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 El
presidente Carlos Menem volvió a defender la propuesta de dolarizar la economía durante
la cumbre del Grupo de Río, realizada este fin de semana en México. "A partir de lo
que el Fondo Monetario considera que es la dolarización, la economía argentina ya está
dolarizada y por eso lo que pretendemos no es nuevo", afirmó. Insistió con la idea
de pagar salarios e impuestos en dólares y, por enésima vez en los últimos días,
aseguró que "no hay ninguna posibilidad de devaluar el peso". Los rechazos al
proyecto oficial se escucharon desde todos los sectores: desde Domingo Cavallo hasta el
vicepresidente Carlos Ruckauf, pasando por Graciela Fernández Meijide.Si bien volvió a hablar del tema como un proyecto en marcha, Menem admitió otra vez en México que la dolarización total de la economía "requiere de mayor tiempo", y explicó que "lo que estamos haciendo ahora es tratar de llegar a acuerdos con los Estados Unidos sobre el particular". "Posteriormente hay que enviar una ley al Parlamento para concretar la iniciativa", sostuvo, ratificando que desistió de su idea original de apurar el proyecto mediante un decreto de necesidad y urgencia. Los dirigentes de todos los partidos políticos, incluido el oficialismo, hicieron cola para criticar la propuesta. Pero tal vez la crítica más insólita, por su tono, fue la de Domingo Cavallo. El ex ministro de Economía y actual candidato a presidente de Acción por la República dijo que "nosotros no queremos, nadie quiere, ser un apéndice de Estados Unidos. Queremos tener un moneda, el peso, que pueda ser algún día como el euro, que pueda ser una moneda con todo el Mercosur y con toda América del Sur. Para eso precisamos tener una moneda nacional", remarcó. "¿Cómo podremos, en el futuro, negociar con Brasil y los otros países sudamericanos la creación de una moneda común, si nuestra moneda es el dólar?", se pregunto Cavallo, con un inusual espíritu latinoamericanista, en un reportaje publicado por el diario brasileño Folha de Sao Pablo. Menem volvió a afirmar que alentará el pago "voluntario" de salarios e impuestos en dólares. "Si los trabajadores quieren recibir su salario en dólares o en pesos, no tenemos inconveniente", expresó. Actualmente no está prohibido pagar salarios en dólares en el sector privado si existe un acuerdo entre las partes. Pero para pagar los impuestos en dólares se necesitaría una ley que lo autorizara. Precisamente, el vicepresidente y candidato a gobernador bonaerense por el justicialismo, Carlos Ruckauf, declaró que "es absolutamente imposible imponer el cobro de impuestos por decreto" y adelantó que, si fuera electo gobernador de Buenos Aires, seguiría pagando los sueldos en pesos. El padrino político de Ruckauf, Eduardo Duhalde, también reveló su oposición a la dolarización en los últimos días. Graciela Fernández Meijide se sumó a las críticas que días atrás había manifestado Fernando de la Rúa. "Por una cuestión de principios, el país que no puede controlar su moneda pierde soberanía", sentenció. Más cuidadoso fue el titular de la Unión Industrial Argentina, Osvaldo Rial: "Hoy hay que defender la convertibilidad, en cuanto a la dolarización es un tema que debe discutirse", aseguró.
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