|
Por Raúl Dellatorre La escasa vitalidad de la economía interna frenó la avalancha importadora que se esperaba para los primeros meses de este año. Pese a la devaluación brasileña y a la caída del valor del euro respecto del dólar con la consecuente desventaja, en materia de precios, para los productos argentinos, la compra de bienes externos sigue languideciente. La caída de importaciones del 33 por ciento en abril, respecto del año pasado, hizo posible incluso que por primera vez en casi dos años la balanza comercial mensual resultara positiva, pese a que las exportaciones también vienen en baja. Contrariamente a lo esperado, contra un promedio de importaciones mensuales de 2600 millones de dólares a lo largo de 1998, las compras externas en lo que va del actual apenas superan una media de 1900 millones. Comparando el primer cuatrimestre de 1999 contra igual período del año anterior, la caída es del 25 por ciento. Y no toda la baja es atribuible al descenso de los precios, que en promedio descendieron en un 7,6 por ciento. Los volúmenes físicos importados, en tanto, retrocedieron en un 19,2 por ciento. El contexto de deflación internacional afectó más las exportaciones que las importaciones. Los precios de los productos vendidos por la Argentina cayeron respecto del año pasado en un 14,9 por ciento, prácticamente el doble que la desvalorización de sus compras (es lo que en la teoría se denomina deterioro de los términos de intercambio). Pero, además, las cantidades físicas vendidas al exterior cayeron este año un 2,3 por ciento, lo cual dio en conjunto una caída del 13 por ciento en el valor exportado durante el primer cuatrimestre. Vehículos automotores, trigo, petróleo crudo y maíz fueron los productos de exportación que observaron las caídas más significativas en el primer cuatrimestre, sumando entre los cuatro rubros un descenso en las ventas al exterior de más de 1000 millones de dólares respecto del año pasado. Sin embargo, en abril último mes informado por el Indec el volumen físico de exportaciones observó un leve repunte, del 4,1 por ciento respecto de abril de 1998. Pero la baja del 14,4 por ciento en los precios promedio tiró para abajo el valor total de las ventas. En tanto, en abril se acentuó el efecto de la recesión sobre la demanda externa. Las cantidades adquiridas en el exterior descendieron en un 26,4 por ciento, mientras que los precios promedio cayeron en un 8,2 por ciento, dando como resultado una baja del 33 por ciento en el valor de las importaciones respecto de abril de 1998. Tal como se observa en el cuadro, para la caída de las importaciones durante el primer cuatrimestre no hubo prácticamente discriminación por país o región de origen, con descensos en todos ellos. En tanto, la evolución de las compras por rubros refleja que la retracción industrial fue el factor determinante de la caída. Bienes de capital, piezas y accesorios para los mismos, y vehículos automotores de pasajeros fueron los renglones en que más cayeron las importaciones, con bajas superiores al 30 por ciento en todos los casos.
|