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A CASI 30 AÑOS DEL TRIUNFO EN LAS URNAS DE SALVADOR ALLENDE
Chile volvió a elegir un socialista

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Los chilenos votaron por una mayoría abrumadora a Ricardo Lagos como candidato oficialista para las elecciones presidenciales del 12 de diciembre.


t.gif (862 bytes)  En medio de varias anomalías que hicieron dudar en un principio de la transparencia del proceso electoral, el precandidato socialista chileno Ricardo Lagos ganó cómodamente las primarias de la coalición oficialista Concertación por la Democracia para definir su candidato para las elecciones presidenciales de diciembre. Escrutada la mitad de los sufragios, Lagos obtuvo el 70 por ciento de los votos frente al 30 por ciento del candidato de la Democracia Cristiana Andrés Zaldívar. El candidato socialista es así virtualmente el próximo presidente de Chile: las encuestas le dan una ventaja de doce puntos frente a quien será su principal rival en diciembre, Joaquín Lavín, de la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI).

"Reconozco que el candidato presidencial de la Concertación es Ricardo Lagos", dijo Zaldívar poco después de que se dieran a conocer los primeros cómputos oficiales. A pesar de que los sondeos previos le daban muy pocas chances de éxito, el candidato democristiano recordaba en público que en 1989, cuando ambos candidatos disputaban una banca senatorial, él había triunfado contra todos los pronósticos que venían en forma de encuesta. "Voy a ganar como el "Chino" Ríos. Estrechito, pero voy a ganar", dijo antes de depositar su voto.

na14fo01.jpg (17506 bytes)Poco después de que muchos chilenos terminaran de ver y oír el triunfo del tenista "Chino" Ríos ante el español Alberto Berasategui en el Abierto de Francia, sobrevino un apagón en la mayor parte del territorio nacional. Las fallas eléctricas afectaron la totalidad de la región metropolitana de Santiago y a la mayor parte del sistema interconectado central, que abastece al 90 por ciento de los usuarios del servicio eléctrico del país.

Las principales empresas de transmisión y distribución eléctrica ofrecieron versiones encontradas sobre las causas del apagón, que se prolongó por más de una hora antes de restablecerse paulatinamente el servicio.

La falla despertó sospechas en el mismo gobierno. "Lo que ha ocurrido en la mañana es altamente sospechoso. Y no es normal que a tres horas de ocurrido el hecho no haya una explicación sobre la materia. Esta es una situación completamente anormal. Hay una elección primaria convocada por la Concertación, y es muy raro que no se conozca la falla en media hora, como es lo habitual", declaró el ministro del Interior chileno, Raúl Troncoso. El ministro de Obras Públicas, Jaime Tohá, descartó que el corte se haya debido a la sequía que afecta al país ya que el abastecimiento de agua estaba asegurado hasta un mes más gracias a las últimas precipitaciones.

Otro de los problemas que se presentó en la jornada electoral fue la eliminación de personas con derecho a votar de los registros electorales, consecuencia del hecho de que las internas de la Concertación no eran abiertas y estaba circunscripta a los afiliados de las cuatro agrupaciones que forman la coalición gobernante: la Democracia Cristiana, el Partido Socialista, el Partido Radical Social Demócrata y el Partido por la Democracia. En la localidad santiaguina de Renca, el secretario ejecutivo del comando independiente de Lagos, Gabriel Villanova, denunció "un fraude de la Democracia Cristiana", dado que allí el 90 por ciento de los borrados de la lista eran seguidores del candidato socialista. Uno de los casos más singulares de estas aparentes irregularidades ocurrió en el Estadio Nacional, el mayor centro de votación del país, donde el jefe de las mesas de votación se vio suprimido de las listas electorales. "En mi caso no tenía por qué ser borrado de la lista porque soy militante del Partido Socialista", manifestó.

Una vez que se confirmaron los resultados, los socialistas se olvidaron de estos asuntos: Lagos tiene grandes probabilidades de convertirse en el segundo presidente socialista de Chile después de Salvador Allende. La última encuesta de intenciones de votos, elaborada por el independiente Centro de Estudios Públicos, dio a Lagos un 36 por ciento del apoyo de los votantes, seguido por un 24 por ciento para Lavín y un 13 por ciento para Zaldívar. Para asegurarse que este 13 por ciento vote por él, Lagos se cansó de denominarse "tercer presidente de la Concertación" antes que "segundo presidente socialista". Es probable que el 12 de diciembre se convierta en ambas cosas.


LA VICTORIA ANALIZADA POR EL SOCIOLOGO CHILENO TOMAS MOULIAN
"Fue una herida simbólica a Pinochet"

Por Pablo Rodríguez

t.gif (862 bytes) "Ricardo Lagos representa la cereza del postre del pinochetismo: un socialista que continuará con el modelo neoliberal y que está dispuesto a dar vuelta la página sobre los crímenes de la dictadura". En diálogo con Página/12, el sociólogo chileno Tomás Moulián eligió un tono poco complaciente para trazar el perfil del candidato socialista, que se transformó ayer en el candidato de la oficialista Concertación por la Democracia para las elecciones presidenciales de diciembre. En las encuestas, Lagos le lleva una ventaja de doce puntos al candidato de la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI), Joaquín Lavín. Director de la Universidad ARCIS y una de las voces más respetadas del otro lado de los Andes, Moulián publicó en 1997 Chile Actual. Anatomía de un mito, un libro polémico que se transformó en un éxito de ventas y en referencia obligada para los opinólogos a la hora de describir la situación política y económica de Chile.

--¿Se puede esperar un cambio en el rumbo político y económico de Chile ante la perspectiva de un Lagos presidente?

--No. A nivel simbólico, Lagos será el candidato triunfante de un partido denominado "socialista"; puede interpretarse como una herida para Pinochet. Pero en los procesos objetivos no ocurrirá nada distinto a lo que hicieron los dos gobiernos anteriores de la Concertación por la Democracia. Los socialistas hicieron durante todos estos años, e incluso en los de la dictadura, una reforma interna muy grande. Ahora el Partido Socialista representa una socialdemocracia liberal al estilo europeo. Lagos pretende encarnar a Tony Blair, o más paradigmáticamente a Felipe González.

--Sin embargo, la derecha y la misma Democracia Cristiana parecen darle más importancia al nivel simbólico que a la cuestión objetiva. ¿La elección de Lagos no puede radicalizar las posiciones políticas de aquí a diciembre?

--No, más bien es al revés. Zaldívar hizo más una "campaña del terror" con Lagos que Joaquín Lavín. A Lavín le conviene el triunfo de Lagos, porque el voto centrista se va a volcar menos en la Concertación y más en una derecha que ahora quiere aparecer como centro. En la práctica, esto significa que las tradicionales divisiones entre izquierda, derecha y centro desaparecen. La elección entre Lavín y Lagos será entre dos gestores: uno, alcalde del municipio de Las Condes, el otro ex ministro de Educación, de Salud y de Obras Públicas, donde fue un gran impulsor de las privatizaciones. Lagos tiene las de ganar y Lavín no va a acusarlo por su pasado, porque el candidato socialista le podrá devolver la pelota: hablar de la colaboración de Lavín en el régimen militar.

--¿Esta ausencia de polarización también ocurrirá para el caso Pinochet?

--Sin duda. En estos momentos, el único que necesita la vuelta de Pinochet es el actual gobierno, que mide sus éxitos y sus fracasos en función de los intereses del Ejército y de los empresarios. El perfil de Lavín, por ejemplo, es el de un político que no quiere aparecer cerca de Pinochet y que está en la derecha casi como un dirigente free lance. Y la presencia de Pinochet fuera de Chile también favorece a Lagos: muchos socialistas pedirán que sea duro con el ex dictador pero él no podrá serlo.

--Sin embargo, el caso Pinochet se extenderá más allá de este año y allí el hipotético gobierno de Lagos tendrá que tomar una decisión al respecto.

--Bueno, Lagos continuará "la política de Estado" de Frei y intentará convencer al premier británico Tony Blair de que Pinochet debe volver a Chile. Allí sí podrá haber un quiebre, que podrá ser importante, entre los socialistas. Otro tanto ocurre con la posibilidad de juzgar en Chile los crímenes de la dictadura. En la edición del sábado de la revista Qué pasa, hay un informe que señala que la UDI negoció con los asesores de Lagos una propuesta de formación de una Fiscalía General para juzgar algunos crímenes. Pero no hay que hacerse demasiadas esperanzas. En una de sus frases más desafortunadas, Lagos dijo que "todos sabemos que la mayoría de los desaparecidos están en el mar, así que debemos arrojarle allí una corona de flores". Esta es la cereza del postre del pinochetismo: un socialista que continuará con el modelo neoliberal y que, además, está dispuesto a dar vuelta la página sobre los crímenes de la dictadura.

 

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