Por la mañana, el presidente Carlos Menem dijo que la Argentina, si se lo
solicitan, enviará cascos azules, gendarmes y soldados para garantizar la paz en
Kosovo. Al mediodía, quedó claro que no esperó sino que ofreció. Desde
Washington, adonde viajó para entrevistarse con el secretario de Defensa de Estados
Unidos, William Cohen, el ministro de Defensa, Jorge Domínguez, anunció que la Argentina
está dispuesta a enviar 610 efectivos de las fuerzas armadas y de seguridad a Kosovo como
parte de la fuerza internacional de paz (KPFOR). De esta forma, Menem dio nuevamente fe de
su alineamiento incondicional con Washington y hasta señaló que si se hubiera
evitado el conflicto, en buena hora, pero no se pudo evitar y una guerra que dure 70 días
no es mucho, por más que haya habido muchas víctimas. Más de un millón de
refugiados, seiscientos mil desempleados y casi diez mil víctimas entre muertos y heridos
muestra el primer balance de la guerra que devastó Yugoslavia.
El jefe del Ejército, Martín Balza, dijo que la fuerza está en condiciones
de integrar una misión de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas. Esto
debería autorizarlo el Ministerio de Relaciones Exteriores, el de Defensa y una
resolución del Presidente, pero en ese caso estamos en condiciones de cumplimentar una
misión de ese tipo, señaló Balza en el edificio Libertador luego de participar de
la despedida de la Compañía Logística 2, denominada Cascos Azules, en misión de paz a
la zona limítrofe entre Irak y Kuwait.
El titular del Pentágono, William Cohen, agradeció el ofrecimiento argentino, el único
país de América latina que se embarcó en esa misión, y elogió las participaciones
previas del país en otras operaciones de mantenimiento de la paz en el mundo como en
Bosnia, Haití y Sahara Occidental. Durante la conferencia de prensa conjunta en el mismo
Pentágono, Domínguez destacó el compromiso personal del secretario de
Defensa estadounidense con la democracia, los derechos humanos y la libertad de los
pueblos del mundo, especialmente en la crisis de Kosovo y, entusiasmado por el
recibimiento, dijo que los valores por los que está luchando Estados Unidos son los
mismos que comparte el pueblo argentino.
A pesar de las aspiraciones de los funcionarios menemistas, Cohen descartó una eventual
participación de Argentina en la estructura del comando de la KPFOR, al subrayar que
fue confiada a la OTAN y no habrá ninguna clase de divisiones en la
estructura de comando, que es responsabilidad de la OTAN. El embajador argentino
ante las Naciones Unidas, Fernando Petrella, fue más cauto al evaluar la participación
de tropas argentinas. De hecho, contradijo a Domínguez.
Petrella informó que nos han preguntado si podemos participar con efectivos en las
fuerzas multinacionales que se van a desplegar en Yugoslavia sobre la base de la
resolución de Naciones Unidas. El embajador explicó que en ese marco se
autoriza el despliegue de policía civil, fuerzas multinacionales y personal de las
Naciones Unidas destinado a actividades humanitarias, en tanto las fuerzas
multinacionales estarán bajo el mando de la OTAN, es decir que tenemos dos opciones
abiertas. Las diferencias entre ofrecimientos y pedidos se diluyeron en el acuerdo
de Petrella con el bombardeo dispuesto por la alianza atlántica contra Yugoslavia:
Los derechos humanos de los kosovares estaban siendo vulnerados, destacó.
El embajador de Yugoslavia en Buenos Aires, Gojko Celebic, respaldó el envío de fuerzas
argentinas a Kosovo porque esto es de suma importancia para la integridad del
proceso de paz. Las excelentes relaciones bilaterales entre Washington y
Buenos Aires se intensificaron a partir de la guerra del Golfo, cuando Menem envió dos
fragatas como apoyo logístico a la fuerza internacional comandada por Estados Unidos para
expulsar a Irak de Kuwait. En 1997, la administración Clinton recompensó a la Argentina
otorgándole la condición de aliada extra-OTAN, lo cual facilita la entrega de equipos
militares estadounidenses a las Fuerzas Armadasargentinas. Domínguez dijo que analizó
con Cohen la realización de ejercicios militares conjuntos. Mientras tanto, su par de
Interior, Carlos Corach, impulsó en la Cumbre de Seguridad, realizada en Guatemala, la
participación de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.
Dos objetivos prioritarios para Estados Unidos.
La oposición pide la intervención del Congreso |
Juan Manuel Casella *
El envío de tropas de paz según el acuerdo con la ONU responde a una política
de pacificación y es lo que venía haciendo la Argentina en los últimos tiempos. Pero
nos oponemos al envío de gendarmes por fuera de ese acuerdo, incluso en un marco de
pacificación. Este tipo de envío sentaría un precedente muy malo. Además, nosotros
reivindicamos el papel del Parlamento en la autorización del envío de tropas y ya hemos
pedido informes sobre el envío de gendarmes que están bajo el mando de la OTAN, por
fuera de la ONU.
* Diputado radical, Comisión de Defensa. |
Raúl Alconada Sempé
*
Los soldados y gendarmes pueden salir en dos condiciones: como fuerza militar
(con previa autorización del Congreso) o como Cascos Azules, en misión de paz. Existe
jurisprudencia sobre el tema de que las fuerzas armadas pueden ser miembros de Cascos
Azules. En este caso, creo que el Presidente se adelantó con respecto al envío de
tropas, ya que aún no está la resolución de la ONU. Si las tropas argentinas fueran
parte de un envío pacífico, me parece bien. En cambio, si formaran parte de un
contingente militar no muy claro en su intervención, estaría prácticamente en contra.
* Ex vicecanciller. |
Lucio García del
Solar *
La plataforma de la Alianza dice: El gobierno de la Alianza apoyará los
esfuerzos de Naciones Unidas para prevenir los conflictos y solucionar las controversias
por medios pacíficos, incluso mediante la intervención de tropas argentinas en
operaciones de paz, respetando cuidadosamente el marco legal interno e
internacional. El marco interno es la consulta y autorización del Congreso para el
envío de tropas; el internacional es el acuerdo con la ONU. La Alianza quiere que se siga
actuando dentro del marco de resoluciones de la ONU.
* Ex embajador en Naciones Unidas y en Washington. |
Guillermo Estévez
Boero *
Yo entiendo que las facultades del Poder Ejecutivo nacional están limitadas a
disponer el envío de nuevos contingentes de Cascos Azules, de conformidad con los
acuerdos con la ONU. Es decir que el Ejecutivo no puede enviar a un escenario bélico otro
tipo de tropas sin la autorización previa del Congreso. Estamos de acuerdo en la
participación de los organismos a través de los Cascos Azules, pero estamos en
disidencia con toda otra forma de participación porque consideramos que debilita la
institucionalidad de las Naciones Unidas.
* Diputado socialista, miembro de la Comisión de RR.EE. |
La fuerza expedicionaria El ministro de Defensa, Jorge Domínguez, fue con los deberes hechos a
Washington y le presentó a su par norteamericano, William Cohen, la propuesta de
Argentina para integrarse a la fuerza de paz de 50 mil hombres que comandará desde
Bélgica el general estadounidense Wesley Clark. Los 600 efectivos que está en
condiciones de aportar el gobierno de Menem se distribuirían de la siguiente forma:
Ejército: Opción a) Una sección de Fuerzas Especiales 30/40
efectivos para agregar a una unidad mayor de otro país, preferentemente italiana,
norteamericana o belga. Opción b) Una compañía Mecanizada Reforzada de 220 hombres con
vehículos. Otro país deberá proveer el poyo logístico.
Armada: Una compañía de Infantes de Marina 100/110 hombres para agregar a la
compañía del Ejército o a una unidad de los Marines de los Estados Unidos.
Fuerza Aérea: Un escuadrón móvil de helicópteros con 4 naves UH-1H, personal de
tripulación y técnico (50 hombres), apoyo terrestre y una unidad hospital móvil que
incluye 11 módulos con facilidades para hospitalización, cirugía, esterilización y
personal médico y paramédico de 50 hombres.
Fuerzas de Seguridad: 50 monitores para cumplir tareas policiales, 100 hombres para
una unidad especial y 30 hombres para la unidad de las Naciones Unidas destinada al
control de la frontera. |
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