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LOS ULTIMOS, ULTIMOS PREPARATIVOS DEL SUPERMEDIADOR RUSO
Negociando una paz que nunca llega

La vía diplomática parece estancada, la OTAN intensificó ayer sus ataques sobre Yugoslavia, pero en Moscú el mediador ruso Viktor Chernomyrdin terminó el plan para “vender” en Belgrado.

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La televisión fue totalmente destruida ayer en Novi Sad, segunda ciudad de Yugoslavia.
El buen tiempo permitió que la OTAN intensificara sus ataques sobre un país sin luz y sin agua.

El País de Madrid
Por Luis Matías López Desde Moscú

t.gif (862 bytes) Moscú volvió a ser ayer escenario de un nuevo maratón negociador para encontrar la fórmula que el enviado de Boris Yeltsin para la crisis de Kosovo, Viktor Chernomyrdin, pueda “vender” al líder serbio, Slobodan Milosevic, con alguna garantía de ser aceptada. Entrada ya la noche, el mediador ruso seguía reunido con el presidente finlandés, Martti Ahtisaari, y con el secretario de Estado adjunto norteamericano, Strobe Talbott, sin que hubiese ningún indicio de cuánto se prolongaría aún un encuentro iniciado a media tarde, ni de si saldría la fumata blanca para la solución del conflicto.
Al filo de las nueve de la noche, los tres negociadores se tomaron un descanso y, sin hacer declaraciones sobre el fondo de la discusión, anunciaron que continuarán su reunión sin hora límite. El pasado jueves aguantaron hasta las tres de la madrugada, por cierto que sin alcanzar resultados visibles. Antes de la cita a tres, hubo ayer varias otras a dos, como la de Ahtisaari con el primer ministro ruso, Serguei Stepashin, y las de Albott con Chernomyrdin y con el ministro de Exteriores ruso, Igor Ivanov. Este último prolongó sus esfuerzos diplomáticos con un viaje a Estocolmo, donde se entrevistó con el primer ministro sueco, Goran Persson, y con el secretario general de la ONU, Kofi Annan. Si tanta conversación termina dando fruto, se traduciría en un viaje a Belgrado, probablemente hoy mismo, del mediador ruso. Un buen síntoma sería que le acompañase Ahtisaari. Pero anoche nadie se atrevía en Moscú a apostar por esa posibilidad, e incluso se condicionaba el desplazamiento de Chernomyrdin a que pudiese presentarse en la capital yugoslava con algo más que aire en las manos.
A pesar de que oficialmente las posturas siguen muy distanciadas, se habla de optimismo, buen ambiente negociador e incluso avances apreciables. Pero, si hubiese que juzgar por las declaraciones que Talbott hizo ayer tras reunirse con Ivanov, habría que llegar a la conclusión de que aún media un abismo entre unos y otros. Según el negociador estadounidense, la OTAN sigue insistiendo en su exigencia de una retirada total de las fuerzas de seguridad serbias de Kosovo porque sólo así podrían crearse las condiciones para hacer posible el objetivo fundamental: el libre retorno de los refugiados, cuyo número se estima en millón y medio, entre los que vagan por campos, bosques y montañas de Kosovo y los que han huido hacia Macedonia y Albania.
La vía diplomática está en un momento crítico, del que lo mismo puede surgir una ruptura que un acuerdo. Yeltsin primero, y Chernomyrdin después, han amenazado ya con romper la baraja si la OTAN se mantiene en sus trece y continúa los bombardeos sin ofrecer siquiera un gesto, en forma de interrupción de los ataques. Ayer, Ivanov declaró tras reunirse con Talbott que las conversaciones se centran ahora tanto en la necesidad de que callen las armas, en la futura presencia serbia en Kosovo y en la composición de la fuerza internacional que supervise un acuerdo basado en los puntos acordados por el Grupo de los Ocho.

 

Más ansiedad por Kosovo

La última encuesta de la respetada consultora Harris Poll da como resultado que la ansiedad pública en Estados Unidos por Kosovo crece. El gobierno de Washington, verdadero motor de la OTAN, debe enfrentar la mayor desconfianza desde el inicio de la ofensiva Fuerza Aliada. La proporción del público que oyó sobre Kosovo cree que fue un error bombardear los blancos serbios, y creció de 29 por ciento a 36 por ciento. La mayoría del público que dice que apoyaría el envío de tropas de Estados Unidos como parte de la fuerza de la OTAN “para proteger al pueblo la gente de Kosovo de los serbios” declinó de 62 por ciento a 56 por ciento. La conclusión lógica de estos resultados es que cuanto más se alargue la guerra aérea sin un fin a la vista, más crecerá la crítica pública de la política actual y del presidente. Sólo un hecho nuevo –buenas (o malas) noticias– fortalecería el apoyo público a la política de Estados Unidos en Kosovo.


Te invito a mi fuerza de paz

Donde las posiciones diplomáticas parecen estar más cercanas es en torno de la composición de la fuerza internacional de paz para Kosovo en la posguerra. El enviado norteamericano para los Balcanes Strobe Talbott (foto) insistió ayer en que la OTAN debe jugar el “papel central” en ese contingente, pero admitió que Washington daría la bienvenida a la participación de “muchos otros países”, y especialmente de Rusia, a la que reconoció que está jugando un papel esencial para buscar una solución al conflicto. Tampoco parece que haya demasiados problemas en aceptar la bandera y cobertura legal de la ONU para esa fuerza. La OTAN, según la mayoría de los analistas, no puede permitirse el lujo de dejar a Rusia fuera del proceso, aunque sólo sea por dos motivos: porque dos meses de bombardeos siguen sin quebrar la voluntad de Milosevic y porque, llegado el caso, se ahorrarían muchos esfuerzos y problemas si se contase con Moscú para allanar en Belgrado el camino a la aceptación de un acuerdo y la discusión de los detalles de su aplicación sobre el terreno.


 

COMO SIGUE LA VIDA DESPUES DE LOS BOMBARDEOS
Yugoslavia bajo el rayo que no cesa

The Guardian de Gran Bretaña
Por Viktor Levi * Desde Novi Sad, Yugoslavia

t.gif (862 bytes) En estos días, en Novi Sad, todos van a la iglesia. Es el único lugar donde se consiguen velas. En los negocios no hay más. Desde el domingo a la noche, cuando los aviones de la OTAN atacaron la principal estación de energía eléctrica de Novi Sad, no hay luz en las calles de noche; la ciudad es fantasmal. Uno se encuentra con mucha gente caminando, especialmente los que viven solos, hablando con ellos mismos. Una noche encontré cuatro o cinco mujeres mayores charlando con nadie.
El domingo a la noche, los aviones atacaron nuestra principal estación de abastecimiento de alto voltaje, la Novi Sad Tres. Ahora está totalmente fuera de servicio. La estación generadora era la principal fuente para toda Voivodina y una de las estaciones de alto voltaje más grandes de Serbia. Novi Sad Uno y Dos son estaciones generadoras mucho más antiguas y pequeñas. De acuerdo con mis propias estimaciones, tenemos, quizás, un 15 por ciento del abastecimiento.
A veces sale agua de las canillas. Cada área de la ciudad tiene servicio durante una parte del día. Pero la presión es muy pobre. Los departamentos de arriba de los edificios altos no tienen nada de agua. Sólo los clientes con prioridad número uno tienen electricidad. Esto es, los hospitales y los institutos más importantes. Se ve a algunas personas yendo a trabajar, pero se hace muy poco. Muchas fábricas han parado. Las secciones de la industria alimentaria todavía siguen con la producción, aunque gran parte de la industria está destrozada; no se puede imaginar cuántos edificios.
Hay gente haciendo cola para el pan todos los días porque no lo pueden hornear tan rápido sin electricidad. Aquí, en el norte de Serbia, por lo menos hay alimentos. En el sur no hay tanto. Cerca de la frontera con Bulgaria, en Pirot, de donde viene uno de mis alumnos, me dijeron que no hay nada de comida. La gente se está muriendo de hambre.

* Ingeniero y profesor universitario.

 

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