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SE MULTIPLICARON LAS DENUNCIAS DE CONSUMIDORES DESPUES DEL CORTE
La luz que encendió el apagón

El largo corte y las protestas de febrero le enseñaron a mucha gente a quejarse. Las diferentes asociaciones de consumidores coinciden en que tras el apagón se multiplicaron los reclamos que reciben diariamente. “Los usuarios han tomado conciencia de la falta de controles que existen”, dicen.

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t.gif (862 bytes)  El histórico corte de Edesur no sólo dejó un tendal de usuarios sin luz durante diez días. Las asociaciones de consumidores coinciden en que se puede hablar de un antes y un después del apagón: las demandas, desde entonces, crecieron notoriamente. Muchas sobre servicios públicos, pero también llovieron otro tipo de quejas: desde una familia que encontró que tras un video infantil seguía una película porno, hasta una mujer que perdió su perro en un viaje en tren se decidieron a reclamar. Tiempo después de que los porteños armaran barricadas en la calle y quemaran gomas para protestar contra Edesur, funcionarios chilenos y brasileros se interesaron por lo que la movilización había logrado en Argentina. Ahora, los especialistas coinciden en que el caso Edesur funcionó como “trampolín” para incentivar la movilización colectiva. Y es parte de un proceso que, según explica un experto, “permite derribar las barreras del escepticismo y de la falta de conocimiento sobre los derechos del consumidor”.
“El tema de Edesur tuvo una gran repercusión nacional y a partir de ahí los usuarios han tenido más conciencia de las faltas de controles y el estado de indefección en que se encuentran”, opina Héctor Polino, presidente de Consumidores Libres. Según Polino, desde entonces la afluencia de gente a la asociación, para hacer consultas o demandas, aumentó en un 20 por ciento. “En nuestro caso –señala– la mayor cantidad de reclamos están relacionados con el tema telefónico por las consecuencias derivadas del rebalanceo. Sobre todo con Telefónica de Argentina, que durante tres bimestres no mandó las boletas a los usuarios de Buenos Aires. Eso generó problemas porque los usuarios de menos recursos no tienen capacidad de ahorro”.
En la Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios (Adecua), la cifra se cuadruplicó. “Por día recibimos no menos de 30 personas de cualquier tipo de reclamos”, relata Osvaldo Riopedre, director ejecutivo de Adecua. “Antes del problema con Edesur –agrega– venían unas 10 o 15. El 70 por ciento viene por el tema servicios públicos y en el 30 por ciento restante predominan los reclamos a los tiempos compartidos”. Sandra González, presidenta de Adecua, alarga la lista de rubros con los cuales los usuarios no están conformes: telefonía celular, planes de ahorro, seguros de autos, prepagas, tarjetas de crédito. “Estamos rebalsados”, resume.
Para Patricia Vaca Narvaja, presidenta de Consumidores Argentinos, la afluencia de usuarios también aumentó. “Hubo días en los que con el tema de Edesur teníamos 100 personas, ahora aproximadamente recibimos entre 20 y 25 personas diarias. Y antes del apagón, nuestro promedio era de 12 reclamos o consultas por día”, señala. “Ahora estamos recibiendo reclamos por el cierre de las oficinas de Telecom –comenta–, porque la gente sólo puede reclamar por el 112. También tenemos muchos reclamos contra los teléfonos celulares, porque les regalan los aparatos y les mienten, y cuando la gente se da cuenta de que lo prometido no es cierto, le cobran el derecho de conexión: 220 pesos más IVA”.
Acción del Consumidor (Adelco) tiene 18 años y, según su titular Ana María Luro, “275.000 casos atendidos”. Para Luro, si bien ha habido un aumento en la participación de los usuarios, “la gente se ha quejado siempre”. En Adelco, el 21 por ciento de los reclamos corresponde a servicios públicos. Detrás se ubican otros rubros: medicina prepaga, el 11 por ciento; tarjetas de crédito, el 9; impuestos y servicios, un 7 por ciento; tiempos compartidos, un 6, y sigue la lista.
De todas formas algunos coinciden en que las demandas son “estacionales”: hay meses en los que predomina un tema específico. Esto tiene que ver también con la difusión que tienen los casos. Los medios funcionan como disparadores para nuevas denuncias.
Los Tribunales Arbitrales de Consumo, dependientes de la Dirección Nacional de Comercio Interior, fueron creados en marzo del año pasado. Hasta el momento, 3308 personas se acercaron a presentar sus reclamos, delos cuales más del 40 por ciento fue recibido en los últimos cuatro meses. “Además de haber advertido que hay una importante cantidad de reclamos después del corte, el aumento tiene que ver con que la gente se informa cada vez más. Lo que pasa es que distintos contextos sociales llevaban a que no estuviéramos atentos a estos derechos del consumidor, años atrás teníamos en cuenta derechos más ‘sensibles’”, señala José Luis Laquidara, coordinador de los Tribunales.
En ese sentido, Francisco Cullen, coordinador del Programa de Participación y Fiscalización Ciudadana de la fundación Poder Ciudadano, opina que “la Argentina tiene una historia de poca participación, desde la época de los caudillos hasta las democracias, que siempre estuvieron interrumpidas”. “Sin embargo –aclara–, la crisis de representatividad de los partidos políticos y los sindicatos, el surgimiento de nuevos canales, como las ONG y los medios, y los 16 años de democracia contribuyen a que la gente se exprese más. Lo de Edesur es un primer síntoma de que la gente quiere luchar cada vez más para que se respeten sus derechos”. Según Cullen, la participación ciudadana forma parte de un proceso que lleva tiempo. “Hay que derribar la barrera del escepticismo y la de la falta de conocimiento. Estas barreras se van rompiendo con los casos resueltos. Y lo bueno del caso Edesur es que tuvo mucha visibilidad pública”. Por eso, señala, “sociedades como la de Estados Unidos, con muchos años de democracia, tienen tanta participación ciudadana”. Y por eso también, agrega, “Chile se sorprendió de lo que pagó Edesur en nuestro país”.

Producción: Sonia Santoro.

 

DONDE QUEJARSE
Lo que hay que saber

Si el problema es con algún servicio público, se puede recurrir a los entes reguladores del sector. También se puede reclamar ante las diferentes asociaciones de consumidores:
ron2.gif (93 bytes)   Adelco 4371-0846/8821. Pte. Perón 1558, 7º piso, de 9 a 18.30. Atiende sólo a socios con una cuota anual de 37 pesos.
ron2.gif (93 bytes)   Adecua 4374-5420/0420. Callao 157 9º C. Atención gratuita de lunes a viernes de 15 a 19. Los socios pagan 2 pesos por mes y reciben información de educación al consumidor.
ron2.gif (93 bytes)   Consumidores Argentinos 4954-4994 o 4953-9691, int. 247. Sarmiento 2026, 4º piso. Atención gratuita lunes, miércoles y jueves de 14 a 17.30. Los socios pagan 15 pesos por mes y pueden concurrir, además, los viernes de 10 a 12.30.
En las asociaciones también se reciben denuncias sobre conflictos con la compra de un producto o la contratación de un servicio. En este tema también se puede recurrir a:
ron2.gif (93 bytes)   Dirección de protección jurídica del consumidor del Gobierno Autónomo de la Ciudad. 4373-
6767/6784. Uruguay 740, de lunes a viernes de 10 a 15 (si el hecho ocurrió en Capital Federal).
ron2.gif (93 bytes)   Dirección de defensa del consumidor de la provincia de Buenos Aires. 4393-7826/8415. Av. Corrientes 672, de lunes a viernes de 9.30 a 15 (si el hecho pasó en la provincia).
ron2.gif (93 bytes)   Los Tribunales Arbitrales de Consumo. 0800-666-1518 (8 a 20) o 43494168/72. Diagonal J. A. Roca 651, 5º piso, de lunes a viernes de 9 a 18. El trámite es gratuito.
Para todo tipo de reclamos, incluso los vinculados con administraciones gubernamentales públicas:
ron2.gif (93 bytes)   Defensor del Pueblo de la Nación 4819-1509 o 4815-7412. Montevideo 1244, de lunes a viernes de 9 a 18.
ron2.gif (93 bytes)   Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires. 4382-7108/7201 o 4383-3657. Belgrano 1876 3º piso, de lunes a viernes de 8 a 15.


 

LOS CONSUMIDORES SEGUN UNA INVESTIGADORA
“La desprotección se puso en evidencia”

Por Mariana Carbajal

t.gif (862 bytes) ”El apagón de Edesur puso en discusión, explícitamente, cómo quedaron los derechos del consumidor frente a la nueva estructura de las ex empresas públicas. Si hasta ahora la falta de regulación del Estado aparecía como un discurso de algunos políticos o economistas, este evento la puso en evidencia: mostró la cara de desprotección del consumidor ante los monopolios privados”, evaluó Catalina Smulovitz, investigadora del Conicet y profesora del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Torcuato Di Tella, al analizar el fenómeno generado en las asociaciones de consumidores, tras el gran corte de luz.
–¿Cómo explica el aumento de reclamos de consumidores que se produjo luego del colapso de Edesur?
–En realidad, hace tiempo se viene dando un incremento de los reclamos de los consumidores. Después del apagón, es factible que haya habido un pico de quejas, pero para hablar de un cambio de actitud hay que esperar algunos meses, para ver si la tendencia se mantiene. Puede ser un impulso del momento, por la bronca. Lo que sí hizo este episodio fue mostrar la cara de desprotección del consumidor ante los monopolios privados.
–¿El argentino es un consumidor pasivo?
–Mi impresión es que no necesariamente somos menos quejosos. El número de quejas que se reciben en las oficinas del ombudsman nacional y de la ciudad de Buenos Aires, en comparación con defensorías del pueblo europeas, es bastante alto. El punto que hay que analizar es si hay incentivos o no para quejarse. Si el reclamo no va a redituar en alguna reparación, la gente deja de quejarse.
–¿Las leyes son ambiguas en ese sentido?
–El problema es que el panorama es muy diverso en cuanto a qué cosas uno puede reclamar y qué cosas van a ser reparadas. Más que la existencia o no de leyes que amparen al consumidor, lo que puede desincentivarlo a quejarse es la complejidad del trámite de reclamo. Hay cierto ámbitos donde efectivamente la gente tiene muchas posibilidades de reclamar con éxito, pero para saberlo tiene que averiguarlo y, a veces, también es complejo el acceso a la información para poder hacer uso de los derechos del consumidor.
–¿Por qué las asociaciones de consumidores no tienen el mismo peso que en otros países, y funcionan más como intermediarias que como representantes?
–Una de las razones podría tener que ver con la legislación argentina: hasta la reforma constitucional de 1994, no existía la posibilidad de realizar amparos colectivos y, por lo tanto, una asociación no podía representar un interés difuso.
–En un contexto de despolitización, ¿la pelea por los derechos del consumidor puede convertirse en motor de movilización ciudadana?
–Una cosa es la desmovilización política y otra distinta, la movilización en relación con derechos de consumidor. Los derechos políticos y civiles hacen referencia a bienes que la gente puede percibir como más lejanos, en cambio, el hecho de recibir un producto con una falla, se percibe como un bien más directo. Por lo tanto, se podría suponer que, aun en situaciones de amplia desmovilización, puede haber mayor movilización en relación con reclamos económicos o de consumidor. Salvo casos particulares como el de Edesur, que tiene que ver con un reclamo generalizado, en realidad, el del consumidor es un derecho que atomiza a la gente, porque el afectado es un individuo.
–Es decir, la movilización de la gente tendrá mucho que ver con el bien que se consume.
–Exacto. Y para que el reclamo ciudadano tenga alguna efectividad, las empresas tienen que visualizarlo como un costo. La gente dispone de instrumentos blandos y duros para generarles costos, por ejemplo, afectando su imagen. Los primeros tienen que ver con el ruido que puedenhacer frente a un mal servicio. Los más duros están relacionados con la realización de litigios judiciales.

 

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