Por Irina Hauser Aunque los años pasan y
algunos expedientes judiciales se archivan, no todo está dicho sobre la gestión de
Carlos Grosso como intendente porteño. Así lo acaba de demostrar la Cámara de
Apelaciones, que confirmó el procesamiento del ex dirigente justicialista en una causa en
la que se lo responsabiliza por haber entregado en forma precaria y gratuita
al club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (GEBA) dos manzanas del Parque Tres de Febrero.
En los últimos diez años Grosso fue sorteando más de una veintena de demandas penales.
Pero ésta es la primera vez que la Justicia lo encuentra culpable y lo ubica a las
puertas de un juicio oral. Los camaristas, además, ordenaron elevar a 100 mil pesos el
embargo que el juez Ricardo Farías le había fijado en 5000.
De su gestión al frente de la Ciudad de Buenos Aires, entre 1989 y 1992, Carlos Grosso
heredó un largo listado de acusaciones. Entre los delitos que se le atribuyen figura la
cesión irregular de dos manzanas a GEBA. Le cuestionan haber legalizado la propiedad de
parcelas municipales que el club ocupaba en forma ilegítima y de no haber dado
intervención en ese trámite de traspaso a los organismos competentes. El juez Ricardo
Farías lo procesó en diciembre por defraudación a la administración pública e
incumplimiento de los deberes de funcionario, sin prisión preventiva. Esas figuras
prevén penas de entre dos y seis años de cárcel.
En un principio Farías había dictado la falta de mérito de Grosso. Pero a raíz de la
apelación del fiscal José María Campagnoli, la sala VII de la Cámara le ordenó al
magistrado profundizar la investigación. La misma sala es la que el 28 de mayo último
ratificó el procesamiento del ex intendente quien había apelado y elevó la
suma del embargo a 100 mil pesos. El fallo, al que tuvo acceso Página/12, dice que
ha quedado acreditado que, al ceder las manzanas del Parque Tres de Febrero
sin legislación que lo respaldara, el ex funcionario perjudicó los intereses
económicos del estado municipal al que representaba, al sustraerlas del uso y goce
comunitario al que estaban destinadas, sin contraprestación alguna por ello y violando
los deberes de su cargo al llevar adelante dicho cometido sin contar con ordenanza
municipal que lo autorizare ...
Los camaristas Guillermo Ouviña y José M. Piombo sostuvieron en su resolución que los
actos de gobierno no pueden haber sido ajenos a Grosso si del propio intendente se
trata. Y agregaron que el resultado perjudicial de la entrega de las dos
manzanas a GEBA no puede haber estado ausente de sus previsiones, dada la reservada
manera en que se entregó el predio sin guardar formas ni atender el interés municipal
del organismo desposeído, al extremo recalcaron que no obra siquiera ejemplar
auténtico del otorgamiento del acto en el ámbito de la administración estatal que nos
ocupa.
El juez Farías también había procesado junto con Grosso a Oscar Genovesi, ex director
general de la Secretaría de Planeamiento Urbano y Medio Ambiente de la Municipalidad,
porque en su rol tenía vedada la realización de nuevas concesiones sobre espacios
públicos y la renovación de las que caducasen. Sin embargo, la Cámara consideró
que ese argumento adolece de falta de fundamentación suficiente, declaró la
nulidad del procesamiento y recomendó al juez que lo indague otra vez. También confirmó
la falta de mérito de los empresarios Ricardo Fabre y Miguel Goldschmidt y el
procesamiento de Pablo Grinbank y Guillermo Balsas.
Cuando declaró tiempo atrás ante la Justicia, Grosso dijo que no actuó en infracción y
que no se modificó ninguna condición en desmedro de la comuna. Sin embargo,
los camaristas entendieron que hay elementos que lo señalan como responsable de delito y
allanaron el camino para que la causa pase a juicio oral. Esta causa se convierte, así,
en la única que por lo pronto acerca al ex intendente a una condena que podría llevarlo
a la cárcel.
Hasta ahora, quien fuera primer intendente porteño del gobierno de Carlos Menem y una
suerte de rey de las concesiones y licitaciones, nohabía sido condenado ni procesado en
ninguna de las más de 20 acciones judiciales que le tocó atravesar. Pero todavía le
quedan, además de la causa de GEBA, otra en la que se lo investiga por presuntas
irregularidades cometidas en la privatización del Golf y del Velódromo y una tercera
correspondiente al famoso escándalo de la escuela-shopping.
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