Por Adrián De Benedictis Con angustia, sufriendo, con
mucho coraje. Así llegó la última gran alegría para Huracán. Esa que sólo le podía
otorgar el hecho de destruir las últimas chances de campeonato ante su eterno rival. No
podía ser de otra manera, el desahogo llegó en el minuto final. Y fue la cabeza de
Barlatay la que hizo sentenciar el empate definitivo para desatar la euforia de los
golpeados hinchas que llegaron desde Parque de los Patricios. Esos que se llevaron las
camisetas de sus jugadores como el trofeo más preciado. De acá en más, el sueño del
retorno a Primera inició su camino.
A lo largo de todo el encuentro, el conjunto conducido por Carlos Babington sufrió la
falta de un jugador de peso en el área rival. Porque tanto Silvera como los volantes que
acompañaban desmarcados no pudieron arribar con peligro al arco de Passet. Huracán se
adueñó de la pelota en el inicio, y a través del buen manejo de Sixto Peralta y Daniel
Montenegro intentó quebrar el cerco que formaban Córdoba y Ameli. Sin embargo, fue San
Lorenzo el que se puso en ventaja. Exactamente a los seis minutos, el juvenil Bernardo
Romeo marcó el primer gol del partido, luego de conectar un cabezazo tras un centro desde
la izquierda enviado por Coudet.
A partir de ese momento, el partido tuvo un vuelco fundamental. Huracán, urgido por el
resultado adverso, comenzó a trabajar en busca del empate. Con criterio, y sin renunciar
al juego de conjunto que les pide su técnico. Chacoma se hizo patrón del mediocampo,
González de gran rendimiento, Garipe y Peralta triangulaban por la derecha,
Garipe se desprendía desde el fondo y las posibilidades de alcanzar la igualdad crecían.
Primero lo tuvo Montenegro pero su tiro terminó siendo muy débil para las manos de
Passet. Después la oportunidad fue para Silvera, de cabeza, y su tiro salió al lado del
palo. No había caso, pasaban los minutos y las intenciones no se reflejaban en el arco.
Por su parte, San Lorenzo terminó la primera parte pelotando al arquero Ríos con tres
contraataques profundos.
Pero esa superioridad final de San Lorenzo fue sólo un amague de lo que sucedería
después del descanso. En ese período, Huracán fue con más decisión en busca de lo que
parecía una hazaña. La defensa de San Lorenzo comenzó a mostrar su falta de
coordinación, y Huracán rodeaba los alrededores de Passet. Peralta avisó a los cuarenta
cuando la picó por arriba, y la pelota chocó con el travesaño. Y cinco minutos más
tarde llegaría el tiro del final. El centro de la muerte de Chacoma para la aparición de
Barlatay. Delirio. Gozo. Sobre todo eso, gozo.
Ruggeri sigue El técnico de San Lorenzo, Oscar Ruggeri, definirá su continuidad al frente
del equipo la próxima semana. Eso sucederá cuando el presidente Fernando Miele regrese
de su viaje a Miami. Una vez en el país, el entrenador se reunirá con Miele para
plantearle las condiciones en las que desea trabajar. Y habrá varios puntos por aclarar.
Sobre todo en lo que respecta al plantel con el que contará Ruggeri para la próxima
temporada. El técnico no quiere que el máximo dirigente sea el que decida qué jugador
se irá y cuál no. Luego de las polémicas declaraciones de Miele, hace dos semanas,
Ruggeri se puso firme y no soportará otra interferencia de ese tipo. Por el lado de
Huracán, sus directivos sueñan luego de la posibilidad que dejó abierta Julio
Grondona con la remota posibilidad de que la AFA suspenda los descensos. Si eso
sucede, en junio del año próximo bajarían cuatro equipos a la Primera B Nacional. |
|