Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


OPINION
Impuesto a Roque

Por Luis Bruschtein

Se supone que el Gobierno debería estar más interesado que los particulares en cobrar un impuesto. Pero con el impuesto educativo sucede al revés: el Ministerio de Economía se queja y son los particulares –en este caso los maestros– los más interesados. O sea: Marta Maffei parece ministro de Economía y Roque Fernández parece un particular damnificado.
En las películas norteamericanas, un buen ciudadano tiene que protestar contra los impuestos, pero todos los pagan. En las escuelas argentinas siempre enseñaron que para ser buen ciudadano había que pagar los impuestos, pero muchos no lo hacen. Pese a ello, durante mucho tiempo la educación pública en Argentina fue buena y en Estados Unidos no. Roque Fernández fue a la escuela en los dos países y es como si hubiera aprendido lo peor de cada uno.
Lo cierto es que los maestros se han convertido en expertos y después de la discusión sobre el Fondo Nacional de Incentivo Docente del cual depende su aumento, podrían darles un diploma como peritos impositivos. Siguen al detalle lo que dice Economía y la forma en que se comienza a recaudar. Prácticamente ellos, que son particulares, están obligando al Gobierno a recaudar. Sin querer, también están dando una lección –por algo son docentes– porque, si el Estado no recauda, no hay servicios públicos o los que hay son malos. Y crecen los servicios privados que son más caros y sólo benefician a los que pueden pagarlos.
La gente desconfía de los impuestos por la corrupción y la mala administración, lo cual es aprovechado por los privatistas, en vez de buscar formas de control y manejo de esos fondos. Este ha sido el único caso donde la desconfianza no funcionó así y en cambio obligó a tomar medidas de control para que el dinero vaya adonde corresponde. Hay dos comisiones de control, una oficial con participación de los gremios docentes y otra legislativa.
Al rechazar la cláusula de garantía, Economía ató el aumento salarial a la cantidad recaudada, con lo cual alentó en los maestros una actitud participativa y pendiente de cada peso que entra y del destino que le dan. Por amarrete y privatista y sin darse cuenta de que estaba gestando algo que está en los antípodas de su concepción del mundo, Roque cedió así poder y por eso Marta Maffei aparece diciendo cosas que supuestamente debería decir él. El mecanismo y el tipo de impuesto es primitivo, como dice el sector empresario más retrógrado, pero ante el capitalismo primitivo y depredador que impusieron, puede surgir como una medida democrática.

 

PRINCIPAL