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 Pese al
feriado local, la convulsión en los mercados internacionales, y en particular del muy
cercano de San Pablo, dejó señales tales que hoy las operaciones en el recinto porteño
volverán a abrir en baja. Las acciones argentinas que cotizan en Wall Street anticiparon
la tendencia descendente, en el marco de caídas en los índices de todas las bolsas del
mundo, desde Tokio a San Pablo, pasando por el resto de las plazas asiáticas y
latinoamericanas y arrastrando a las europeas. La bolsa paulista fue la más golpeada,
donde a los temores por una embestida de los especuladores sobre el peso argentino
–todavía no despejadas– se le sumó un escándalo local: las denuncias que
involucraron al presidente Fernando Henrique Cardoso con maniobras para favorecer a uno de
los concursantes en la licitación de Telebrás. Que las relaciones entre Argentina y Brasil no pasan por su mejor momento quedó de manifiesto en las declaraciones que formuló ayer el secretario ejecutivo de Comercio Exterior del vecino país, José Botafogo Gonçalvez, un hombre clave en las negociaciones económicas regionales. Señaló que la dolarización propuesta por Argentina, “en términos del Mercosur, es una iniciativa extravagante, que comprometerá los objetivos a mediano y largo plazo de los cuatro países”. De esta forma, el ex ministro descalificó la herramienta principal que el gobierno argentino esgrime como eventual remedio a una corrida contra el peso. “Sería una camisa de fuerza peor que la convertibilidad, una declaración de autolimitación que transferiría la conducción de las políticas cambiaria y monetaria a la Reserva Federal de Estados Unidos”, agregó. Brasil tiene razones para estar inquieto con Argentina. El mercado paulista sufrió ayer una depreciación del 4,95 por ciento, acumulando casi un 10 por ciento en dos jornadas. Las tensiones también se trasladaron al mercado cambiario, en el que el dólar llegó a tocar un valor de 1,75 real, para cerrar a 1,72, muy cerca del valor del lunes. A la desconfianza sobre el futuro del sistema de cambio en Argentina, se sumó la denuncia contra Cardoso (publicada en el diario Folha de Sao Paulo) por haber permitido el uso de su nombre para favorecer a un banco de inversión en la licitación de Telebrás, el año pasado. Por el mismo escándalo, en su momento debieron renunciar dos ministros, Carlos Mendonça do Barros y José Resende. Este último es el que habría logrado la autorización de Cardoso para invocarlo en las negociaciones, según la grabación de la conversación revelada por Folha. Por otra parte, la Bolsa de San Pablo sufrió el contagio de la caída generalizada de las plazas bursátiles del mundo. La inquietud global surge de las previsiones de un próximo aumento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, con el objeto de frenar las presiones internas sobre el índice de precios. Wall Street cerró con una baja del 1,16 por ciento, resultado similar a los de las ruedas accionarias de Tokio y Londres en la jornada de ayer. En México se observó una caída semejante en el valor de los títulos privados, pero además soportó una desvalorización de su moneda del 2 por ciento frente al dólar. Sólo Seúl (Corea del Sur) escapó a la baja generalizada de los mercados asiáticos, europeos y americanos. Los operadores mexicanos responsabilizaron en forma directa a la situación de Argentina frente a un eventual ataque especulativo por el descenso de las acciones y el peso. “Bancos y empresas extranjeras radicadas aquí decidieron tomar posiciones en prevención de alguna variante cambiaria en Argentina”, comentó un fuerte operador en la capital azteca. “Aún está muy fresco el recuerdo de la crisis brasileña, y los principales bancos y las filiales de empresas multinacionales se pusieron nerviosos por los rumores de una eventual devaluación en Argentina”, agregó. La pesadilla en los mercados emergentes no ha terminado. Al mercado bursátil porteño le espera hoy un despertar de muy poco buen humor. Al pesado clima interno y a la incertidumbre fiscal y financiera, deberásumarle las probables repercusiones del escándalo desatado en Brasil en torno a la figura de Cardoso. El “efecto Tango” (como ya se lo bautiza en los mercados internacionales) por los rumores de devaluación del peso argentino, que golpeó duramente a la Bolsa de San Pablo en las últimas jornadas, volverá ahora de rebote sobre la plaza de Buenos Aires. No escapan a este panorama, que ata la suerte de los mercados financieros de Argentina y Brasil, los crecientes rumores sobre una inminente renuncia de Pedro Malán, ministro de Hacienda de Cardoso. La Bolsa de 25 de Mayo y Sarmiento, en la city porteña, deberá descontar hoy la fuerte caída sufrida por sus pares continentales ayer. Y seguir soportando, en las próximas jornadas, la presión por los rumores de suba en las tasas de interés en Estados Unidos y hasta por las previsiones de una desaceleración de la economía de ese mismo país. Aun cuando el “efecto Soros” (sus explosivas declaraciones de la semana pasada) haya quedado atrás.
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