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The Guardian de Gran Bretaña Por Martin Kettle Desde Washington China es la más directa de las amenazas para Estados Unidos porque durante varias décadas le robó sistemáticamente la información más actualizada sobre armas nucleares. Esta es la asombrosa conclusión de las 700 páginas de un informe del Congreso norteamericano, producido bajo la dirección del senador republicano Christopher Cox, que tardó cinco meses en publicarse, ante la oposición de la Casa Blanca. El informe dice, sencillamente, que el arsenal nuclear de China está a la par del de Estados Unidos. La búsqueda de tecnología militar extranjera es la política oficial de China, resume el informe. Por las buenas o las malas, China consiguió la tecnología militar norteamericana como parte de su estrategia para recuperar Taiwan y convertirse en la principal potencia de Asia. El informe añade: Estos objetivos están en pugna con los actuales intereses de los Estados Unidos en Asia y el Pacífico. Dice que no se puede descartar la confrontación con China. Los robos en los laboratorios en Nuevo México y California comenzaron por lo menos a fin de la década de 1970 y se sabe que importantes secretos fueron robados recientemente, a mediados de la década de 1990. Y que casi con seguridad se siguen robando. La seguridad en los laboratorios nucleares nacionales de los Estados Unidos no alcanza los mínimos requisitos exigidos, dice el informe. La información robada también incluye información clasificada sobre la llamada bomba neutrónica, destinada a matar pero sin destruir edificios ni propiedades. China tiene ahora infraestructura y habilidad técnica para utilizar en su próxima generación de armas nucleares los diseños robados. Se supone que los primeros misiles balísticos intercontinentales chinos serán probados este año y podrían ser instalados ya en el 2002. Estados Unidos se percató de la magnitud del problema de contrainteligencia en los laboratorios nacionales en 1995, cuando gracias a un informante (que después descubrió que era un agente doble) la CIA obtuvo una copia de un documento chino clasificado. La comisión presidida por Cox dijo que, a pesar de que el descubrimiento fue en 1995, no se informó a Clinton hasta comienzos de 1998. El Congreso tampoco fue adecuadamente informado. Entre los sistemas que China logró robar está una guía tecnológica específica de los Estados Unidos utilizada en una amplia gama de misiles de Estados Unidos y en aviones caza-bombardeos, incluyendo el Stealth F117. La adquisición de esta tecnología plantea una amenaza directa a los Estados Unidos, y a nuestros amigos y aliados, dice el informe. China también robó recientemente trabajos de investigación y desarrollo de los Estados Unidos sobre la tecnología de armas electromagnéticas, que pueden usarse en armas basadas en el espacio para atacar satélites y misiles. El informe critica a los fabricantes de satélites de Estados Unidos por recomendar mejoras en la tecnología de lanzamientos de cohetes chinos, después de tres fracasos de lanzamientos chinos en la década de 1990.
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