La Facultad de Ciencias Sociales (UBA) dictará un programa de extensión en zonas carenciadas para enseñar a los desempleadosa enfrentar la discriminación de clase que ejerce el mercado. |
Por Cecilia Sosa Con la certeza de que tener o no tener empleo no es una cuestión de suerte, la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) lanzó el Programa de capacitación en estrategias de búsqueda y presentación laboral. El proyecto empezará a funcionar en clubes de barrio, sociedades de fomento, escuelas, instituciones religiosas y asociaciones comunitarias de zonas carenciadas de la Capital y del Gran Buenos Aires. El mercado laboral discrimina por clases sociales. No evalúa sólo capacidades técnicas, sino atributos culturales: la vestimenta, cierto dominio del lenguaje, destrezas y seguridades, la pertenencia a un determinado sector y la posesión de cierta educación informal. Todo esto aparece enmascarado bajo la demanda de buena presencia, que oculta mucho más que cuestiones estéticas explica el sociólogo Leonardo Moretta, coordinador del programa. Pero todo esto puede ser transferido a los sectores populares a través del voluntarismo universitario, asegura el investigador del Conicet, de 28 años. El programa Buscando Trabajo es un muy buen modo de acercar la universidad a la gente y ayudarla a conseguir empleo asegura el profesor consulto Floreal Forni que, junto con el profesor Julio Testa, es asesor académico del programa. Su dinámica le permite llegar a muchos más espacios que la educación formal. Podrá tener un efecto multiplicador, aventura Forni, que además coordina el área de religión y pobreza del Conicet.Dónde buscar empleo, cómo redactar una carta de presentación laboral o un currículum y cómo sortear con éxito una entrevista, son los ejes del programa. A partir de un diagnóstico de la situación de los participantes, los organizadores propondrán jornadas teórico-prácticas, divididas en grupos por edades: jóvenes y desocupados desalentados. Cada uno de los encuentros tiene un objetivo rector. El primero es enseñar dónde y cómo buscar. Creemos que nunca hay una única opción. Por eso, para prevenir embustes, intentamos romper con la cultura de los clasificados como única estrategia de búsqueda. Estimulamos la consulta en bolsas de trabajo y la presentación espontánea en empresas; así como la búsqueda entre familiares o conocidos, dice Moretta. Otra de las etapas estará dedicada a brindar estrategias para la presentación escrita. Llevamos modelos de cartas y currículums. Ayudamos a pensar estratégicamente para llegar al conocimiento de las propias capacidades, pero también de las limitaciones, comenta. También se recrea la situación de entrevista de selección. Aquí, es donde los sectores populares suelen ser más discriminados porque desconocen los códigos y la cultura de los selectores de personal, que habitualmente pertenecen a una clase distinta, advierte Moretta. Por eso, los participantes tienen la oportunidad de vivir la entrevista tanto desde la perspectiva del entrevistado, como de la del entrevistador y del espectador. Todo esto ayuda a perder el miedo. Y al enfrentarse a la situación real, el comportamiento logrado es mucho más desenvuelto, apunta. También se dará preparación para enfrentar tests de evaluación psicológica. Moretta, subraya que la clave para acceder a un bueno empleo es entenderlo como un proceso gradual. La mejor manera de buscar trabajo es teniendo trabajo dice. Por eso, aconsejamos tomar puestos de trabajo temporario que brinden una capacitación mínima para avanzar en un proceso de gradual ascenso. Y advierte: La desocupación no es sólo un problema de oferta y demanda, sino de la discriminación en la selección de personal. La cantidad de clases que incluirá el curso estará sujeta al acuerdo con la institución que lo dicte, pero el ideal son ocho clases. El costo es de 2,5 pesos por participante, por clase. No obstante, los organizadores insisten en que la prioridad es que el programa llegue y pueda aplicarse casi sin costos. La Secretaría de Extensión Universitaria de CienciasSociales otorgará certificados académicos. Las instituciones interesadas pueden solicitar una entrevista al 4662-6511. La convocatoria también está abierta para graduados o alumnos avanzados que quieran sumarse al programa como capacitadores. Los sectores populares suelen ver a la universidad como algo distante alienta Moretta. Para saltar esa barrera sólo hace falta el voluntarismo del universitario, un diálogo de igual a igual y la humildad de transferir conocimiento sin pretensiones de rigidez académica.
Las facultades diluyen la unidadde la universidad
Por Javier Lorca
Para dar respuesta a los desafíos de la época hacen falta sistemas flexibles,
donde la racionalidad de las decisiones no esté marcada por sectores atrincherados que
defienden recursos. José Luis Coraggio es el rector de la Universidad Nacional de
General Sarmiento (UNGS), una de las casas de estudios superiores creadas en el conurbano
bonaerense durante la presidencia Menem. Su crítica está dirigida a la división en
facultades de las universidades, sistema que desde su nacimiento en 1993 la UNGS
desdeñó, mientras perseguía una estructura que permitiera estrechar filas entre
docencia, investigación y servicio a la comunidad. En diálogo con Página/12, Coraggio
aseguró que en su universidad se está logrando algo que difícilmente se encuentra: el
trabajo multidisciplinario. A diferencia de la vecina Universidad de Tres de Febrero
donde los estudiantes pagan un arancel para estudiar, los mil estudiantes de
la UNGS tienen garantizada la gratuidad de la enseñanza. ¿Cómo está estructurada
la Universidad de General Sarmiento?En institutos. El estatuto universitario define
que tiene que haber una relación muy estrecha entre investigación, docencia y servicio.
No es que tengamos una oficina de extensión, ni que algunos de nuestros docentes hacen
investigación. Aquí, los docentes entran como investigadores que van a hacer docencia y
prestar servicio. Los institutos fueron creados para enfrentar los grandes problemas de la
Argentina y la región metropolitana en los próximos años. Tenemos un Instituto de
Industria, orientado a pequeñas y medianas empresas. Otro dirigido a la cuestión urbana
y social de las grandes ciudades, el Instituto del Conurbano. Hay un Instituto de
Desarrollo Humano, que se ocupa del paradigma que sustituirá al de desarrollo industrial,
el desarrollo de una sociedad centrada en la información y el conocimiento. El cuarto
instituto, el de Ciencias, está organizado en función de la formación científica.
¿Qué beneficio tiene esta organización interna con respecto al sistema de
facultades, como tiene, por ejemplo, la UBA? Con la organización en facultades el
problema es que cada facultad debe tener una serie de carreras y en cada una debe haber
docentes de todas las disciplinas necesarias para formar esos profesionales. Las
facultades tienden a convertirse en entes separados y se pierde la unidad de la
universidad. Aquí, los institutos están diferenciados, pero los investigadores de uno
pueden dar clases en otro. Todo el tiempo se trata de mantener un entramado. La
administración es central. Es un sistema menos rígido que desarrolla menos los
corporativismos usuales en los sistemas de facultades, donde se disputa dentro de la
universidad por el presupuesto. ¿La universidad no pierde autonomía interna?
No. Todos los institutos son multidisciplinarios y eso difícilmente se da en los
sistemas de facultades. En esta universidad se está intentando aplicar lo que es lugar
común: todo el mundo acepta que hay que trabajar interdisciplinariamente, que hay que
vincular investigación y docencia. Acá lo estamos haciendo. Para dar respuesta a los
desafíos de la época hacen falta sistemas flexibles, donde la racionalidad de las
decisiones no esté marcada por sectores atrincherados que defienden recursos.
¿Cómo están organizadas las carreras?Los estudiantes cursan un primer ciclo
universitario en el Instituto de Ciencias, que les da un diploma de estudios generales.
Esta fue la primera universidad con este sistema modular de títulos. Luego, pasan a otro
instituto a completar una licenciatura, una ingeniería o un profesorado. Y no entran
directamente a primer año, primero tienen que hacer un curso de aprestamiento que busca
desarrollar las capacidades cognitivas básicas para tener una mayor probabilidad de
éxito en el primer año. Las carreras que ofrece la universidad son las licenciaturas en
Ecología Urbana, Urbanismo, Política Social, Administración Pública (orientada al
gobierno local), Comunicación, Educación; IngenieríaIndustrial y Economía Industrial
(ambas orientadas a las pymes); y cinco profesorados, especialmente diseñados para la
reforma educativa, para el Polimodal y la Enseñanza General Básica.
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