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Por Carlos Rodríguez![]() Al ser indagado ayer por el fiscal de Morón Alejandro del Grosso, a cargo de la instrucción de la causa, Acosta admitió que llevaba el arma consigo algo que tienen expresamente prohibido los custodios de los trenes y que la utilizó porque tuvo miedo ante el supuesto accionar violento de unos 25 jóvenes, entre los que estaba Santillán, que viajaban en el vagón de cola del tren de la empresa Metropolitano. Sin embargo, voceros de la comisaría de Hurlingham aseguraron que no hubo violencia antes del disparo sino después, como respuesta al disparo. Una fuente allegada a la causa sostuvo que el imputado admitió indirectamente su responsabilidad al reconocer que disparó el arma, aun cuando haya asegurado que disparó al aire y no contra una persona determinada. Una alta fuente policial, que participó de la investigación, precisó que en la autopsia quedó demostrado que la bala mortal siguió una trayectoria de arriba hacia abajo, como si hubiera sido disparada desde el tren hacia donde estaba Santillán, que ya se había bajado. El cuerpo fue hallado a unos dos metros de las vías y a unos diez del final del andén, ya que el convoy, por razones que se desconocen, se detuvo un poco antes de terminar de llegar a la estación William Morris. Es muy difícil que una bala que se dispara al aire, hacia arriba, haya seguido después esa trayectoria. El informante precisó que en la autopsia se dice que la bala entró por el pómulo y no tiene orificio de salida, ya que quedó alojada a la altura del cuello, muy cerca de la yugular posterior. El proyectil encontrado en el cuerpo sería en un 90 por ciento de una pistola 9 milímetros, aunque también existe una posibilidad menor de que sea de una 357 Magnum. La pistola hallada en poder de Acosta sería una 9 milímetros marca Taurus, dato que parece encajar dentro de la hipótesis que maneja la fiscalía. En el tren iban cinco vigiladores, dos vestidos con el uniforme común de la empresa Suat S.R.L., contratada por Metropolitano, y otros tres con traje de fajina, que consta de pantalón y camisa negros, borceguíes y birrete también negro. Acosta, vestido de fajina, nunca cubría servicios en los trenes, ya que pertenece a la flota de Suat que se dedica al traslado de caudales. Ese personal privado sí está autorizado para llevar armas de fuego. Los que van en los trenes sólo tienen un bastón que debe ser de goma, aunque varias veces se dijo que los de Suat iban con palos de madera, que tampoco están permitidos, aclaró un vocero policial. El titular de la comisaría de Hurlingham, José Alberto Orcoyen, aseguró a Página/12 que es falso que el tren se haya detenido 500 metros antes de la estación, cerca de una pequeña villa; paró unos 30 metros antes de lo habitual y los dos vagones posteriores, que es donde viajan habitualmente los hinchas de fútbol después de los partidos, quedaron fuera del andén. En la estación había ocho efectivos policiales y tres patrulleros, para intervenir en caso de producirse disturbios. Orcoyen desmintió lo dicho por el vocero de Metropolitano, Fernando Jantus, quien aseguró que el tren fue detenido frente a la villa porque los hinchas accionaron el freno de mano. Sobre este punto, Orcoyen dijoque una pericia debe determinar cómo se produjo la detención anticipada, pero insistió en que no se paró frente a la villa. Alejandra Santillán, una de las hermanas del hincha asesinado, recalcó que el joven no era barrabrava, no era violento, trabajaba como estibador en la empresa Estibadora S.A., donde cobraba 13 pesos por día de trabajo y aportaba su sueldo a la familia. El comisario Orcoyen coincidió en que los hinchas involucrados en los incidentes del domingo no eran barrabravas, a los que conocemos muy bien.
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