OJOS
La maniobra secreta terminó con éxito por la
planificación rigurosa. Por la mañana voló de Buenos Aires a Mendoza en un avión
privado. A las 10 y media ya estaba en acción y al mediodía descansaba en una casa que
nadie pudo identificar. A la tarde volvió al lugar de la operación. Y hoy contará todo
en una conferencia de prensa. Es que Roque Fernández está muy contento con sus flamantes
ojos sin miopía.
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