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Por Maximiliano Montenegro Hace ocho meses que Paul Krugman, el economista más escuchado hoy en los mercados financieros del mundo, no concedía una entrevista a un medio argentino. Temía que una posible devaluación en Brasil arrastrara a la Convertibilidad, y se autoimpuso un medido silencio para no alentar a los especuladores. Ayer, accedió a un reportaje telefónico con Página/12 desde su oficina del MIT. ¿Qué opina de las declaraciones de George Soros acerca de que el peso está sobrevaluado? Entiendo lo que quiere decir Soros, y me parece razonable. Después de las devaluaciones en el Sudeste asiático y con la reciente devaluación del real, no hay duda de que el peso ha quedado sobrevaluado. En los últimos dos años Argentina ha tenido una leve deflación, pero esto no alcanzó para compensar el impacto que han tenido las devaluaciones en otros países, en especial en Brasil. ¿Por qué cree que Soros salió hablar del tema justo ahora? ¿El representa la visión generalizada de los inversores internacionales? No tengo inside information. La gente con la que suelo hablar no cree que Soros esté especulando contra el peso, pero ellos podrían estar equivocados. Yo creo que a Soros le gusta hablar a los periodistas, sintiéndose importante al hacer que la gente común conozca sus opiniones. ¿Usted cree que la economía argentina estará bajo presión en el futuro? Por supuesto. La economía argentina sufrirá un extenso período de sobrevaluación cambiaria y tendrán que hacerse grandes ajustes internos, en términos de empleo y salarios, para remontar esta situación. ¿No hay salida posible de la Convertibilidad en este momento? Sería muy complicado plantearse una salida ahora mismo. El momento para salir sería si las cosas se vuelven inmanejables, que no me parece que sea hoy el caso. O si, en cambio, la situación internacional fuera muy favorable. Actualmente, considerar una salida de la Convertibilidad probablemente desataría una reacción especulativa de los inversores contra el peso. ¿La recesión en Argentina se prolongará? La economía está sumergida en una recesión muy profunda. Y no parece que vaya a haber una salida a corto plazo. El desempleo naturalmente se va a disparar. ¿Brasil logró escapar de la crisis? Todo el mundo pensaba que, dada la historia brasileña, una devaluación sería el desastre. Pero esto resultó no ser cierto. Dejar caer el real era exactamente lo que necesitaban y la hiperinflación no reapareció. Obviamente, es una lección para Argentina. Si Brasil devaluó y no fue un desastre, ¿por qué la gente sigue pensando que si Argentina devaluara sería el caos? El problema con Argentina es que uno tendría que cambiar la ley (de Convertibilidad), lo que lleva tiempo. Esto significa que si uno quisiera devaluar tendría que soportar un largo período en el que habría mucha especulación en contra del peso. Desde el punto de vista de los fundamentos económicos, no hay tantos motivos para preocuparse. Si Brasil dejó flotar su moneda sin volver a la hiperinflación, también creo que podría hacerlo Argentina. Por eso me parece que es más que nada un problema instrumental. Si la ley fuera diferente, yo diría que el caso de Brasil es un muy buen argumento para dejar flotar el peso en Argentina. ¿Usted cree que la Convertibilidad puede durar 4 o 5 años más? Yo estaría muy sorprendido si persistiera tanto tiempo. Pero es muy difícil de saber, depende más de la voluntad política que exista para sostenerla. Le pregunto desde el punto de vista de un economista, no de un político. A esta altura el caso para dejar flotar el peso se hace cada vez más importante. Los políticos en Argentina parecen dispuestos a afrontar los costos, en términos de recesión y desempleo, que arroja la Convertibilidad. Pero si ellos entendieran que puede haber una forma incruenta de salir, el momento tal vez llegaría más rápido. Hoy es difícil hacer un pronóstico acerca de cuándo Argentina saldrá del tipo de cambio fijo. Tres o cuatro años atrás, usted estaba muy preocupado por las consecuencias sociales de la Convertibilidad (desempleo, pobreza) y veía difícil que pudiera sostenerse mucho tiempo más. ¿Sigue pensando que los aspectos negativos son mayores que los positivos? Tengo que reconocer que en los últimos años la Convertibilidad ha funcionando bastante mejor para Argentina de lo que hubiera esperado. Pero los problemas están resurgiendo de nuevo y esta vez con más fuerza todavía que durante el efecto Tequila. En el largo plazo, Argentina no debería tener su tipo de cambio fijo con el dólar, a menos que el país se resigne a vivir períodos cada vez más seguidos de recesión y estancamiento. De nuevo, la pregunta no es si Argentina saldrá del cambio fijo sino cuándo. ¿Qué opina de la opción de dolarizar la economía para evitar una corrida cambiaria? Si uno quiere defender la Convertibilidad para siempre, tal vez sería conveniente dolarizar. Pero yo no creo que la Convertibilidad deba ser para siempre, y por lo tanto estoy en contra de la dolarización. Odiaría ver que Argentina adopta el dólar a causa del pánico de una crisis. Además, en medio de la crisis no creo que haya mucha diferencia con la dolarización.
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