|
Por Adrián H. Mouján Con movimientos muy sigilosos, el ala política del menemismo comenzó a negociar un acuerdo político con el duhaldismo para que el PJ exhiba una unidad monolítica el 5 de julio, el día posterior a la interna presidencial. El ministro del Interior, Carlos Corach; el secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan, y Eduardo Bauzá son los encargados del diálogo que se vio coronado la semana pasada cuando el senador mendocino sostuvo una reunión en privado con el gobernador bonaerense en la que acordaron que el Consejo Nacional del PJ se reúna este miércoles para confirmar la fecha de la primaria peronista. El jueves pasado, Duhalde tuvo un día ajetreado ya que se reunió con los gobernadores del núcleo federal y los sindicalistas del Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA). Pero en el ínterin se encontró a solas con Bauzá para ir generando un consenso que le permita enfrentar a Fernando De la Rúa sin tener que vivir mirando hacia atrás por temor a un golpe traicionero del menemismo. En el oficialismo, por su parte, buscan que el precandidato presidencial cierre filas en caso de una embestida opositora en el Parlamento. ¿Lo que están buscando es un pacto de gobernabilidad con Duhalde? le preguntó Página/12 a un colaborador de Corach. No. Ni nosotros ni Duhalde imaginamos un escenario de crisis para el final del mandato de Menem fue la respuesta del funcionario del ministerio del Interior. La misma respuesta ofrecieron en los cuarteles duhaldistas. ¿Pero por qué pactar con Menem, si el beneficio que obtienen en la campaña es la diferenciación y adoptar un rol opositor, que según indican las encuestas, la Alianza no consiguió ocupar? Porque tenemos que salir del discurso internista, de las rencillas que desalientan a la gente y a la dirigencia fue el argumento que utilizaron los duhaldistas para explicar este acercamiento con el menemismo. El acercamiento no es de ahora, con Kohan, con el Petiso y con el Flaco se viene conversando desde hace rato. Bauzá y Corach se borraron de la ofensiva re-reeleccionista en febrero y Alberto siempre estuvo abierto al diálogo, más allá de su rol de soldado fiel, explicó un colaborador de Duhalde. El mismo jueves en que el gobernador y el senador mendocino se encontraron, la Corte Suprema convalidó el Congreso de Parque Norte, un golpe para la aspiración de Duhalde de ponerle límites al mandato de Menem como autoridad partidaria. Pero ni los duhaldistas se lamentaron por la derrota ni el menemismo descorchó champagne por la victoria. Se había impuesto el silencio de radio, y el tiempo de los gestos y las señales de buena concordia. Y así fueron llegando. Ese mismo día, el ultramenemista César Arias le dijo a este diario que la decisión del tribunal no cuestiona a Duhalde como presidente del Congreso. Mientras que el bonaerense levantó su decisión de convocar a un Congreso Nacional para el 4 de junio. El viernes llegó el gesto que los duhaldistas esperaban. Corach y Kohan aseguraron que la primaria se realizará el 4 de julio, cerrándole el paso al reclamo del otro precandidato, Adolfo Rodríguez Saá, para que se posterguen en agosto, al que algunos duhaldistas señalan como impulsado por el menemismo. Otra señal es la decisión duhaldista de no cuestionar la composición de la junta electoral, considerada hasta hace poco tiempo como menemista. Hoy los bonaerenses aseguran que varios de sus miembros juegan con nosotros. Pero el punto central es que al no tener candidato el menemismo, ese órgano electoral es garantía de imparcialidad para los duhaldistas. La fecha de la interna fue fijada por el Consejo con los gobernadores, no se puede modificar así como así. Todos estamos mostrando sentido común, no podemos tirarlo por nada, dijo Kohan. Pero sobre un encuentro cumbreentre los dos máximos líderes del partido oficialista nadie se anima a aventurar una fecha.
|