Por Irina Hauser y Laura Vales María Julia Alsogaray planea
tomarse un año sabático y después dedicarse a asesorar empresas como ingeniera. Matilde
Menéndez quiere contar la verdadera historia de su gestión en el PAMI a
través de un libro que está casi listo. Mientras tanto, entrega sus horas a una
fundación. Aunque suele jurar que jamás dejará la política, Claudia Bello estaría
planeando incursionar en el negocio informático. Y Adelina Dalesio de Viola, alejada hace
cinco años de la función pública, disfruta los resultados de su propia consultora,
desde la que orienta sobre cómo hacer buenas inversiones. En un rincón conspirativo del
imaginario popular estas cuatro mujeres fueron el harén político de Carlos
Menem. Pisaron fuerte en cargos de decisión, se embellecieron y mejoraron su nivel
de vida. Pero también reprodujeron un peligroso modo patriarcal de gobernar y hacer
política.
Claudia Bello se jugó por Carlos Menem cuando a fines de los 80 parecía que era un
candidato con pocas chances frente a Antonio Cafiero. Matilde, que había sido funcionaria
cafierista, se cambió de bando y al asumir Menem ya era subsecretaria de Salud, la
primera mujer en ocupar ese cargo. Adelina y María Julia se unieron al staff oficial
seducidas por el pragmatismo de un peronista que sacó de la manga un alud de inesperadas
medidas liberales después de haber prometido un salariazo. Desde el 10 de diciembre
deberán buscar, sin Charly en la Casa Rosada, su lugar en la vida pública y en los
negocios privados.
La mayor amenaza contra sus sueños dorados es un puñado de causas judiciales que
sembraron en su pasaje por puestos claves del Gobierno. Con excepción de Adelina, todas
están siendo investigadas por la Justicia federal acusadas de transitar varias formas de
corrupción y al menos María Julia y Matilde corren riesgo de tener que enfrentar juicios
orales el año que viene. Según un grupo de investigadoras en estudios de género, la
imagen de mujeres políticas que dejaron las cuatro elegidas obstaculiza el verdadero
avance de las mujeres en el poder (ver aparte). Eso no quita, dicen, que haya otras tantas
figuras femeninas positivas.
Una chica paqueta
María Julia Alsogaray dista mucho de ser lo que era diez años atrás. Desde que Carlos
Menem tomó el mando, ella cambió. Fue diputada por la UCeDé, interventora de Entel. y
de Somisa, y finalmente, titular de la Secretaría de Recursos Naturales. Al ritmo de su
ascenso profundizó sus escotes, acortó sus polleras, acudió varias veces a la cirugía
estética, logró un peinado que parece siempre recién salido de la peluquería y,
algunas veces, se animó a prescindir del sostén. Es cierto, ahora cuido mi imagen,
y esto desde que descubrí que no basta con polemizar bien, dijo en 1988, cuando
empezaba su metamorfosis.
Por la misma época, la ingeniera experimentaría un incremento patrimonial notable. Es lo
que plantearon los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia cuando en noviembre del año
pasado la acusaron de enriquecimiento ilícito. Creen que aumentó su patrimonio por lo
menos en dos millones de pesos. Una década atrás Alsogaray hija poseía un modesto
departamento, dos autos y algunas inversiones. Pero pasó a tener el petit hotel de 650
metros cuadrados donde vive actualmente en Recoleta, al menos cinco departamentos más,
una cochera, una bóveda en el cementerio de la Recoleta y un departamento doble en el
complejo Essex House de New York, con vista al Central Park, entre otras cosas. Todo esto
sin contar que llegó a gastar 200 mil pesos en la fiesta de su cumpleaños número 47 y
650 mil en refaccionar su mansión. Menem me trajo suerte, decía María Julia
para justificar su fortuna. Ahora sabe que si Menem se va, ella se irá con él. Ante la
falta de ofertas, según se rumorea en las reuniones de Gabinete, se tomará un año
sabático en el que podría hacer viajes, y más adelante cultivará la actividad privada
en asesoría a empresas como ingeniera. Habrá que ver si la Justicia, que también la
investiga por evasión impositiva y por los incendios de Bariloche, no complica sus
planes.
El libro de Matilde
Alguna vez apostó a suceder a Carlos Grosso en la intendencia porteña, e incluso
fantaseó con ser candidata en la fórmula que llevó a Menem a la reelección. En cada
cargo que ocupó, Matilde Menéndez cosechó escandalosas denuncias de irregularidades,
pero una y otra vez resurgió de las peores tormentas gracias a la voluntad presidencial.
Sus amigos siempre trataron de hacer pesar su fama de trabajólica. En 1994, tras su
forzada renuncia al PAMI, fue irradiada del séquito de elegidos del Presidente. Ahora,
armada de paciencia, espera un clima favorable para lanzar su propio libro. Ya lo
terminó de escribir, confió a este diario uno de sus íntimos. Con la
publicación, seguramente, intentará contrarrestar los efectos de las 11 denuncias que
los tribunales federales recibieron entre el 94 y el 98, la mayor parte
referidas a desvíos de fondos del PAMI.
Desde su oficina en el Instituto, Matilde manejó uno de los aparatos más importantes del
PJ de la Capital. En esos años los actos del partido gobernante contaron siempre con su
aporte de manifestantes, muchos de ellos ancianos acarreados en micros con vianda
incluida. Pero no todos sus seguidores fueron pacíficos; en agosto del 93 se la
vinculó con un grupo de patoteros que atacaron a periodistas y opositores en un acto de
la Sociedad Rural.
Mujer previsora, cuando las acusaciones judiciales en su contra la acorralaron, se
autodenunció ante el juez federal Adolfo Bagnasco para que investigara si se había
enriquecido ilícitamente. Fue sobreseída. Hoy, la fuente de sus ingresos es un secreto
bien guardado; trabaja en la fundación, dicen sus allegados, en referencia a
la Fundación Argentina para la Salud, que ofrece servicios de consultoría y cursos de
capacitación diversos y participa en licitaciones oficiales.
Claudia informatizada
En el tránsito de la Unidad básica de La Boca a los despachos oficiales, Claudia Bello,
de 39 años, cambió los jeans por trajecitos Chanel, domesticó su melena sauvage,
perdió varios kilos y se mudó a un departamento en Palermo Chico. Durante la era de
Carlos Menem ocupó cuatro subsecretarías, fue interventora de la provincia de
Corrientes, secretaria de la Función Pública y convencional constituyente. Entra
en el despacho del jefe sin golpear, solían susurrar en la Casa Rosada.
Como interventora de Corrientes, en 1992, cosechó acusaciones de irregularidades
administrativas, pero fue sobreseída. En relación con la causa IBM.Banco Nación, fue
señalada por haber obviado un informe técnico que desaconsejaba la contratación con la
firma norteamericana. Hasta ahora no está imputada en el expediente, pero la Justicia
rastrea la existencia de cuentas en Estados Unidos, tras la pista de parte de los 37
millones de dólares de coimas. Entre los pedidos de información abiertos, uno se refiere
a su ex subsecretario Gastón Figueroa Alcorta.
Ahora, tras perder en las escandalosas internas del PJ capitalino planea sus futuros
meses. Sus colaboradores rumorean que, en tren de pensar de qué vivir, está analizando
volcarse a la actividad privada en el rubro informático. A la par, repite una muletilla
que le enseñó su padre: si se está en la oposición, hay que ocupar bancas en el
Parlamento.
Adelina businesswoman
Luego de los últimos estertores de la campaña reeleccionista pro Menem 99, Adelina
Dalesio de Viola volvió a refugiarse en su consultora DyL Asociados. La Evita
liberal de los 80, acostumbrada a vivir con los rigores de la clase media,
cambió su tres ambientes de San Telmo por un dúplex en Palermo valuado en tres cuartos
de millón de dólares para luego también invertir en una casa en el country del Club
Argentino de Golf. Hoy su empresa tiene entre sus principales clientes a la firma Mastec,
de los herederos del dirigente anticastrista Jorge Mas Canosa.
Fue concejal porteña por la UCeDé y diputada, subsecretaria en el Ministerio del
Interior durante la gestión de José Luis Manzano y titular del Banco Hipotecario. Estos
días de gloria le duraron hasta hace cinco años, cuando la sorprendieron una causa por
enriquecimiento ilícito y otra en la que se la acusó de desviar 200 millones de pesos
del Hipotecario a las islas Caimán. Sobreseída en ambos casos, este año hizo su
reaparición pública integrada al Comando Superior Menemista. Junto a Víctor Bó,
Alberto Lestelle y Rabanaque Caballero, entre otros, repartió cotillón por la re-re a lo
largo de la Costa Atlántica. Sus allegados aseguran que no piensa en volver a tener un
cargo público. Pero nadie logra explicar por qué apareció en el último acto
proselitista de Adolfo Rodríguez Saá.
Informe: Gabriela Pedranti.
Ellas tienen el record de causas
acumuladas
María Julia Alsogaray y Matilde Menéndez
batieron el record menemista de procesos federales: la secretaria de Recursos Naturales
tuvo 17 y la ex titular de PAMI al menos 11.
Por I.H. y L.V
A
alguien le tenía que tocar, bromean ácidamente y con machismo consciente algunos
justicialistas. Se refieren a María Julia Alsogaray y Matilde Menéndez. Ambas baten
records en la cantidad de causas acumuladas en el fuero federal: desde 1993 la secretaria
de Recursos Naturales tuvo al menos 17 demandas y la ex titular del PAMI llegó a tener
11.
Muchas de esas denuncias quedaron en la nada. Menem es muy celoso de que las mujeres
no tengan problemas. Y con las damas del menemismo ningúnjuez se anima, dijo a
Página/12 un encumbrado funcionario del fuero federal. Sin embargo, algunos expedientes
que las comprometen volvieron a salir a la luz. Después de haber lidiado con un sinfín
de denuncias por irregularidades detectadas durante su gestión como interventora y
liquidadora de Entel., todavía María Julia tiene mucho de qué preocuparse:
u Dos fiscales la acusaron el año pasado de haberse enriquecido en forma ilegítima. Se
preguntan, por ejemplo, cómo hace para cubrir gastos mensuales que rondan los 30 mil
pesos con un sueldo oficial de unos 3000. Actualmente un equipo de peritos está
estudiando los bienes de la funcionaria y deberá terminar esa tarea antes del próximo
mes. El juez Juan José Galeano ya decidió que la indagará. Si la Justicia la condena
podría ser castigada con hasta seis años de cárcel.
u Aunque en su momento repuso 500 mil dólares por impuestos impagos, tras ser denunciada
por la ex DGI, María Julia sigue siendo investigada por el juez Guillermo Tiscornia ya
que aparecieron sellos bancarios supuestamente apócrifos que consignaban el pago. En una
causa conexa, la secretaria tendrá que enfrentarse a su ex contador, Mario Ernesto
Furlone, en un juicio oral. A Furlone lo acusó de robarse los 320 mil pesos que le había
dado para saldar la deuda impositiva.
u Varias denuncias a raíz de los incendios de los bosques de Bariloche se unificaron en
el juzgado federal de Jorge Ballestero. Ya se efectuaron varias de las medidas pedidas por
el fiscal Carlos Stornelli y ahora el juzgado estudia si el Plan Nacional de Fuego
recibió las partidas presupuestarias previstas.
Después de zafar en una causa por enriquecimiento ilícito, a Matilde Svatetz de
Menéndez le quedan cuentas con la Justicia que se remontan a su gestión al frente del
PAMI:
u En febrero de 1994, a raíz de una investigación de Página/12, ocho dueños de
clínicas psiquiátricas prestadores del PAMI fueron detenidos en el hall del Banco de
Crédito Argentino mientras intercambiaban sobres con dinero. Algunos de ellos decían
PAMI 25%. Nunca se supo dónde fue el dinero. La investigación está en manos
del juez federal Adolfo Bagnasco. En marzo pasado, el fiscal Carlos Stornelli pidió el
procesamiento de Matilde por administración fraudulenta e incumplimiento de los deberes
de funcionario público.
u El juez federal Juan José Galeano la investiga por catorce causas diferentes, también
centradas en su gestión en el PAMI. En doce de ellas se trata de adelantos
otorgados por el instituto, como si fuera una entidad financiera, a hospitales y
sanatorios. El monto de estos anticipos está por encima de los 17 millones de pesos.
Galeano le dictó la falta de mérito la semana pasada, después de haberla indagado
semanas atrás durante once horas seguidas. La medida, intermedia entre el sobreseimiento
y el procesamiento, no quita la posibilidad de una futura condena. Los cargos de estafa
agravada en perjuicio de la administración pública e incumplimiento de los deberes de
funcionario están penados hasta con seis años de prisión, y son los que más oscurecen
su futuro. Por último, Galeano lleva un expediente que se refiere a despidos
aparentemente injustificados durante la gestión de Menéndez.
Los angeles en la política
Un modelo de mujer
Tres
especialistas consultadas por Página/12 analizan con cierta preocupación qué han
representado María Julia, Adelina, Matilde y Claudia Bello en un país como la Argentina,
donde el acceso de las mujeres a la política ha sido tardío y costoso.
El
ejercicio en poder de figuras como estas mujeres, lamentablemente no favoreció un cambio
cultural necesario para dar una participación real al universo femenino, sentencia
la analista de opinión Graciela Römer. No es que las mujeres sean más o menos
corruptas que los varones. Pero como en la Argentina no existe tradición de
participación política de las mujeres, las pocas que van llegando adquieren un rol de
ejemplaridad, que en este caso atenta contra una posición de género, añade. Y
remata: Algo que caracteriza a la gestión menemista es un estilo basado en la
criterios pragmáticos con predominio de la banalidad y la ostentación. Esta cultura
llevó a la sobreexposición de las mujeres.
A pesar
de su condición y vestimenta femenina estas mujeres mostraron mecanismos patriarcales de
poder. Yo llamo a esta actitud travestismo político, afirma Diana Maffía,
ombudsman adjunta de la Ciudad y filósofa y especialista en estudios de género.
Las cuatro mujeres elegidas son emblemáticas porque ocuparon lugares masculinos de
poder, pero lo hicieron de modo negativo. Favorecieron un modelo de acumulación y no de
distribución del poder. Son intercambiables: da lo mismo que en lugar de ellas hubieran
estado sus padres, se explaya.
Todas
estas mujeres se caracterizan por su manifiesta adhesión y devoción al líder masculino
que las promovió a funciones ejecutivas, señala Nélida Archenti, profesora
titular de Género y Política de la UBA. Ninguna demostró en su gestión un
compromiso con el colectivo de mujeres y su estilo político aparece más centrado en el
pragmatismo y el individualismo que lleva al personalismo en la política. Representan un
modelo de hacer política de las mujeres menemistas que deriva de su
sermenemistas más que de su ser mujeres.
Sus mejores frases |
Si me solté es porque
aprendí de Carl os Menem, a quien le tengo un profundo afecto. Lo quiero mucho...
muchísimo (María Julia Alsogaray a la revista Noticias, mediados de 1990, en la
nota en que posó en Las Leñas para la famosa tapa que la mostró cubierta por un tapado
de piel).
Si hubiera usado más el cerebro y un poco menos las
piernas, no estaría en esta situación (Alsogaray, mostrando su arrepentimiento por
la foto).
Yo empecé a tener otra idea de mí cuando en una
encuesta en la que figuraba Raquel Mancini, los hombres ponderaban mis piernas. Comprendí
que no era una pánfila (María Julia a Noticias en el mismo re-
portaje.
Yo sigo siendo lo que fui siempre. Una chica paqueta. Una
chica de sociedad (...) Ahora mezclo. Puedo pasarme un fin de semana haciendo campaña y
al siguiente
ir a una fiesta paqueta. Eso una lo va incorporando cuando hace política (Alsogaray
a la revista Página/30).
No soy de nadie más que del Presidente (en enero
de 1992).
Voy a hacer cualquier cosa que me pida el
Presidente (Matilde Menéndez a El Cronista Comercial, enero de 1994).
Mi perfil es el de una señora que se levanta a la
mañana muy temprano, le hace la leche a los chicos y trabaja como presa todo el día. No
hago sociales ni exhibición de mi vida íntima (Matilde a El Cronista, 1994).
Cuando llegué a Tierra del Fuego (como interventora)
todas las mujeres se vestían con pantalones y zapatos bajos. Apenas me vieron con pollera
corta y con tacos, comenzaron a imitarme. Claro que los primeros días fue todo un
impacto. Allí nadie se vestía así. Y menos una funcionaria (Matilde Menéndez).
Menem es un ídolo. Cómo le gritábamos las mujeres en
el acto del Cervantes. El es el constructor de sus éxitos (Matilde).
Existe el machismo de una forma fuerte, violenta y hasta
irrespetuosa, de parte de algunos ministros y funcionarios de gobierno (Claudia
Bello a trespuntos, agosto de 1998, aludiendo al ministro del Interior, Carlos Corach).
Menem es mucho más que Perón (Adelina Dalesio de
Viola).
Yo pertenezco a una familia muy gorila. Nunca hubiese
pensado que iba a estar al lado de un gobierno peronista (Adelina).
Me duele la prisión de Videla. Considero que tuvo buenas
intenciones (Adelina, 10 de marzo de 1987).
Creo que la caída del Muro (de Berlín) fue barata. Creo
que 60 mil rumanos es buen precio (Adelina a Canal 2, 26 de diciembre de 1989).
Cuando una trata personalmente al
Presidente, se da cuenta de que es una
buena persona, con buenos sentimientos (Adelina). |
|