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¿SERA?
Por Juan Gelman

na40fo01.jpg (13864 bytes)t.gif (862 bytes) El general Cabanillas ha insistido: “Yo dije que era segundo jefe de una división que se llamaba OT18 y que alguna organización no gubernamental dijo que era Automotores Orletti”. Recién se enteró “en 1984, leyendo el Nunca más”. Pero en el Nunca más no se identifica a ese centro clandestino de detención de la SIDE con la sigla OT18: se precisa que los militares lo llamaban El Jardín. Por ese nombre lo conocía el general Cabanillas, según dijo a La Mañana del Sur. Es decir, sabía de su existencia y de sus actividades, cómo no. Era el segundo jefe.
El general Cabanillas informó al teniente general Balza que nunca había estado “en el lugar conocido como `Automotores Orletti’”. ¿Será? En La ira de Leviatán, libro del capitán de navío (R) Jorge Néstor Tróccoli, de la armada del Uruguay, se recoge el testimonio de un militar uruguayo que consigna la presencia en Orletti de “el Director de la SIDE, dos capitanes de Ejército, y hace (el Director) la investidura oficial de estos capitanes, uno de ellos general ahora, como Jefe y 2º Jefe de OT18, el nuevo nombre de la base”, “un taller mecánico, Orletti”, donde operaban Aníbal Gordon y su banda.
El general Cabanillas informó al teniente general Balza “ser ajeno a cualquier hecho delictivo de los enunciados por Usted (quien esto escribe), ignorando evidencias o indicios inherentes al secuestro de su hijo y de su nuera embarazada”. ¿Será? Los subordinados de la OT18 del entonces capitán Cabanillas, ¿lo mantenían en dulce ignorancia acerca de lo que pasaba en Orletti? El general Cabanillas dice que nunca vio una mujer embarazada (en Orletti, se supone). Quienes estaban a sus órdenes, ¿jamás le mencionaron la presencia de una joven encinta de 7 meses al ingresar a Orletti, vista de 8 meses y medio, delgadita, portadora de una panza enorme que no podía pasar desapercibida en los 45 días -.por lo menos– que pasó en el campo? Al general Cabanillas le gusta denostar a “los delincuentes subversivos”, lo cual no le ha impedido cenar, en compañía de su esposa -.según él mismo declaró–, con delincuentes de la talla de Aníbal Gordon, muy práctico en secuestros extorsivos, o el agente civil de la SIDE Eduardo Ruffo, ladrón de dos menores en Orletti, ambos de la OT18. ¿Ni siquiera en las cenas éstos le contaban algo de lo que hacían bajo sus órdenes?
De las afirmaciones del general Cabanillas a La Mañana del Sur se desprende que fue subjefe de Orletti desde el 16 de agosto hasta mediados de octubre del ‘76. El listado conocido y verificado de víctimas secuestradas, desaparecidas y/o vistas en Orletti durante ese período registra 58 nombres de argentinos y argentinas, de uruguayos y uruguayas, de dos chilenos y de una paraguaya, incluye a diez niños de un año a siete de edad y a una embarazada -.mi nuera– por lo menos. Como segundo jefe de la OT18, el capitán Cabanillas era el último eslabón de la cadena militar de mandos de la SIDE que marcaba los “blancos operacionales” de sus subalternos de Orletti. ¿Estos nunca le informaban sobre el resultado de sus órdenes? Qué personal tan distraído.
El teniente general Balza señaló que el general Cabanillas “prestó servicios en el entonces Comando General del Ejército, en comisión en la Secretaría de Informaciones de Estado desde el 5 de agosto de 1976 hasta el 28 de enero de 1977, durante 177 días”. ¿Será? Porque en su declaración del 17 de noviembre de 1977 ante el juez militar de instrucción que entendía en el sumario abierto por un secuestro extorsivo perpetrado por la banda de Gordon, el capitán Cabanillas indicó que se había enterado de actividades de éstos “por comentarios escuchados de personal civil y militar de la SIDE en los meses de marzo o abril del corriente año”. Y el agente Eduardo Ruffo testificó en la misma causa que comentó lo del secuestro al capitán Cabanillas “en un encuentro casual”. Lo del secuestro”se pudrió” -.cito a Gordon– a fines de julio, medio año después del cese de la presencia del capitán en la SIDE. ¿Un caso de afinidades electivas?
Suponiendo que el general Cabanillas nunca haya estado físicamente en Orletti, como dice, ni involucrado en el asesinato de mi hijo, la desaparición de mi nuera y el robo de su bebé, como afirma, ni asesinado a nadie, como asevera, ¿eso le quita algún gramo de la responsabilidad mediata que contrajo como segundo jefe de la OT18? El concepto de responsabilidad mediata quedó firmemente establecido en el orden jurídico interno de la Argentina durante el juicio a las Juntas. Tal vez Videla nunca haya visitado un campo, ni secuestrado/torturado/desaparecido/asesinado a nadie, pero eso no recortó ni un solo milímetro de su responsabilidad como autor intelectual, mediato, del genocidio argentino. De eso se trata.
Y también se trata del derecho a la verdad. ¿No conocen el destino de mi nuera y su bebé el general Cabanillas, el teniente coronel Visuara que fue su superior, el coronel Mitchel, el teniente coronel Tepedino, el vicecomodoro Guillamondegui y demás mandos militares de la SIDE de entonces, y Eduardo Ruffo y demás agentes civiles de la SIDE, que fueron dueños de la vida y la muerte en Orletti? ¿Y hoy son propietarios exclusivos de un saber sobre el otro que no les pertenece? ¿Prolongan así el goce del ejercicio impune del poder? El silencio sobre el crimen, ¿no es una continuación del crimen?

REP

 

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