Los seguidores de Domingo Antonio Bussi y su retoño Ricardito juntaron las banderas y los bombos. Todos conocían el camino rumbo a la Plaza Independencia, frente a la Casa de Gobierno tucumana. Pero cuando llegaron a celebrar el triunfo en las elecciones otros festejantes habían copado la plaza. El lugar era azul y amarillo y atronaba el estribillo "pan y vino, pan vino, el que no es hincha de Boca para qué carajo vino".
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