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LA GENTE NO QUIERE LA DOLARIZACION. RESURGE EL NACIONALISMO
Ni la bandera, ni la vieja ni el peso

El 64 por ciento de los encuestados se manifestó en contra de reemplazar el peso por el dólar como moneda. Tanto simpatizantes de la Alianza como del PJ coincidieron en identificar el signo monetario con un emblema nacional.

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Por Raúl Kollmann

t.gif (862 bytes)  Apenas uno de cada diez argentinos apoya el proyecto de dolarización que propone el presidente Carlos Menem. Aun sin conocer los aspectos técnicos, la gente relaciona la sustitución del peso por el dólar con una pérdida de soberanía y, fundamentalmente, por eso se pronuncia en contra. La oposición al proyecto es más importante entre los votantes de la Alianza, pero aun dentro de los que apoyan al justicialismo hay una mayoría que rechaza la propuesta.
Las conclusiones surgen de una encuesta realizada por Telesurvey, la consultora que encabeza el sociólogo Heriberto Muraro. En total se entrevistó a 400 personas de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social.
Lo más notorio es la falta de apoyo al proyecto del Presidente. Ese diez por ciento es el que aparece en todas las encuestas respaldando cualquier iniciativa del primer mandatario. Es lo que los consultores llaman el menemismo puro: gente que opina muy bien del Presidente y que incluso respaldaría la re-reelección. Lo notorio entonces es que la propuesta no logra adhesiones más allá de esa franja. En cambio, el 64 por ciento que se manifiesta en contra desborda los límites partidarios, incluyendo mayorías dentro de los votantes de la Alianza y el PJ. Los datos de que un 19 por ciento no opina y un 7 se muestra indeciso expresan un cierto nivel de confusión y desconocimiento.

Los próceres no se tocan

¿Está usted de acuerdo con la dolarización?

De acuerdo                                           10%    
En desacuerdo                                      64%    
Ni de acuerdo
ni en desacuerdo                                    7%    
No sabe/No contesta                            19%    

En desacuerdo según afinidad política

Votantes de la Alianza                          79%    
Votantes del PJ                                    52%    

Fuente: Telesurvey. Heriberto Muraro y Asociados.

“En principio, la gente no entiende qué es la dolarización –explica Muraro–, pero al mismo tiempo, casi intuitivamente, tiene un mínimo de adhesión a la nacionalidad. Esto ya lo hemos visto en otras latitudes. En Dinamarca, por ejemplo, con la poderosa experiencia de la Unión Europea, no podían convencer a los dinamarqueses de que eliminaran su moneda.”
Además, para Muraro hay en la Argentina una nostalgia de épocas pasadas, de fábricas y producción nacional, que la gente recuerda con cierto orgullo. “Es posible que a los ciudadanos les guste encontrar un queso italiano en la góndola del supermercado, pero la verdad es que quieren que Sancor venda más y piensan que eso les da trabajo a otros argentinos”, sostiene el consultor.
En verdad, la cuestión nacional ya apareció nítidamente en el proceso de privatizaciones. Las encuestas de la época mostraron una abrumadora oposición de la gente a las privatizaciones de YPF y Aerolíneas Argentinas. Ambas eran vistas como compañías-bandera, y mientras había apoyo para vender Entel, Ferrocarriles, Gas del Estado u Obras Sanitarias, hubo rechazo mayoritario en los casos de la petrolera y la aerolínea.
“También está el problema de la actual crisis –dice Muraro–. Cuando las cosas están bien, los encuestados hablan maravillas de la globalización y del Mercosur. Ahora la gente percibe que las cosas están más difíciles e incluso les empiezan a echar la culpa de lo que nos pasa a los brasileños. Por ejemplo, los encuestados dicen que hay que negociar más duro, que ellos se están aprovechando de nosotros. Es como un resurgimiento del nacionalismo.”
En resumen, si para el ciudadano común la venta de YPF o Aerolíneas fue una pérdida, más resistencia aún produce el reemplazo del peso por el dólar. En los sondeos de opinión la mayoría suele tener una postura abierta y sostiene que deben profundizarse los vínculos comerciales con Estados Unidos, Europa o Japón, pero otra cosa son las relaciones carnales y lo que la gente ve como claudicación: en ese caso, el rechazo es masivo.

 

La FED dice sí pero no
Con mucha diplomacia, la Reserva Federal expresó ayer su oposición al proyecto de dolarización. El número dos de la banca central estadounidense, Alice Rivlin, aseguró que su gobierno “no está en desacuerdo” con los países que quieran tener al dólar como única moneda, pero aclaró que la FED, en ese caso, no actuará de prestamista de última instancia. Decir eso es lo mismo que rechazar esa iniciativa, puesto que si Argentina se queda sin moneda necesita de una banca central que asista, de ser necesario, a entidades con problemas, tarea que la Reserva Federal no tiene la más mínima intención de asumir. En tanto, continuó ayer el debate entre economistas sobre la dolarización. El candidato a ministro de Economía de Eduardo Duhalde, Jorge Remes Lenicov, aseguró que esa discusión hace que “lentamente” los ahorristas se pasen a dólares y esto repercuta en las reservas. En tanto, Guillermo Calvo siguió con su campaña a favor afirmando, desde Washington, la importancia de consensuarla con Estados Unidos.


EL GOBIERNO EMPIEZA A DEJAR DE LADO EL PROYECTO DE DOLARIZAR YA
Kiguel explica que ahora no se puede

Por Claudio Zlotnik

t.gif (862 bytes) Economía insistió ayer en que el proceso para sustituir el dólar por el peso es “complejo y para nada rápido”. Miguel Kiguel, el número tres del Palacio de Hacienda, aseguró que el proceso de dolarización “requiere ingenio y paciencia”. Que deberá ser continuado por el próximo gobierno “y aprobado por una ley del Congreso”. De esta manera, el Gobierno va cerrando definitivamente la puerta a una dolarización a corto plazo. Un objetivo perseguido en un primer momento por Carlos Menem, pero que –ante el vacío político que encontró en el camino– el propio jefe de Estado ya se había encargado de relativizar.
En su exposición sobre convertibilidad y dolarización ante un centenar de alumnos del Colegio Carlos Pellegrini, Kiguel explicó su posición a favor de dolarizar. Para que no queden dudas sobre la posición de Economía sobre el tema, repitió en tres oportunidades que es imposible dolarizar en el corto plazo. Explicó lo que definió como “restricciones” de la dolarización: lo “complicado” que sería reemplazar los 800 millones de dólares que el Central recibe por tener sus reservas depositadas en el exterior (señoreaje). Y la pérdida de la condición de prestamista de última instancia por parte del Central.
Ricardo López Murphy, economista de FIEL, eligió un tono duro para oponerse a la dolarización. “Este es el único país en donde el gobierno induce a dejar la moneda. No me imagino a ningún país europeo despotricando en contra de su propia moneda; ellos la defienden a rajatabla”, afirmó ante el auditorio.
Minutos antes de comenzar su exposición ante los estudiantes, Kiguel abordó ante un grupo de periodistas uno de los temas que más preocupa a Roque Fernández: el nivel de recaudación en medio del parate de la economía. Los ingresos tributarios de mayo mostraron “un desvío” respecto de la meta mensual trazada con el Fondo Monetario, admitió el funcionario. En el Palacio de Hacienda estimaron que la recaudación del mes pasado estuvo diez por ciento por debajo a la de mayo del ‘98, equivalente a unos 400 millones de pesos.
–¿Hará falta un nuevo ajuste? –preguntó Página/12 a Kiguel.
–No, no habrá más recortes. El pequeño desvío de mayo será compensado con mejoras futuras de la recaudación o con ingresos adicionales. Pero estoy convencido de que igual cumpliremos con la meta de 5100 millones de déficit para este año.
Roque aguarda recibir dinero fresco por la venta a Repsol de la parte de YPF que aún conserva el Estado (unos 800 millones) y por la licitación de la telefonía celular PCS.
Justamente, el actual sistema impositivo fue duramente criticado por Arnaldo Bocco, uno de los referentes económicos de la Alianza, durante su alocución. “Es pésimo. No se sabe a ciencia cierta quiénes pagan y quiénes evaden. El Gobierno cometió un grave error al introducir impuestos distorsivos que entorpecen a la economía”, afirmó Bocco.


Los 8 preparan la cumbre


El Grupo de los Ocho (G-8) volverá a reunirse hoy para analizar la actual situación económica y la crisis financiera, previo a la cumbre empresaria en apoyo a la convertibilidad, prevista para el jueves próximo. El encuentro de pasado mañana, organizado como un seminario de la Asociación de Bancos Argentinos, será abierto por su titular, Eduardo Escasany, y clausurado por el ministro Roque Fernández. Durante su desarrollo, expondrán representantes de las consultoras Lehman Brothers, JP Morgan y Goldman Sachs; los economistas Miguel Angel Broda y Dante Simone, y los referentes de la oposición José Luis Machinea, Jorge Remes Lenicov, Adolfo Sturzenegger, junto al viceministro de Economía, Pablo Guidotti.

 

 

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