El general Cabanillas ha insistido:
Yo dije que era segundo jefe de una división que se llamaba OT18 y que alguna
organización no gubernamental dijo que era Automotores Orletti. Recién se enteró
en 1984, leyendo el Nunca más. Pero en el Nunca más no se identifica a ese
centro clandestino de detención de la SIDE con la sigla OT18: se precisa que los
militares lo llamaban El Jardín. Por ese nombre lo conocía el general Cabanillas, según
dijo a La Mañana del Sur. Es decir, sabía de su existencia y de sus actividades, cómo
no. Era el segundo jefe.
El general Cabanillas informó al teniente general Balza que nunca había estado en
el lugar conocido como `Automotores Orletti. ¿Será? En La ira de Leviatán,
libro del capitán de navío (R) Jorge Néstor Tróccoli, de la armada del Uruguay, se
recoge el testimonio de un militar uruguayo que consigna la presencia en Orletti de
el Director de la SIDE, dos capitanes de Ejército, y hace (el Director) la
investidura oficial de estos capitanes, uno de ellos general ahora, como Jefe y 2º Jefe
de OT18, el nuevo nombre de la base, un taller mecánico, Orletti, donde
operaban Aníbal Gordon y su banda.
El general Cabanillas informó al teniente general Balza ser ajeno a cualquier hecho
delictivo de los enunciados por Usted (quien esto escribe), ignorando evidencias o
indicios inherentes al secuestro de su hijo y de su nuera embarazada. ¿Será? Los
subordinados de la OT18 del entonces capitán Cabanillas, ¿lo mantenían en dulce
ignorancia acerca de lo que pasaba en Orletti? El general Cabanillas dice que nunca vio
una mujer embarazada (en Orletti, se supone). Quienes estaban a sus órdenes, ¿jamás le
mencionaron la presencia de una joven encinta de 7 meses al ingresar a Orletti, vista de 8
meses y medio, delgadita, portadora de una panza enorme que no podía pasar desapercibida
en los 45 días -.por lo menos que pasó en el campo? Al general Cabanillas le gusta
denostar a los delincuentes subversivos, lo cual no le ha impedido cenar, en
compañía de su esposa -.según él mismo declaró, con delincuentes de la talla de
Aníbal Gordon, muy práctico en secuestros extorsivos, o el agente civil de la SIDE
Eduardo Ruffo, ladrón de dos menores en Orletti, ambos de la OT18. ¿Ni siquiera en las
cenas éstos le contaban algo de lo que hacían bajo sus órdenes?
De las afirmaciones del general Cabanillas a La Mañana del Sur se desprende que fue
subjefe de Orletti desde el 16 de agosto hasta mediados de octubre del 76. El
listado conocido y verificado de víctimas secuestradas, desaparecidas y/o vistas en
Orletti durante ese período registra 58 nombres de argentinos y argentinas, de uruguayos
y uruguayas, de dos chilenos y de una paraguaya, incluye a diez niños de un año a siete
de edad y a una embarazada -.mi nuera por lo menos. Como segundo jefe de la OT18, el
capitán Cabanillas era el último eslabón de la cadena militar de mandos de la SIDE que
marcaba los blancos operacionales de sus subalternos de Orletti. ¿Estos nunca
le informaban sobre el resultado de sus órdenes? Qué personal tan distraído.
El teniente general Balza señaló que el general Cabanillas prestó servicios en el
entonces Comando General del Ejército, en comisión en la Secretaría de Informaciones de
Estado desde el 5 de agosto de 1976 hasta el 28 de enero de 1977, durante 177 días.
¿Será? Porque en su declaración del 17 de noviembre de 1977 ante el juez militar de
instrucción que entendía en el sumario abierto por un secuestro extorsivo perpetrado por
la banda de Gordon, el capitán Cabanillas indicó que se había enterado de actividades
de éstos por comentarios escuchados de personal civil y militar de la SIDE en los
meses de marzo o abril del corriente año. Y el agente Eduardo Ruffo testificó en
la misma causa que comentó lo del secuestro al capitán Cabanillas en un encuentro
casual. Lo del secuestrose pudrió -.cito a Gordon a fines de
julio, medio año después del cese de la presencia del capitán en la SIDE. ¿Un caso de
afinidades electivas?
Suponiendo que el general Cabanillas nunca haya estado físicamente en Orletti, como dice,
ni involucrado en el asesinato de mi hijo, la desaparición de mi nuera y el robo de su
bebé, como afirma, ni asesinado a nadie, como asevera, ¿eso le quita algún gramo de la
responsabilidad mediata que contrajo como segundo jefe de la OT18? El concepto de
responsabilidad mediata quedó firmemente establecido en el orden jurídico interno de la
Argentina durante el juicio a las Juntas. Tal vez Videla nunca haya visitado un campo, ni
secuestrado/torturado/desaparecido/asesinado a nadie, pero eso no recortó ni un solo
milímetro de su responsabilidad como autor intelectual, mediato, del genocidio argentino.
De eso se trata.
Y también se trata del derecho a la verdad. ¿No conocen el destino de mi nuera y su
bebé el general Cabanillas, el teniente coronel Visuara que fue su superior, el coronel
Mitchel, el teniente coronel Tepedino, el vicecomodoro Guillamondegui y demás mandos
militares de la SIDE de entonces, y Eduardo Ruffo y demás agentes civiles de la SIDE, que
fueron dueños de la vida y la muerte en Orletti? ¿Y hoy son propietarios exclusivos de
un saber sobre el otro que no les pertenece? ¿Prolongan así el goce del ejercicio impune
del poder? El silencio sobre el crimen, ¿no es una continuación del crimen?
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