 Esta noche
juegan Argentina y México en el Soldier Field de Chicago -ante lo que se supone una
multitud saturada de mexicanos– en un amistoso que constituye, para los dos, el
comienzo de su preparación para la próxima y devaluada Copa América. La maltratada y
ninguneada selección de Bielsa al fin pudo entrenar ayer, después del grotesco episodio
de la noche del lunes, cuando celosos custodios no le permitieron pisar el césped con
botines...
Pero al fin practicaron y el técnico dio la formación. Es un equipo; uno entre tantos
que se pueden formar con jugadores de nivel en la Argentina. Ahora bien: qué tendrá que
ver esta formación que incluye –del medio para arriba– a Cruz, Kili González,
Gustavo López y Pandolfi, con la que irá a la Copa América, es prácticamente imposible
saberlo. Así que, en medio de un aire tan enrarecido de deserciones e intereses
particulares respetados y generales soslayados, valga la minigira que se completa el
domingo ante Estados Unidos en Washington como una prueba de funcionamiento y de jugadores
probables. No más que eso. La novedad más llamativa será la estructura del mediocampo
con Simeone como volante central, con Zanetti por derecha y González por izquierda y la
responsabilidad del enganche para Pandolfi. Arriba, se supone a Gustavo López “por
afuera” ya Cruz por “por adentro”.
Del lado de los mexicanos, se preparan de apuro –acaban de terminar su torneo– y
este partido es apenas la primera escala de un recorrido que sigue, en lo inmediato,
viajando a Corea a jugar un triangular entre el 13 y el 19 de junio. El técnico Manuel
Lapuente contará con casi todos los presuntos titulares y aquellos de los que no dispone
ahora, como es el caso de Zepeda, Osorno, Márquez, Abundis, Carmona y Rafael García, se
le sumarán en Oriente. Es seguro que intentará nuevamente sorprender con un planteo
ofensivo, incluyendo a Cuauthemoc Blanco, Palencia y Hernández juntos.
LA LLAMATIVA CONTINUIDAD DEL JUGADOR DEL INTER
Zanetti, un titular por derecha
Por A. D. B.
Javier
Zanetti volverá a vestir hoy la camiseta argentina, como en el último amistoso ante
Holanda. Esta vez, el jugador del Inter jugará en el medio de la cancha, y confía en
conseguir un lugar para la Copa América. –¿Cómo tomás ser uno de los pocos que
siempre está?
–Con mucha alegría, sobre todo porque el Inter tuvo una floja temporada. Pero con
una gran responsabilidad porque esa confianza hay que revalidarla en la cancha en todos
los partidos. Además, yo nunca me siento titular. En Argentina hay excelentes defensores
como para suponer que uno tiene el puesto asegurado.
–¿Eso lo sentís como una presión?
–No, yo estoy tranquilo, igual que todos los jugadores de la Selección. Pero sabemos
que tenemos que tratar de que el equipo alcance el mejor rendimiento. No estoy en deuda
con nadie, por eso no me voy a sentir observado. Eso sería algo así como ser un
perseguido.
–Ahora te vas a mover como un volante más.
–Hoy en día los técnicos buscan jugadores que sean polifuncionales. Yo me estoy
adaptando desde hace rato a esta exigencia. Desde ya, me siento más cómodo como volante
por la derecha, pero si me piden que vaya de lateral o por la izquierda, me da lo mismo.
–Bielsa dijo que la mayoría de este plantel jugará la Copa América, ¿eso te
transmite más tranquilidad?
–Yo siempre tuve tranquilidad. Si uno trabaja y demuestra que puede ser parte de este
grupo, creo que las chances son más favorables. A mí me gustaría mucho estar en esa
Copa, porque es muy importante.
–A un año del Mundial de Francia, ¿qué balance hacés de aquel torneo?
–Para mí jugar un mundial fue muy importante, íntimamente fue una gran
satisfacción, más allá de que el resultado final no fue el esperado. Ojalá que pueda
llegar al próximo.
–Daniel Passarella declaró que él había vivido cuatro años de infelicidad,
¿sentiste algo parecido?
–En ese proceso sucedieron cosas que ninguno esperaba. En este nuevo ciclo esperemos
que eso no se repita.
–¿Por qué se hablaba tanto de peleas entre los jugadores?
–Fueron todas mentiras. El grupo quería ganar la Copa del Mundo y lamentablemente no
se dio, pero el plantel estaba muy compacto.
–¿Estás molesto con el periodismo argentino?
–No, no es con el periodismo. Muchos tenían problemas con Daniel y se la tomaban con
el equipo. En mi caso, hubo algunos que me criticaron con mala intención. Pero allá
ellos, tal vez no saben que hay cosas más graves que jugar mal un partido de fútbol.
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