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MAS ANUNCIOS DE PAZ, MAS REUNIONES Y MAS BOMBAS SOBRE SERBIA
Mucha Rusia pero pocas nueces

El Grupo de los Ocho se reunirá hoy en Bonn y el Consejo de Seguridad de la ONU lo hará en Nueva York. Las negociaciones están trabadas por la interposición de Rusia entre las demandas de la OTAN y las de Milosevic.

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t.gif (862 bytes)  Los cancilleres del Grupo de los Ocho (los países más industrializados del mundo más Rusia) alargaron para hoy su encuentro en la ciudad alemana de Bonn. El Consejo de Seguridad de la ONU hizo lo mismo. Las tratativas para llegar a la paz en el conflicto entre la OTAN y Yugoslavia permanecen en una torre de Babel diplomática. Yugoslavia condicionó el retiro de sus tropas en Kosovo a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Pero Rusia pretende hacer valer su veto frente a cualquier decisión que no esté precedida de un cese del fuego. Y la OTAN no piensa dejar de bombardear hasta que las tropas serbias no inicien una retirada. Frente a este panorama, los esfuerzos occidentales están dirigidos a votar una resolución en la ONU deteniendo al mismo tiempo los bombardeos, según reconoció el canciller francés Hubert Védrine. Mientras tanto, las bombas siguen cayendo sobre Yugoslavia (ver nota aparte).
Las negociaciones entre los altos mandos militares serbios y aliados se habían interrumpido anteayer en la ciudad de Kumanovo, en Macedonia (país vecino a la provincia yugoslava de Kosovo). Los diarios abandonaron el triunfalismo que tenían la semana pasada y empezaron a resignarse a hablar de “fracaso”. “De la misma forma en que no había motivos para ser ampliamente optimistas el viernes, no hay motivos hoy para ser ampliamente pesimistas”, dijo el portavoz del Pentágono, Kenneth Bacon. Según fuentes cercanas a los encuentros, lo que dificulta el acuerdo son detalles “técnicos”, como el hecho de que los serbios pretendan mantener 10.000 a 15.000 efectivos en Kosovo, según el canciller británico Robin Cook.
El general británico Michael Jackson, que lidera las negociaciones en Macedonia por la parte aliada, declaró ayer que la pretensión de sus pares yugoslavos “no garantiza la seguridad de la gente de Kosovo y son inconsecuentes con el acuerdo de Martti Ahtisaari (presidente finlandés y enviado de la Unión Europea) y Viktor Chernomyrdin (enviado ruso para los Balcanes)”. El portavoz de la Cancillería yugoslava, Nebojsa Vujovic, aclaró que “nosotros tenemos mandato para realizar un acuerdo técnico basado en una presencia internacional establecida por una decisión del Consejo de Seguridad de la ONU”. Para el ministro de Defensa británico George Robertson, “esta falta de avances es una muestra de mala fe y de engaño que es demasiado familiar en el historial de Milosevic y que exige una dura y severa respuesta”.
Por detrás de este endurecimiento de posiciones, los dos frentes diplomáticos abiertos en Bonn y en Nueva York buscan romper el círculo vicioso de posiciones que se muerden la cola. En Alemania, los ministros de Asuntos Exteriores del G-8 se pusieron de acuerdo en 17 de los 20 puntos establecidos en el plan elaborado por Chernomyrdin, Ahtisaari y el subsecretario de Estado norteamericano, Strobe Talbott. El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Joschka Fischer, dijo que una de las causas de la suspensión de las conversaciones fue la imposibilidad del canciller ruso, Igor Ivanov, de consultar la posición a tomar en estos aspectos con su presidente Boris Yeltsin. Pero otras fuentes diplomáticas alemanas afirmaron que existen otros dos puntos de asperezas: cómo intervendrán las tropas rusas en una fuerza de paz dominada por la OTAN y qué ocurrirá con los procesos contra los líderes serbios iniciados hace dos semanas en el Tribunal Penal Internacional de La Haya para la ex Yugoslavia.
Para salir de esta situación, el canciller francés Hubert Védrine propuso “una sincronización entre la preparación y la votación de la resolución y la firma del acuerdo militar-técnico, el comienzo de la retirada de las fuerzas de Kosovo y la suspensión de los ataques de la OTAN”. El canciller italiano Lamberto Dini anunció que “estamos en la recta final y podríamos obtener un acuerdo de paz antes de las elecciones europeas”, que se realizarán el 13 de junio. Un portavoz del premier británico Tony Blair tradujo sus esperanzas en una forma más sencilla: “Ahtisaari, tras su conversación telefónica con Milosevic, tiene la impresión de que cederá de nuevo”.

 

Claves
* Yugoslavia exige que el Consejo de Seguridad de la ONU autorice el despliegue de una fuerza internacional de paz sobre Kosovo y subordina la retirada de sus tropas serbias en la provincia a este punto.
* Rusia tiene poder de veto en este organismo y condiciona su voto al inmediato cese de fuego de la OTAN.
* A su vez, la OTAN condiciona el cese del fuego a un plan efectivo y visible de retirada de las tropas serbias de la provincia.
* A pesar de la aprobación conjunta del plan de paz en el marco del Grupo de los Ocho, persisten las diferencias entre Rusia y la OTAN. Los rusos no quieren que sus tropas de paz estén bajo el mando aliado y reclaman garantías para que los líderes serbios no sean juzgados en La Haya, donde Milosevic ya fue acusado.
* En caso de un acuerdo que supere todas estas trabas, el plazo para el retiro completo de las tropas serbias sería de una a dos semanas.
* Se crearía de una zona de seguridad de 25 km entre Kosovo y el resto
de Serbia.


Una OTAN enfurecida es la Fuerza Aérea de los guerrilleros albaneses

Con la ayuda de la OTAN, el Ejército de Liberación de Kosovo está recuperando posiciones clave en la frontera de Albania con la provincia yugoslava.

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The Guardian
de Gran Bretaña

Por John Hooper
Desde Morina, norte de Albania

t.gif (862 bytes) El íntegro e intimidante proceso llevó más de una hora, lo suficiente para que las tropas serbias en y alrededor del Monte Pastrik desearan fervientemente que ayer el destino los hubiera guiado a cualquier otro lado, menos a éste. Mientras los diplomáticos se demoraban en la mesa de negociaciones en Bonn, la OTAN estaba emitiendo un mensaje más directo a los militares serbios en la montaña que, durante más de dos semanas, fue la escena de un lucha feroz con el Ejército de Liberación de Kosovo (UCK). Desde tierra parecía una lección de la furia de la OTAN.
Los bombarderos B-52 no fueron a matar directamente. Se acercaron a la frontera entre Albania y Kosovo en círculos gigantes. Y cada vez, el borde que conducía al círculo se acercaba perceptiblemente a la frontera donde ellos estaban parados. Desde tierra, parecía como si dos aviones desaparecieran sobre las colinas al sur del río Drin, pero reaparecían nuevamente al final de un valle a lo largo del río, que conducía a la cercana ciudad de Kukes. A medida que los B-52 –cada uno llevando una poderosa carga de bombas de fragmentación– se dirigían hacia la frontera en su segunda vuelta, un grupo de casi 100 hombres albaneses étnicos, sucios y desconsolados, liberados de una prisión en Kosovo, aparecían en el puesto de frontera.
Con los rastros de vapor avanzando rápidamente en nuestra dirección, el potencial para una catástrofe humanitaria, en caso de que las bombas erraran su blanco, era evidente. Los miembros del ACNUR (Alto Comisionado de la ONU para Refugiados) apuraban a los hombres a través de los reporteros y los equipos de camarógrafos hacia los ómnibus para llevarlos a Kukes. Para las tropas serbias en la ribera opuesta del río Drin, el tiempo que les llevó a los bombarderos aparecer, desaparecer y reaparecer cinco veces les debe haber parecido una eternidad. Ya el domingo se habían enfrentado a bombas de fragmentación alrededor del pueblo de Gorazhup. Pero cuando los B-52 finalmente lanzaron su carga explosiva, lo hicieron en blancos más altos que las laderas occidentales del Monte Pastrik. La primera señal fue una gruesa nube de humo malva con un brillante centro rojo. Luego se escuchó una crepitante explosión. Luego otra.
na20fo02.jpg (18808 bytes)Regresaron minutos más tarde, atacando otro blanco en la misma área y luego otra más adentro de Kosovo. El ataque silenció la batalla de artillería entre los serbios y la UCK que se había escuchado durante una hora. Todo el día, el cielo sobre el río Drin reverberó con el sonido de los aviones rondando. Antes y después del ataque de los grandes bombarderos, los aviones antitanques A-10 Warthogs hicieron blanco. En un determinado momento, dos Warthogs se podían ver claramente circulando con una tercera aeronave que puede haber sido un F-16. Su ataque parece haber sido sobre los cañones que el sábado a la noche les dispararon a ciudades y pueblos bien adentro de Albania. Dos chicas resultaron heridas en los bombardeos. Después de que los B-52 partieron hacia sus bases, y los serbios más allá de Gorazhup sin duda dejaban escapar un suspiro de alivio, los Warthogs regresaron volando bajo para bombardear el área que los B-52 no habían atacado.
Es claramente un interés del Ejército de Liberación de Kosovo el dirigirse al vacío creado por un retiro serbio: cuanto más terreno estén ocupando los guerrilleros separatistas para el momento en que llegue la OTAN y cuantos más sacrificios hayan hecho por tomarlo, más fuerte será la posición del UCK en un nuevo Kosovo. Habiendo tenido que retirarse de Gorazhub por la artillería serbia a comienzos de la semana pasada, los guerrilleros del UCK parecen haber retomado el pueblo el sábado. Por cierto, los artilleros serbios estaban atacándolo nuevamente.

Traducción: C. D.

 

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