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Por R. C. A las seis de la tarde del domingo todos los medios dieron a conocer las que se convertirían en vedettes de la elección tucumana: las encuestas de boca de urna que, sin excepciones, consagraban el triunfo de Ricardo Bussi, hijo del ex dictador Antonio Domingo Bussi. Prácticamente fue proclamado gobernador de la provincia de Tucumán, algo que aceptaron hasta sus opositores al aceptar la derrota, y así lo reflejaron los diarios del lunes. Ayer a la mañana, los cómputos oficiales revelaron que la elección está reñida con leve ventaja para Julio Miranda, el candidato del PJ, y pusieron en tela de juicio la validez de las bocas de urna dadas a conocer al momento de terminar la elección. La consultora Graciela Römer, el periodista Nelson Castro y los expertos en comunicación Luis Alberto Quevedo y Alicia Entel reflexionaron sobre el tema para Página/12. uGraciela Römer (consultora) Ya hubo serios problemas con las predicciones en elecciones anteriores. Las últimas mediciones vienen dando resultados erróneos, y esto ocurre porque en la Argentina hay una baja tradición de boca de urna. Las consultoras locales no tienen suficiente experiencia. Entonces, puede tomarse un mal diseño muestral, una muestra no representativa o cometerse errores en el momento de la toma de datos. El electorado vota a diferentes horas del día, y a veces por problemas técnicos y/o de falta de infraestructura se termina de realizar la encuesta al mediodía. Hay que tener cuidado con esto porque a esa hora no necesariamente la tendencia está definida: el electorado de la mañana puede ser distinto al de la tarde y en ciertos contextos electorales la gente tiende a no declarar su voto. Otro de los problemas que ha suscitado la diferencia entre la información aparecida en la tapa de los diarios y la que dieron las encuestas de boca de urna es que en la inexperiencia en el manejo de los sondeos también participan los medios. Pueden decir que una fuerza política está por encima de otra cuando hay uno o dos puntos de diferencia y el error muestral con el que trabajamos los investigadores es de tres o cuatro puntos. Para poder estimar lo que está sucediendo a nivel de la población real tengo que considerar el error muestral. La boca de urna tiene más que ver con una necesidad de los medios de comunicación de conocer los resultados de una elección que con una necesidad de la gente. Este sistema también tiene otro componente: muchas veces, en elecciones sospechadas de fraude, puede servir para que un partido pueda controlar los resultados. uLuis Alberto Quevedo (comunicólogo) Los medios están en un momento de enorme competencia por la primicia y tratan de adelantarse a los hechos. Tienen, por ejemplo, esa especie de obsesión de que en las elecciones hay que poner el resultado en pantalla dos minutos antes de las seis de la tarde, para ganarle a la competencia. La lógica actual de los multimedios no permite la espera, y ahí es donde se cometen los errores. A esto hay que sumarle una cuestión relacionada con la cultura de la época: estamos insertados en una mitología del instante. Entonces, si un medio no te dio el resultado parece que no funcionara como tal. Es parte de la mitología técnica, una mitología de la que participamos todos los ciudadanos. uNelson Castro (periodista) El boca de urna es un mal sistema. Ya se produjeron errores antes, pero es la primera vez que por un margen tan estrecho de diferencia cambió el ganador. Las elecciones están marcando que hay un error grande en las encuestas. Cuando hay márgenes estrechos, ese sistema no puede servir para definir una elección. Esto debe llamar a las responsabilidad de todos los sectores (empezando por los partidos políticos), a mejorar el sistema de escrutinio y los procedimientos democráticos. La Ley de Lemas debe terminar. Para nosotros, los integrantes de los medios de comunicación,esto es una enseñanza: debemos ser muy prudentes con el manejo de la información. Esto debe funcionar como un serio llamado de atención en cuanto al manejo desenfrenado de querer tener rápido la información que ya ha inducido al error en oportunidades anteriores, pero nunca antes a un error tan grave. uAlicia Entel (comunicóloga) Creí hasta tal punto que había ganado Bussi que fui a leer un libro de antropología que trata de explicar el fenómeno del bussismo en Tucumán. Creo que este error que se ha cometido habla de cómo estamos construyendo la democracia. Todos los factores tienen responsabilidad en esto. Los medios, los ciudadanos que no denunciamos que se está faltando a la verdad. Todos permitimos que se generen acontecimientos ilusorios. Considero que esto sucede porque la población no está muy interesada en la política. Si algo así hubiera ocurrido en el fútbol, los hinchas hubieran incendiado el estadio. En cambio, los tejes y manejes de los políticos, si no afectan a la vida cotidiana de la población, no se tienen en cuenta. Salvo los sectores que están muy comprometidos socialmente, como son, por ejemplo, los organismos de derechos humanos, el conjunto social está muy preocupado por el trabajo y la seguridad. Hasta tal punto es así, que creo que si Bussi ofreciera seguridad y trabajo a la comunidad, no daría tanto asco como da actualmente.
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