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Por Javier Lorca Ahora que conseguimos el presupuesto tenemos que ponernos a usarlo. Ya queda poco espacio para la protesta, concluyó el rector de la UBA, Oscar Shuberoff, en diálogo con Página/12, anoche, cuando el Congreso ya había votado contra el tijeretazo. De ahora en más tendremos que dormir con un ojo abierto, pero es importante que la universidad vuelva a funcionar con normalidad, coincidió el decano de Psicología, Raúl Courel. No obstante, hasta última hora de ayer, la dinámica propia del movimiento estudiantil mantenía a los alumnos desconfiados y en pie de guerra. Las clases públicas sobre la calle continuarán y hoy habrá una manifestación en todo el país. Tras los anuncios oficiales de marcha atrás con el recorte a la educación y el voto también negativo del Congreso, las autoridades de la UBA sienten que ganaron una batalla, pero no la guerra. Una vez votada la derogación del ajuste, se tiene que cumplir el giro de los fondos. Desde febrero que el Gobierno no nos envía nada. Esperamos que esta vez cumpla, dijo a este diario el decano de Agronomía, Fernando Vilella. Nos vamos a poner a trabajar para llenar las aulas y los laboratorios, que es lo que el país necesita y lo que nosotros sabemos hacer, anunció un Shuberoff que se reconoció contento, pero cansado. La llamada al orden del rector y los decanos de su entorno es una mera prosecución de su estrategia de los últimos días. Después de una semana de intensa protesta cuando dijo que la UBA debería cerrar si se aplicaba el recorte, Shuberoff y las autoridades universitarias habían bajado los decibeles. Están expectantes, pero ya no llaman a la movilización como al principio había dicho un colaborador cercano al rector. Si los convocan, adhieren, pero no organizan. Toda la actividad está en manos de las federaciones estudiantiles y los gremios. Lo que esperaban era una garantía y la ley votada anoche por diputados y senadores los conforma. Estamos en la misma situación de hace 15 días aseguró el decano Vilella. Aunque no nos quiten los cien millones de pesos, sigue siendo un presupuesto insatisfactorio. Pero, al menos, llegamos a fin de año. La reacción es de alivio, porque se ha torcido una voluntad que iba en contra de la educación pública comentó Courel. Se movieron procesos sociales de una dimensión que nos sorprendieron a todos. La vuelta a la normalidad es otro proceso que debe producirse. Esperamos que se cumpla bien. Y agregó: Aunque todavía hay un estado de efervescencia y movilización muy grande. Por su lado, el decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Pablo Jacovkis, explicó: Después de la denuncia de las autoridades de la UBA, los estudiantes tomaron el protagonismo en la protesta y ahora depende de ellos saber cuándo terminará. Supongo que habrá un lento reflujo. Para los estudiantes, la protesta sigue. Hasta que no haya señales claras de que los fondos van a estar, nuestra lucha va a seguir. Con el aumento a los docentes también el Congreso votó una ley. Pero todavía no cobraron un peso, recordó Raúl Sánchez, secretario de la FUA. Hoy habrá marchas en las principales ciudades del país. En Buenos Aires, los estudiantes se juntarán a las 18 en Plaza Houssay para ir, primero, hacia el Palacio Pizzurno, al que llegarán cerca de las 19. Después, zarparán rumbo a Plaza de Mayo. Y el miércoles 19 habrá una manifestación nacional. Ya que Menem cedió una parte, ahora queremos que ceda todo, se entusiasmó la presidenta del centro estudiantil de Exactas, Laura Núnez Kniznik. Nuestra idea es no contraponer la lucha con el estudio. En Ingeniería y Filosofía y Letras estamos dictando clases normales, pero sobre la calle. Así, nos preparamos para mantener una lucha larga y sin perder el cuatrimestre, anunció Guillermo Rocha, de Ingeniería.
manifestacion estudiantil frente al
congreso Por Cecilia Sosa y Marina Caporale
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