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ASI LO VEN


Dos meses de bombas

Lo que sus autores prometían que sería una ofensiva rápida y quirúrgica para que el régimen del presidente yugoslavo Slobodan Milosevic pusiera fin a la depuración étnica en Kosovo terminó siendo una campaña prolongada con centenares de muertos civiles en toda Serbia. La OTAN seguirá bombardeando hasta que Milosevic en persona acepte su plan de paz.  

The New York Times

Los pocos días de ataques aéreos esperados se alargaron ahora a meses, mientras más de un millón de kosovares fueron forzados a abandonar sus hogares. En lugar de concentrarse en las fuerzas militares serbias, los misiles y las bombas se concentran en la destrucción de puentes, vías de tren, rutas, centrales eléctricas, fuentes de agua. Los ciudadanos serbios dicen estar viviendo como cavernícolas y su tormento aumenta día a día. Los líderes de la OTAN tienen ahora tres opciones: continuar los bombardeos hasta que Yugoslavia (incluyendo Montenegro y Kosovo) esté casi totalmente destruida, apoyarse en Rusia para resolver el dilema a través de la diplomacia indirecta, o aceptar pérdidas americanas al enviar fuerzas terrestres a Kosovo. Estamos siguiendo la primera y peor opción, y parecemos movernos hacia la tercera.(Jimmy Carter, presidente norteamericano entre 1976 y 1980)

Newsweek

Estados Unidos puede enorgullecerse en elevar los derechos humanos a convertirse en parte integral de su política exterior. Pero al observar la progresión desde la presión moral en los 70, a las sanciones económicas en los 80 y la intervención militar en los 90, debemos admitir que ha llegado el momento para una definición de los propósitos y un diálogo sobre la relación entre objetivos y métodos. La paradoja es que un país que se piensa a sí mismo como actuando en nombre de valores universales es visto por los demás como arbitrario, o inexplicable, o arrogante. Esto es una tarea difícil para los 18 últimos meses de una administración, la de Clinton, que prefiere la táctica a la estrategia, las curitas a la curación. (Henry Kissinger, ex secretario de Estado republicano norteamericano)


Milosevic, marche preso

El Tribunal Penal Internacional para los crímenes de la ex Yugoslavia citó y pidió la captura del actual presidente yugoslavo, el líder nacionalista serbio Milosevic. La medida fue interpretada, más allá de su significado jurídico, como una nueva presión de Occidente para conseguir que el gobierno de Belgrado ceda ante la apertura de este nuevo frente en la guerra.

Il Corriere della Sera

La decisión del Tribunal Penal sólo se explica de un modo: que la OTAN se la haya sugerido. La perspectiva de un Milosevic arrastrado como presa de guerra a La Haya no me seduce para nada. En el juicio de Nuremberg, Schlabrendorf, abogado de la defensa, dixit, y dixit bien: los criminales de guerra deben ser juzgados por sus propios pueblos, si se quiere que el proceso enseñe algo y sirva para algo. Si desde ahora le reconociéramos al pueblo serbio el derecho de juzgar por sí solos a sus criminales y de decidir qué suerte les tocará, dudo que esta guerra sea finalmente tan terrible.(Indro Montanelli)

El Mundo

La decisión del Tribunal Internacional de La Haya para Crímenes de Guerra de la ex Yugoslavia no sólo es un duro golpe moral y político contra el presidente yugoslavo, que se arriesga a ser detenido si abandona su país. Supone una declaración de intenciones de los magistrados de La Haya de no dejar sin sanción los crímenes cometidos a lo largo de estos dos meses en Kosovo, lo que podría suponer la incriminación de otros colaboradores de Milosevic. (...) Pero la orden de detención de La Haya contra el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic no garantiza que vaya a sentarse algún día en el banquillo (...) Milosevic podría encontrar refugio en Rusia o en otro país amigo y eludir sus responsabilidades. Pero nunca estará seguro, lo que supone un espejo en el que se pueden mirar otros dictadores.(Editorial)


Dos potencias se enfrentan

India y Pakistán, dos flamantes potencias nucleares, están al borde de un enfrentamiento abierto. El gobierno fundamentalista hindú atacó desde el miércoles a la guerrilla islámica en el estado de Kashmir, el único de la India con mayoría musulmana. Según los nacionalistas hindúes, detrás de la guerrilla está Pakistán, al que acusó de intervenir.

The Hindu (India)

En un movimiento decisivo, las fuerzas de defensa lanzaron una operación aérea en la zona de Kargil para eliminar a los infiltrados apoyados por Pakistán. A tres semanas de la infiltración de los mercenarios, los actuales ataques aéreos son la forma más rápida para expulsarlos. Las tropas terrestres por sí solas necesitarían meses para despejar la zona y sufrirían numerosas pérdidas en el camino. Pero los ataques aéreos alteran significativamente la escala de las operaciones y la seriedad de la situación. Se vuelve imperativo que las fuerzas confinen sus operaciones a la parte india de la Zona de Control, y eviten una escalada. Aun a pesar de la no deseada intrusión, India y Pakistán no deberían abandonar el proceso de diálogo.(Editorial)

Dawn (Pakistán)

La última ofensiva militar de la India tiene serias implicancias para la paz en el sur de Asia. Es una pena que en el mismo momento en que los vecinos del subcontinente hacían esfuerzos por normalizar sus relaciones, las tensiones entre ambos se hayan recalentado. Eso es algo por lo que ninguno de los dos gobiernos debería sentirse complacido. Deberían saber que un conflicto armado no resuelve ningún problema sino que crea nuevos. De hecho, otros gobiernos que dicen tener interés por la paz y las seguridad en la región deberían acercarse para prevenir un conflicto en el sur de Asia que probaría ser la ruina para la empobrecida región. Dada la capacidad nuclear de India y Pakistán, una guerra entre ellos debería evitarse a toda costa. Es el momento de una activa intervención diplomática de poderes externos. Es el momento de resolver la situación, y por medios pacíficos.(Editorial)

 

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