Los
cancilleres del Grupo de los Ocho (los países más industrializados del mundo más Rusia)
alargaron para hoy su encuentro en la ciudad alemana de Bonn. El Consejo de Seguridad de
la ONU hizo lo mismo. Las tratativas para llegar a la paz en el conflicto entre la OTAN y
Yugoslavia permanecen en una torre de Babel diplomática. Yugoslavia condicionó el retiro
de sus tropas en Kosovo a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Pero Rusia
pretende hacer valer su veto frente a cualquier decisión que no esté precedida de un
cese del fuego. Y la OTAN no piensa dejar de bombardear hasta que las tropas serbias no
inicien una retirada. Frente a este panorama, los esfuerzos occidentales están dirigidos
a votar una resolución en la ONU deteniendo al mismo tiempo los bombardeos, según
reconoció el canciller francés Hubert Védrine. Mientras tanto, las bombas siguen
cayendo sobre Yugoslavia (ver nota aparte).
Las negociaciones entre los altos mandos militares serbios y aliados se habían
interrumpido anteayer en la ciudad de Kumanovo, en Macedonia (país vecino a la provincia
yugoslava de Kosovo). Los diarios abandonaron el triunfalismo que tenían la semana pasada
y empezaron a resignarse a hablar de fracaso. De la misma forma en que
no había motivos para ser ampliamente optimistas el viernes, no hay motivos hoy para ser
ampliamente pesimistas, dijo el portavoz del Pentágono, Kenneth Bacon. Según
fuentes cercanas a los encuentros, lo que dificulta el acuerdo son detalles
técnicos, como el hecho de que los serbios pretendan mantener 10.000 a 15.000
efectivos en Kosovo, según el canciller británico Robin Cook.
El general británico Michael Jackson, que lidera las negociaciones en Macedonia por la
parte aliada, declaró ayer que la pretensión de sus pares yugoslavos no garantiza
la seguridad de la gente de Kosovo y son inconsecuentes con el acuerdo de Martti Ahtisaari
(presidente finlandés y enviado de la Unión Europea) y Viktor Chernomyrdin (enviado ruso
para los Balcanes). El portavoz de la Cancillería yugoslava, Nebojsa Vujovic,
aclaró que nosotros tenemos mandato para realizar un acuerdo técnico basado en una
presencia internacional establecida por una decisión del Consejo de Seguridad de la
ONU. Para el ministro de Defensa británico George Robertson, esta falta de
avances es una muestra de mala fe y de engaño que es demasiado familiar en el historial
de Milosevic y que exige una dura y severa respuesta.
Por detrás de este endurecimiento de posiciones, los dos frentes diplomáticos abiertos
en Bonn y en Nueva York buscan romper el círculo vicioso de posiciones que se muerden la
cola. En Alemania, los ministros de Asuntos Exteriores del G-8 se pusieron de acuerdo en
17 de los 20 puntos establecidos en el plan elaborado por Chernomyrdin, Ahtisaari y el
subsecretario de Estado norteamericano, Strobe Talbott. El ministro de Asuntos Exteriores
alemán, Joschka Fischer, dijo que una de las causas de la suspensión de las
conversaciones fue la imposibilidad del canciller ruso, Igor Ivanov, de consultar la
posición a tomar en estos aspectos con su presidente Boris Yeltsin. Pero otras fuentes
diplomáticas alemanas afirmaron que existen otros dos puntos de asperezas: cómo
intervendrán las tropas rusas en una fuerza de paz dominada por la OTAN y qué ocurrirá
con los procesos contra los líderes serbios iniciados hace dos semanas en el Tribunal
Penal Internacional de La Haya para la ex Yugoslavia.
Para salir de esta situación, el canciller francés Hubert Védrine propuso una
sincronización entre la preparación y la votación de la resolución y la firma del
acuerdo militar-técnico, el comienzo de la retirada de las fuerzas de Kosovo y la
suspensión de los ataques de la OTAN. El canciller italiano Lamberto Dini anunció
que estamos en la recta final y podríamos obtener un acuerdo de paz antes de las
elecciones europeas, que se realizarán el 13 de junio. Un portavoz del premier
británico Tony Blair tradujo sus esperanzas en una forma más sencilla: Ahtisaari,
tras su conversación telefónica con Milosevic, tiene la impresión de que cederá de
nuevo.
Claves
* Yugoslavia exige que el Consejo de Seguridad de la ONU autorice el despliegue de una
fuerza internacional de paz sobre Kosovo y subordina la retirada de sus tropas serbias en
la provincia a este punto.
* Rusia tiene poder de veto en este organismo y condiciona su voto al inmediato cese de
fuego de la OTAN.
* A su vez, la OTAN condiciona el cese del fuego a un plan efectivo y visible de retirada
de las tropas serbias de la provincia.
* A pesar de la aprobación conjunta del plan de paz en el marco del Grupo de los Ocho,
persisten las diferencias entre Rusia y la OTAN. Los rusos no quieren que sus tropas de
paz estén bajo el mando aliado y reclaman garantías para que los líderes serbios no
sean juzgados en La Haya, donde Milosevic ya fue acusado.
* En caso de un acuerdo que supere todas estas trabas, el plazo para el retiro completo de
las tropas serbias sería de una a dos semanas.
* Se crearía de una zona de seguridad de 25 km entre Kosovo y el resto
de Serbia. |
Una OTAN enfurecida es la Fuerza Aérea de los guerrilleros
albaneses
Con la ayuda de la OTAN, el Ejército
de Liberación de Kosovo está recuperando posiciones clave en la frontera de Albania con
la provincia yugoslava. |
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The Guardian
de Gran Bretaña
Por John Hooper
Desde Morina, norte de Albania
El íntegro e intimidante
proceso llevó más de una hora, lo suficiente para que las tropas serbias en y alrededor
del Monte Pastrik desearan fervientemente que ayer el destino los hubiera guiado a
cualquier otro lado, menos a éste. Mientras los diplomáticos se demoraban en la mesa de
negociaciones en Bonn, la OTAN estaba emitiendo un mensaje más directo a los militares
serbios en la montaña que, durante más de dos semanas, fue la escena de un lucha feroz
con el Ejército de Liberación de Kosovo (UCK). Desde tierra parecía una lección de la
furia de la OTAN.
Los bombarderos B-52 no fueron a matar directamente. Se acercaron a la frontera entre
Albania y Kosovo en círculos gigantes. Y cada vez, el borde que conducía al círculo se
acercaba perceptiblemente a la frontera donde ellos estaban parados. Desde tierra,
parecía como si dos aviones desaparecieran sobre las colinas al sur del río Drin, pero
reaparecían nuevamente al final de un valle a lo largo del río, que conducía a la
cercana ciudad de Kukes. A medida que los B-52 cada uno llevando una poderosa carga
de bombas de fragmentación se dirigían hacia la frontera en su segunda vuelta, un
grupo de casi 100 hombres albaneses étnicos, sucios y desconsolados, liberados de una
prisión en Kosovo, aparecían en el puesto de frontera.
Con los rastros de vapor avanzando rápidamente en nuestra dirección, el potencial para
una catástrofe humanitaria, en caso de que las bombas erraran su blanco, era evidente.
Los miembros del ACNUR (Alto Comisionado de la ONU para Refugiados) apuraban a los hombres
a través de los reporteros y los equipos de camarógrafos hacia los ómnibus para
llevarlos a Kukes. Para las tropas serbias en la ribera opuesta del río Drin, el tiempo
que les llevó a los bombarderos aparecer, desaparecer y reaparecer cinco veces les debe
haber parecido una eternidad. Ya el domingo se habían enfrentado a bombas de
fragmentación alrededor del pueblo de Gorazhup. Pero cuando los B-52 finalmente lanzaron
su carga explosiva, lo hicieron en blancos más altos que las laderas occidentales del
Monte Pastrik. La primera señal fue una gruesa nube de humo malva con un brillante centro
rojo. Luego se escuchó una crepitante explosión. Luego otra.
Regresaron minutos más tarde, atacando otro blanco en la misma área y luego
otra más adentro de Kosovo. El ataque silenció la batalla de artillería entre los
serbios y la UCK que se había escuchado durante una hora. Todo el día, el cielo sobre el
río Drin reverberó con el sonido de los aviones rondando. Antes y después del ataque de
los grandes bombarderos, los aviones antitanques A-10 Warthogs hicieron blanco. En un
determinado momento, dos Warthogs se podían ver claramente circulando con una tercera
aeronave que puede haber sido un F-16. Su ataque parece haber sido sobre los cañones que
el sábado a la noche les dispararon a ciudades y pueblos bien adentro de Albania. Dos
chicas resultaron heridas en los bombardeos. Después de que los B-52 partieron hacia sus
bases, y los serbios más allá de Gorazhup sin duda dejaban escapar un suspiro de alivio,
los Warthogs regresaron volando bajo para bombardear el área que los B-52 no habían
atacado.
Es claramente un interés del Ejército de Liberación de Kosovo el dirigirse al vacío
creado por un retiro serbio: cuanto más terreno estén ocupando los guerrilleros
separatistas para el momento en que llegue la OTAN y cuantos más sacrificios hayan hecho
por tomarlo, más fuerte será la posición del UCK en un nuevo Kosovo. Habiendo tenido
que retirarse de Gorazhub por la artillería serbia a comienzos de la semana pasada, los
guerrilleros del UCK parecen haber retomado el pueblo el sábado. Por cierto, los
artilleros serbios estaban atacándolo nuevamente.
Traducción: C. D.
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