Con un fuerte porcentaje de indecisos, los candidatos muestran un empate técnico. La interpretación puede ser optimista para todos.
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Por Raúl Kollmann Empate total. A cuatro meses y medio de las elecciones presidenciales, la paridad entre el Partido Justicialista y la Alianza es casi completa. Si se le pregunta a la gente a qué partido va a votar, el PJ supera levemente a la Alianza, si se le pregunta a qué fórmula va a votar, De la Rúa-Alvarez tienen una pequeña luz sobre Duhalde-Ortega. Ambos bandos tienen motivos para ilusionarse. En la Alianza pueden decir que, si hay empate en el mejor momento de Duhalde, que viene de ganar por paliza la interna bonaerense, el panorama es favorable. Este es el techo de Duhalde; ahora nos toca a nosotros. Los indecisos están más cerca nuestro, sería el argumento. Por el lado de la fórmula del PJ la esperanza está en los votos que puedan venir de Cavallo: En la paridad existente, el 6 por ciento que tiene el ex ministro de Economía puede inclinar la balanza. Es gente de clase media, tal vez renuente a votar al peronismo, pero que con la presencia de Cavallo sentirá la misma confianza que sentían los de la UCeDé con Menem, sostienen en el cuartel duhaldista. En la contienda por la gobernación bonaerense, el postulante del PJ, Carlos Ruckauf, tiene una leve aunque sólida ventaja sobre Graciela Fernández Meijide. Las conclusiones surgen de una encuesta nacional realizada por la consultora Hugo Haime y Asociados durante el fin de semana pasado. En total se entrevistaron 3100 personas de la Capital, el Gran Buenos Aires, el Gran Rosario, Gran Córdoba, Gran Mendoza, Gran Tucumán, Mar del Plata, Santa Fe, San Nicolás, San Salvador de Jujuy, San Fernando del Valle de Catamarca y en pequeñas localidades de 13 provincias. En todos los casos, las encuestas fueron domiciliarias y respetando las proporciones por edad sexo y nivel socio-económico. Si se mira un poco la evolución de las cosas, en los últimos meses el PJ no ha cesado de subir y la Alianza ha bajado persistentemente. La tercera fuerza, Acción por la República, también viene bajando y el pronóstico es que seguirá en descenso porque lo más probable es el que el duelo PJAlianza se convierta en una especie de Boca-River y los ciudadanos terminen inclinándose por uno para que no gane el otro o viceversa. En este cuadro, la Alianza podría mirar las cosas con optimismo por las siguientes razones: Duhalde está en su mejor momento. Ya hizo la alianza con Ortega, ya doblegó a Menem y ganó la interna bonaerense. Está en el apogeo y es difícil que suba más. Hay un desencanto con la Alianza, lo que se nota en dos datos fundamentales de encuesta: hay un 30 por ciento de indecisos y votantes en blanco en la Capital Federal y un 20 por ciento en el primer cordón del conurbano, dos territorios que domina la Alianza. Si los indecisos están ahí, las chances son buenas, porque esa gente no va a votar al PJ. En el territorio de Duhalde, el segundo cordón del Gran Buenos Aires y el interior del país, casi no hay indecisos. Los votantes de Cavallo, que pueden inclinar la balanza, son de clase media. Aunque el ex ministro haga un acuerdo con Duhalde, es difícil que los votos vayan hacia el PJ. Los hombres del PJ también tienen buenas razones para el optimismo: Venimos subiendo y ellos vienen bajando. Es una tendencia y, por ahora, no hay ninguna razón para que se revierta. Vienen ocurriendo sin solución de continuidad desde hace un año, cuando nos llevaban 20 puntos. Los votos de Cavallo son sólidos. No es una gran masa que puede ir hacia un lado u otro. Si se mantuvieron con Cavallo hasta ahora, pese a la polarización, lo más lógico es que lo acompañen en el acuerdo con el PJ. Además, el efecto Cavallo no se produce únicamente en sus votantes sino también en el resto de la clase media. Su presencia consolida mucho aDuhalde en esa franja. El justicialismo tradicionalmente tiene el voto pobre y puede incursionar mejor en el voto de clase media. Según la encuesta, no hay una enorme voluntad de cambio, sino un deseo de combinar continuidad con dosis de cambio. Esto favorece más a Duhalde que a De la Rúa. El trabajo de Haime muestra otro territorio para la polémica: lo que busca el votante. Por ejemplo, en los motivos de voto, Duhalde recoge más opiniones por la positiva: una buena parte de sus votantes sostienen que les gusta como candidato a presidente o que son peronistas. Casi la mitad de los que apoyan a De la Rúa dicen que dentro de lo que hay, es el mejor, o sea un respaldo sin gran entusiasmo. Lo que, en cambio, le da fuerza al candidato de la Alianza es un perfil de persona honesta, sensible y democrática, aspectos en los que aparece nítidamente mejor que Duhalde. A cuatro meses y medio de la elección, el panorama es de una lucha pareja, con resultado difícil de pronosticar. Por los datos del relevamiento, el PJ muestra mayor dinámica y la Alianza viene de un notorio estancamiento, pero según coinciden todos los encuestadores, el final está abierto y la batalla recién empieza.
Duhalde en Rosario le torció el brazo al Lole
Por Pablo Feldman
RUCKAUF RESPONDE POR DUHALDE Eduardo
Duhalde y Carlos Ruckauf llegaron a un acuerdo: el que debatirá con Graciela Fernández
Meijide, la actual candidata aliancista a la gobernación bonaerense, es Ruckauf,
candidato del PJ a ese puesto. Por eso, ayer, el actual vicepresidente, siguiendo las
instrucciones de su jefe político, escribió y firmó la respuesta a la carta abierta que
el viernes difundió Meijide para salir al cruce de las declaraciones del gobernador,
quien la había acusado de cobrar dos sueldos al mismo tiempo. Le ordenó que debe
debatir conmigo y no con Duhalde y le hizo una propuesta: dejemos los agravios
de lado y discutamos ante la opinión pública de la provincia que pretendemos
gobernar.
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