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Pedro Pou le respondió al ex senador estadounidense Alphonse DAmato, quien anteayer, en una entrevista con Página/12, había opinado que el presidente del Banco Central debe ser condenado por discriminación. Por medio de un comunicado, Pou recordó que tanto ante los medios de comunicación como ante la Justicia he dejado en claro la falsedad de la acusación de antisemitismo que distintos medios y personas han pretendido sostener. DAmato, famoso mundialmente por su labor en contra de la discriminación, repitió ayer su acusación contra Pou ante Roque Fernández. En su encuentro de media hora con el ministro, el ex legislador estadounidense, también reconocido por haber encabezado la ofensiva para que los bancos suizos y empresas alemanas reconocieran su responsabilidad por haberse beneficiado con oro de los nazis, insistió con que Pou discriminó, humilló y difundió información confidencial que hundió a bancos judíos (Patricios, Mayo, Israelita de Córdoba e Israelita de Rosario). Tras escucharlo con atención, Roque le sugirió la realización de un encuentro formal con el titular del Central. Y se ofreció como organizador de la eventual reunión. Precisamente, en su nota, el banquero abrió las puertas a un posible encuentro con DAmato, no sin antes dejar planteada una crítica. Me llama la atención que antes de verter las expresiones que se le atribuyen, el Sr. DAmato no haya intentado siquiera obtener una versión de los hechos a través de una conversación personal, conversación que estoy dispuesto a sostener a mi regreso al país, el próximo jueves, señaló Pou en el comunicado, que está presentado a título personal pero que finaliza firmado como Pedro Pou, presidente (del BC). En la nota de cuatro puntos, el titular del Central recordó que tanto las denuncias por supuestas irregularidades en las caídas de los bancos Mayo y Patricios así como la que refiere a una presunta actitud discriminatoria suya ya están en manos de la Justicia. A la vez que calificó de inexistente y falsas a esas versiones. En su descargo, el banquero negó haber perjudicado a los bancos suspendidos o reestructurados en los últimos años. Según Pou, tales entidades llegaron a esa situación por problemas propios o por el llamado efecto contagio. Bajo ninguna circunstancia (las suspensiones y cierres) pueden ser atribuibles o atribuidos a la tarea de supervisión que realiza el Banco Central. (La entidad rectora) procedió de acuerdo con las obligaciones y facultades que le fijan y le otorgan su Carta Orgánica y la Ley de Entidades Financieras, concluyó el funcionario.
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