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Por Adrián H. Mouján Le presento mi renuncia para que no cargue sobre sus espaldas con los costos de una decisión política que tomé yo. El vicepresidente del organismo regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos, Arturo Puricelli, quiso ser elegante cuando hizo llegar su dimisión al presidente Carlos Menem. Pero no lo logró: la renuncia llegó varias horas después de que el Presidente se la reclamara. Menem levantó presión el domingo a la noche cuando haciendo su habitual sesión de zapping vio al gobernador Eduardo Duhalde celebrando junto a su colega Néstor Kirchner la reelección del santacruceño. La imagen de Duhalde festejando mientras Kirchner aseguraba: Le hemos ganado al menemismo y a la Alianza, enardeció al Presidente, quien algo tardíamente se dio por enterado de que Puricelli compitió en las elecciones como un sublema de la Alianza y lo sancionó con tarjeta roja. En las recientes elecciones a gobernador ganadas por peronistas Menem pudo sumarse al festejo. Así ocurrió con José Manuel de la Sota en Córdoba y Juan Carlos Romero en Salta. Pero el duhaldismo a ultranza de Kirchner le impidió hacerlo este domingo. Menem debió resignarse a verlo por TV y soportar que le cantaran es para Menem que lo mira por TV. Ayer descargó su enojo por la factura de Kirchner al contestarle que se trata de una falacia desleal. Nunca, jamás, estuve ni estaré en contra del justicialismo en Santa Cruz. No puedo creer semejante agravio, más aún como presidente del partido. Tras cartón, el primer mandatario registró recién ayer que Puricelli, un ex cafierista devenido menemista (ver recuadro), se había postulado en un sublema junto a la Alianza para intentar, sin éxito, destronar a Kirchner. Tras verificar la holgada derrota de Puricelli, Menem pretendió despegarse de él, afirmando que este señor no representó al justicialismo de la provincia de Santa Cruz y su actitud y la de quienes lo acompañaron debe ser condenada y sancionada por nuestro partido. Pero Duhalde ya le había ganado de mano, pidiendo una sanción a nivel partidario. No pueden seguir en el justicialismo dirigentes que, siendo integrantes del Consejo Nacional del PJ, se presenten junto a la Alianza en una convergencia para ganarle al PJ, afirmó el precandidato presidencial del PJ. Cuando Menem recibió los cables y se percató de que nuevamente había perdido ante la ofensiva duhaldista, se comunicó con el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, y le exigió que le pidiera la renuncia a Puricelli. Jorge, decile que se vaya. Fijate que fue integrando un sublema con la Alianza, es un desleal, fue la queja presidencial. Rodríguez obedeció como un fiel soldado y le reclamó al ex gobernador santacruceño su renuncia al organismo controlador de los aeropuertos. Pero Puricelli, antes de redactar su dimisión, también acudió a los medios. No estoy arrepentido de haber conformado una alternativa de cambio a este gobierno, volvería a hacer una alianza con la UCR y el Frepaso, sostuvo el ex interventor y privatizador del Correo Argentino. ¿Ustedes recién se enteraron el domingo por la noche de que Puricelli se había aliado con la Alianza para ganarle a Kirchner? le preguntó Página/12 a un operador cercano al secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan. Sí, este hombre jamás dijo que se iba con la Alianza, sabíamos que pretendía enfrentarlo a Kirchner, pero no que se iba a ir del justicialismo fue la asombrosa respuesta del operador menemista. Mientras que en Jefatura de Gabinete argumentaban: Jamás tuvo la venia oficial. Nunca dijo que se iba a ir a la Alianza. Nos tomó por sorpresa a todos. Nadie sabía nada, como suele suceder en las transiciones, hay mucha gente abriéndose y yéndose, resumió un diputado. César Arias, el ultramenemista apoderado del PJ, le puso un moño al día de furia presidencial. Reclamó la máxima sanción partidaria. Hay que expulsarlo. Que el PJ santacruceño analice su caso y lo envíe inmediatamente al Consejo Nacional. Tal vez se lo envíen por Correo.
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