Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


LA ALIANZA PRESENTO SU PROGRAMA Y EMBISTIO CONTRA EL GOBIERNO
“Los corruptos a la cárcel”

La coalición opositora presentó “El gran cambio”, su programa de gobierno. Ante dos mil personas, Chacho Alvarez y De la Rúa atacaron duramente a Menem y Duhalde y prometieron investigar a fondo al gobierno peronista.

na03fo01.jpg (5275 bytes)
Fernando de la Rúa fue el orador de cierre y lanzó varios slogans que integrarán su campaña.
“Esto no es un éxito, señor Menem. Ni un modelo agotado por exitoso, señor Duhalde. Es un fracaso.”

Por Fernando Cibeira

t.gif (862 bytes) Nunca las referencias habían sido tantas y tan claras. Durante el acto de presentación de su propuesta de gobierno “El gran cambio”, los escándalos del gobierno menemista se convirtieron en el latiguillo favorito en los discursos de la fórmula presidencial de la Alianza. “La investigación de la corrupción gubernamental va a ser mi trabajo como presidente. Voy a investigar, voy a auditar y estudiar los decretos ocultos y los contratos para empujar a los corruptos a la cárcel”, afirmó el candidato presidencial Fernando de la Rúa. “La política que construyeron Menem y Duhalde es una gran máquina de delinquir. Debemos tener mucha voluntad política, coraje y decisión para desatar los nudos y las mafias que nos dejan 10 años de política menemista”, lanzó su compañero de fórmula Carlos “Chacho” Alvarez. El discurso unificado contra la corrupción, la insistencia sobre un “nuevo camino” más social y la difusión de su plataforma es el cóctel con el que la Alianza espera recuperar la iniciativa política y encarar los últimos meses de campaña.
La insistencia pareció obedecer a una estrategia predeterminada. En las calles de la ciudad, afiches con frases de De la Rúa apuntaron en una misma dirección: atacar la corrupción y anunciar una etapa social. “Se terminó la fiesta para pocos” o “Para sacar al país del abandono en que está”, mostraban los afiches. Frases que, efectivamente, luego De la Rúa dijo a la noche. El candidato llevó escrito buena parte de su discurso que, por momentos, recordó textuales de sus recientes spots televisivos. “Quiero la dignidad que perdimos, que la tuvimos y la vamos a volver a tener”, dijo De la Rúa, sobre el escenario del Teatro Coliseo.
Dentro de la coalición, el de ayer era visto como un día trascendente en la marcha hacia octubre. Los estrategas de la campaña siempre pensaron que presentar la propuesta con cinco meses de anticipación sería un buen golpe de efecto ante el justicialismo, cuando las encuestas marcan desde hace un tiempo una parálisis en la intención de voto. Por eso, dada la importancia del compromiso, desde antes de la hora indicada los dirigentes de la Alianza comenzaron a aparecer por el Coliseo, que lució colmado por unas dos mil personas decididas a aplaudir toda frase que se dijera desde el escenario. Y si en los días previos hubo algunos cuestionamientos por la supuesta tibieza de la plataforma, ayer no hubo nadie que no se saliera del libreto y no diera fe del carácter progresista del texto.
La plataforma repartida está dividida en dos cuadernos. Una síntesis con seis puntos que forman el “Contrato con la sociedad”, algo así como las metas a alcanzar, al que se comprometen los integrantes de la fórmula. El segundo es una “Guía de políticas”, más exhaustivo, donde cada punto es desarrollado desde varios aspectos. Por ejemplo, la meta “pleno empleo”, tiene como contenido “crecimiento sostenido”, “impulso a las PyMEs”, “desarrollo de las economías regionales”, “políticas específicas de empleo” y así hasta completar una veintena de páginas. Los textos fueron realizados bajo la coordinación de los encargados del Instituto Programático de la Alianza (IPA). De la síntesis se ocupó Rodolfo Terragno, mientras que del restante se encargó Dante Caputo. En su discurso, Alvarez anunció que tratarían de que no quedara argentino sin leer la propuesta y que se haría una jornada especial –sería el 20 de junio– para distribuir los cuadernillos por todo el país.
El acto arrancó pasadas las 19, cuando el locutor presentó a las fórmula presidencial y para la gobernación bonaerense de la coalición. Los militantes radicales los recibieron con el “volveremos a ser gobierno como en el ‘83”, un cantito que suele irritar a los candidatos frepasistas, siempre incómodos a la hora de ubicarse ante la última gestión radical. Justamente, Raúl Alfonsín fue el único dirigente de peso ausente. La razón oficial fue el delicado estado de salud de su madre, quien debió ser operada por una fractura de cadera. Aunque había quienes aseguraban que el faltazo se debía a que no había sido tenido en cuenta al momento de confeccionar la lista de oradores. Los cuatro candidatos saludaron con losbrazos en alto y luego bajaron hacia la primera fila de asientos, donde los esperaban sus familiares. Desde allí miraron en pantalla gigante un videoclip realizado con imágenes de campaña y cantaron el Himno Nacional, que sonó en la versión que hizo Jairo, conocido simpatizante radical.
La encargada de abrir el fuego fue Graciela Fernández Meijide y en su discurso destacó la labor inicial de Alfonsín en la confección de la plataforma. La mención fue correspondida por una ovación de las barras ubicadas en el segundo y el tercer piso del coqueto teatro, identificadas con banderas de la Juventud Radical y Franja Morada. Graciela, de elegante tailleur color marfil, pareció responder a tantas simpatías alfonsinistas. “No podemos volver para atrás, el pueblo no se lo merece”, advirtió. La candidata a gobernadora desgranó una especie de decálogo sobre lo que significa gobernar bien en el que incluyó puntos como “luchar contra la pobreza”, “respetar la ley” y “continuar con la obra pública”.
A Fernández Meijide la siguió Alvarez, acompañado por “Pegue, Chacho, pegue” de un grupo de jóvenes del Frepaso que, en minoría, mantuvieron un duelo de cantitos con la barra radical durante todo el acto. Alvarez seguro que no defraudó a los suyos. De entrada nomás, cuando comenzó explicando que el futuro gobierno debía sortear las asechanzas que rodean a la política, habló de “romper la asociación con el delito que generaron diez años del gobierno del Partido Injusticialista”. Muchos palos fueron para Duhalde. “Ahora nadie participó de la fiesta menemista, nadie se puso una damajuana en la cabeza, nadie bailó en el cumpleaños del Presidente en Anillaco, nadie quiere hacerse responsable de esto”, disparó.
De la Rúa esperó su turno junto a su mujer Inés, su hija Agustina y su nieta Sol. El candidato empezó con una reafirmación de los valores patrióticos. “Hace a nuestra entidad como nación cuando se han extraviado los caminos”, lanzó. La gente respondió agitando las banderitas argentinas que habían repartido en la entrada. Además, jóvenes frepasistas caracterizados de French y Beruti habían repartido escarapelas y panfletos proclamando el fin del “virreinato menemista”. De la Rúa se dedicó a detallar “los sufrimientos del pueblo” ante el modelo económico. “El pueblo sufrió la baja de los salarios, la pérdida del empleo, los jueces amigos del Gobierno y los asesinatos y robos en las calles”, sostuvo, para redondear: “Esto no es un éxito, señor Menem. Esto no es un modelo agotado por exitoso, señor Duhalde. Esto es un fracaso y lo vamos a cambiar”.
En el tramo final hizo eje en la corrupción y de ahí no se apartó. “Los grandes delitos se producen justo dentro del Gobierno”, dijo el candidato, entrando en un rubro que hasta hace poco no solía figurar entre sus predilectos a la hora de repartir críticas. Con un aplauso casi permanente de fondo, el candidato pidió: “Despierta Argentina, es tiempo de despertarse de esta pesadilla”. En el final, los candidatos terminaron bajo una lluvia de papelitos mientras se escuchaba un grabado “Somos más”, el estribillo del discurso de De la Rúa.

 

Textuales

ron2.gif (93 bytes)   “Vamos a terminar con los gobiernos que roban. Los ladrones no sólo son los que están escondidos en calles oscuras. Muchos están detrás de escritorios suntuosos. Los grandes delitos se producen justo dentro del Gobierno. Tengo las manos libres, no arreglé con nadie para llegar. Por eso los corruptos irán a la cárcel.” (Fernando de la Rúa)
ron2.gif (93 bytes)  “Ahora nadie participó de la fiesta menemista, nadie se puso una damajuana en la cabeza, nadie bailó en el cumpleaños del Presidente en Anillaco, nadie quiere hacerse responsable de las consecuencias de este modelo. Es de mucho cinismo que el candidato del oficialismo vuelva a repetir las consignas con las que traicionaron a la gente.” (Carlos “Chacho” Alvarez)


 

LA PLATAFORMA DE LA ALIANZA
Un contrato bien impreso

t.gif (862 bytes) El viernes pasado los convencionales radicales debatieron una plataforma que habían recibido minutos antes en una edición fotocopiada a los apuros. Ayer, en cambio, el IPA se esmeró y distribuyó dos prolijos documentos editados en papel satinado que comienzan con un “contrato con la sociedad”, que consta de seis puntos.
En el contrato, Fernando de la Rúa y Carlos “Chacho” Alvarez se comprometen a “emplear todo el poder y todos los recursos disponibles” para cumplir con seis objetivos. El primero es el pleno empleo. “Poner en marcha una economía que genere los empleos que se necesitan para terminar con la indignidad del desempleo”. La segunda meta es la igualdad de oportunidades, que lograrán “forzando a los súper-evasores a pagar sus impuestos” y apuntando a que “la riqueza llegue a toda la sociedad”.
El tercero es la educación. “Garantizar que la educación pública, en todos sus niveles, disponga de los recursos necesarios para cumplir su función”. Los últimos tres objetivos son: “la salud como un derecho”, “el Estado sin corrupción” y la “comunidad sin miedos”.
“Asumimos formalmente esta obligación contractual, sometida al control de los 35 millones de habitantes, quienes juzgarán si perseguimos estos objetivos con lealtad y eficacia”, sostienen los integrantes de la fórmula presidencial de la Alianza.

 


 

Un cambio de rumbo para recuperar perfil opositor

Con su plan de gobierno, los aliancistas buscan contrarrestar las críticas por falta de propuestas y ser más opositores que Duhalde.

Dos mil personas aclamaron a la fórmula presidencial y a Graciela Fernández Meijide.
El documento consensuado por los aliancistas trata de “demostrar que venimos a cambiar las cosas”.

na02fo01.jpg (13117 bytes)

Por José Natanson

t.gif (862 bytes) En la Alianza están convencidos de que la presentación de la propuesta de gobierno les permitirá refundar la campaña electoral sobre la idea del cambio. Según creen los estrategas de la coalición, el lanzamiento del plan neutralizará los argumentos del oficialismo sobre la falta de propuestas opositoras y contribuirá a diferenciarse de Eduardo Duhalde. Además, servirá para cohesionar el frente interno, ya que el tono progresista del documento final les permitirá contener a algunos sectores que, desde las dos veredas de la Alianza, vienen reclamando desde hace meses un cambio de rumbo.
La presentación de una plataforma de gobierno se convirtió en una de las primeras determinaciones que tomaron los socios de la Alianza cuando decidieron unirse, en agosto de 1997. Además de la necesidad de encontrar un lugar central para Raúl Alfonsín, recientemente desplazado de la primera candidatura a diputado, la flamante coalición buscaba algún mecanismo que le permitiera replicar a las críticas del Gobierno, que machacaba con aquello de que “la oposición no tiene propuestas”. Por eso se fundó el Instituto Programático de la Alianza (IPA).
Fue este organismo –al que tres meses atrás renunció Alfonsín– el que concluyó la redacción de la plataforma. Hace una semana, los coordinadores del IPA, Rodolfo Terragno y Dante Caputo, elevaron a Fernando de la Rúa y Carlos “Chacho” Alvarez el borrador definitivo. Los integrantes de la fórmula presidencial le introdujeron varias modificaciones, fundamentalmente orientadas a darle un tono más atractivo y progresista a la plataforma. Lo mismo hizo el viernes pasado la Convención Nacional de la UCR, que subrayó la decisión de no privatizar el Banco Nación y profundizó la defensa de la escuela pública.
Las modificaciones no fueron ociosas y hasta el título del documento –“El gran cambio”– demuestran la decisión de los candidatos aliancistas de modificar el rumbo de la campaña frente al virtual empate técnico con el PJ que muestran todas las encuestas. Los dirigentes opositores sostienen que la presentación de ayer les permitirá retomar la iniciativa política. Y se esperanzan con la repercusión que podría alcanzar la marcha y jornada nacional de protesta a la que convocaron para el próximo 20 de junio.
“Lo importante es que la oposición se sitúa como la fuerza del cambio, un lugar de donde nunca deberíamos haber salido”, resumió ayer a Página/12 un importante operador radical. Es que, luego del fracaso del proyecto de re-reelección, los dirigentes aliancistas comenzaron a observar con preocupación cómo Duhalde se instalaba en un lugar de oposición respecto del Gobierno. La decisión de instalar tempranamente el plan de gobierno de la Alianza responde a esta necesidad de marcar diferencias con el gobernador bonaerense y de arrebatarle el taquillero lugar de oposición al menemismo.
Pero la voluntad de presentar un documento de claro tono progresista se vincula, además, a la decisión de profundizar el perfil opositor que le permitió a la Alianza crecer electoralmente. Es que algunas voces importantes del radicalismo y del Frepaso aseguraron que el acercamiento de Duhalde se debió a ciertos cambios de discurso que efectuó la coalición en temas como la inseguridad y el Código de Convivencia Urbano. La presentación de la propuesta, al igual que la decisión de ponerse al frente del reclamo educativo, se inscribe en el marco de esta decisión de los jefes de la Alianza de retomar el discurso opositor.
“Desde que ganamos en 1997 Chacho se tomó demasiado en serio que vamos a ser gobierno. Con este acto estamos demostrando que tenemos un programa. Pero también dejamos claro que venimos a cambiar las cosas y no a hacer lo mismo pero de manera más prolija”, dijo a este diario un dirigente del Frepaso mientras hojeaba la plataforma en el hall del teatro Coliseo.
Según creen los jefes de la Alianza, el lanzamiento del plan servirá para galvanizar el frente interno, porque contendrá a quienes venían reclamando un cambio de rumbo. Además, los dos fascículos que integran laplataforma se distribuirán en todo el país, para que los miles de candidatos opositores se apoyen en el documento a la hora de escribir sus discursos.

 

PRINCIPAL