Por Fernando Almirón El presidente Menem no
descartó ayer la intervención federal a Corrientes, si se dan la condiciones que
marca la Constitución. Ayer fracasó la mediación que se había propuesto el
arzobispo correntino Domingo Castagna en uno de los últimos intentos por superar la
crisis. Mientras se anunciaba que no había reconciliación entre oficialismo y
oposición, un enfrentamiento entre militantes del Partido Nuevo y empleados estatales
dejaba un saldo de dos heridos de bala. A la advertencia presidencial le siguió el envío
de 400 gendarmes, quienes estarán acantonados en un cuartel cercano a la capital
correntina que tiene a sus fuerzas policiales autoacuarteladas en demanda del cobro de sus
salarios y no responden a los jueces.
Ayer por la noche sucedieron los primeros incidentes después de cuatro jornadas de
protesta. Los choques fueron protagonizados por los seguidores del intendente correntino
Tato Romero Feris, quienes mantienen ocupada la Legislatura, y los docentes y estatales
que instalaron carpas ubicada frente a ella. El saldo fue de dos heridos de bala y varios
contusos. La Legislatura provincial está ocupada desde hace más de 48 horas por
militantes del oficialismo que intentan impedir que la oposición vote a favor del juicio
político del gobernador Pedro Braillard Poccard, y disponga la intervención del
municipio capitalino, desde donde gobierna el jefe político de Braillard Poccard, Tato
Romero Feris.
La multiplicación de la violencia es justamente lo que se teme en el gobierno nacional:
Hay demasiada gente en la calle y en cualquier momento algún pícaro puede armar un
verdadero desmadre, aseguraron temerosos en el Ministerio del Interior que ayer por
la tarde, a pedido del juez federal Carlos Soto Dávila, despachó 400 gendarmes para
garantizar el orden. Los efectivos también estarán a cargo del operativo de desalojo de
la Legislatura provincial, previsto para la mañana de hoy. Así los gendarmes se
encargarán de cumplir con lo dispuesto por la jueza Laura Varela ante la negativa de la
policía provincial de sacar a los ocupantes del edificio legislativo: No es que nos
hayamos negado, lo que sucede es que pese a que se hicieron todos los esfuerzos necesarios
no se pudo concretar el desalojo, argumentó el jefe de la Policía, Mario Velozo.
El diputado justicialista Silva Terranova fue uno de los que pidió la intervención de
las fuerzas de seguridad después de escuchar atentamente las palabras del viceministro
del Interior, Jorge Matzkin, las mismas que el funcionario repitió telefónicamente a por
lo menos una media docena de legisladores: Muchachos no sigan tirando de la cuerda,
no se puede seguir mandando gente a la calle. Es una locura que nos puede costar muy caro
a todos nosotros. Que la gente se vuelva a sus casas.
Tenemos la esperanza de que prevalezca el equilibrio y la prudencia, dijo por
su parte Corach, quien aseguró que el gobierno nacional no tiene previsto enviar una
partida de dinero para que la provincia pueda ponerse al día con los sueldos que adeuda a
empleados del Estado, docentes, jubilados y policías desde el mes de abril.
Por la tarde, en un último intento por superar la grave crisis provincial, mientras en la
Casa Rosada Carlos Corach mantenía una larga conversación con Tato Romero Feris, en el
domicilio del arzobispo Domingo Castagna se reunieron el atribulado gobernador, su vice,
Víctor Hugo Madina, y legisladores de la Bicameral encargada de encontrar una salida
económica a la crisis, los que no llegaron a ponerse de acuerdo. Hoy volverán a
encontrarse después de la 18 en el arzobispado.
La oposición que encabeza José Antonio Pocho Romero Feris (presidente
del Pacto Autonomista Liberal y hermano de Tato) debería apoyar la renegociación de los
créditos que tiene tomados la provincia para destrabar la crisis, aseguraron desde
el gobierno nacional pateando la pelota hacia el arco del hermano de su aliado Tato.
Yo creo que antes el gobernador debería ponerse los pantalones y asumir las
facultades que lecorresponden y no ser un dependiente de lo que le dice el intendente de
la capital, que a su vez es el presidente del Partido Nuevo, respondió por su parte
el aludido José Antonio Romero Feris.
Tanto unos como otros dicen estar en contra de la intervención federal, pero ninguno
desiste de sus demandas. La batalla campal desatada ayer frente a la Legislatura, en la
Plaza 25 de Mayo, podría ser el preludio de nuevas jornadas violentas, y el anticipo de
una cuarta intervención del gobierno central a la provincia.
Un problema momentáneo El intendente de Corrientes, Raúl Tato Romero Feris, consideró
ayer que la cesación de pagos en la provincia, que generó el estado de movilización de
la población desde hace diez días, se debe a un problema financiero momentáneo y
circunstancial, que terminó siendo politizado por la oposición. Cuando se le
preguntó a Tato Romero Feris si él controlaba al actual gobernador, respondió: El
gobernador es un hombre de mi partido; y yo soy el presidente del partido, y todos
seguimos la línea política que sostiene el partido. El control que el ex
gobernador ejerce sobre la realidad correntina quedó claro ayer, cuando Corach mantuvo
una larga conversación con él para encontrarle una salida a la crisis y evitar la
intervención federal. Durante esa charla el ministro le pidió que saque a su gente de la
Legislatura ya que hoy será desalojada por la gendarmería. En corrientes nadie
duda de quién es el Tato le dijo a Página/12 un diputado nacional del
PJ correntino, fíjese que a una fuente que acaban de inaugurar la llaman Partido
Nuevo, porque tiene un gran chorro en el centro rodeado de otros chorros más
chicos. |
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