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Por David Cufré  El Gobierno logró
frenar, al menos por 48 horas, el paro agropecuario. El anuncio de una medida de fuerza
contundente, con inactividad durante diez días y movilizaciones en distintos puntos del
país, que los presidentes de las cuatro entidades del campo con representación nacional
tenían previsto hacer hoy, fue desactivado por una jugada del Gobierno de último
momento. Carlos Corach se comunicó con los titulares de la Sociedad Rural, Enrique
Crotto, y Confederaciones Rurales, Marcelo Muniagurria, y les transmitió que el Poder
Ejecutivo está dispuesto a “buscar soluciones” a la crisis del sector. El
ministro los convocó a una reunión para mañana, de la que también participarán Jorge
Rodríguez y Roque Fernández, y los dirigentes aceptaron pese a que fueron excluidas del
convite las otras dos asociaciones: Coninagro y la Federación Agraria.El Gobierno obtuvo algo más que detener el anuncio de la protesta más dura que los ruralistas harían al gobierno de Menem. También consiguió meter una cuña entre las cuatro entidades, que por primera vez en los últimos diez años habían acordado un plan de lucha conjunto. El paro se presentaba como un serio dolor de cabeza para la administración menemista, en momentos en que se ve debilitada por protestas sociales (tuvo que dar marcha atrás con el recorte a la educación y postergar el ajuste a las provincias), sufre una crisis interna (este mes renunciaron Susana Decibe y Erman González) y soporta la presión de los mercados, con rumores de devaluación. En ese contexto, la preocupación más seria del Ejecutivo era que la Sociedad Rural, la cual expresa los intereses de los productores más poderosos y tradicionalmente la tuvo como aliada para acompañar las decisiones de política económica, se plegara a la confrontación directa encarada por las demás entidades. La señal era que abandonaba el barco, agravando los conflictos con el sector empresario. Ya hubieran sido dos miembros del influyente Grupo de los Ocho con los que estaría enfrentado, dado que hace tiempo se quebró la relación con la Unión Industrial. Sin embargo, el titular de la Sociedad Rural, Enrique Crotto, rompió el acuerdo con las otras asociaciones del campo y anteayer se entrevistó con el jefe de Gabinete. La semana pasada, la Sociedad Rural había declarado que “la instancia de diálogo con el Gobierno está agotada”, a través de un comunicado que firmó junto a Coninagro, Confederaciones Rurales y la Federación Agraria. Curiosamente, la entidad que preside Crotto se encargó de la redacción del documento. Rodríguez le dijo anteayer a Crotto que el Gobierno “tiene la decisión política” de aceptar algunos de los planteos de los ruralistas, aunque excluyó de plano suprimir los impuestos a los intereses y a los activos, que son parte de las demandas de los hombres de campo. Lo mismo le comunicó ayer Corach a Muniagurria, presidente de CRA, al convocarlo a una reunión para mañana. El ministro se opuso a la sugerencia de Muniagurria de que Coninagro y Federación Agraria participen del cónclave. El dirigente, por su parte, accedió a concurrir a la Casa de Gobierno, pero señaló que la decisión final correrá por cuenta del Consejo Ejecutivo de la asociación que preside. No obstante, se descuenta que Muniagurria estará presente, junto a Crotto, Corach, Rodríguez y Fernández. “La exposición de la Sociedad Rural está ahí nomás. En menos de dos meses Menem debería inaugurar la muestra ganadera más importante del país, y romper lanzas ahora no es lo más acertado”, interpretó un alto directivo de otra de las entidades del campo, analizando el cambio de postura de la SRA. Otro tema que la asociación negocia con el Gobierno es la instalación de un complejo de cines en el predio ferial de Palermo, que por ahora no puede llevar a cabo ante la negativa de las autoridades a concederle el permiso. De todos modos, hoy se concretará la reunión de los presidentes de las cuatro entidades del campo, aunque de allí no saldrá el anuncio del paroque estaba previsto. Fernando de la Rúa y Chacho Alvarez se harían presentes luego de las deliberaciones de los ruralistas para presentarles la flamante plataforma de la Alianza y solidarizarse con sus reclamos. La Federación Agraria y Coninagro decidieron que si no hay paro conjunto, convocarán a manifestaciones en todo el país para continuar las protestas.
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