aspecto visible de lo invisible" de la vida de la gente de una región, de unos personajes normales y de sus sentimientos humanos de amor, simpatía o culpa. Sin descartar una pizca de farsa. El film, ensalzado por unos pocos críticos, sumamente criticado por otros, fue muy mal recibido por el público. Al recibir la recompensa, Dumont agradeció "al jurado por tener la misma concepción que él de un cine poético". L'humanité es la segunda película de Bruno Dumont, después de La vie de Jesús.
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