Por Adrián H. Mouján Luis Patti quiere ser
gobernador de la provincia de Buenos Aires y para ello necesita que la Fuerza esté con
él: el candidato adepto a la electricidad se ha lanzado a conquistar el voto y el apoyo
de sus viejos camaradas de armas de la Bonaerense. Con ese fin, ex suboficiales de la
fuerza recorren desde hace dos semanas los domicilios de todos los policías provinciales
para convencerlos de las bondades que podría traerles si Patti se convirtiera en el
sucesor de Eduardo Duhalde.
Oficiales y suboficiales de la policía de la provincia, que pidieron reserva, admitieron
ante una consulta de Página/12 que en las últimas dos semanas recibieron la visita de ex
miembros de la fuerza, quienes buscaron convencerlos de apoyar la postulación de Patti
por el partido Unidad Bonaerense. Los muchachos llenan a Patti de elogios, te
recuerdan la mano dura con la que trabajó mientras estuvo en la policía.
Necesitamos un gobernador que integre a la fuerza con la gente. Patti es el hombre,
¿por qué no te acercás a Escobar y charlás con Luis?, te dicen, relató a
este diario un ex oficial.
Ante la consulta sobre qué tipo de respuesta reciben los enviados de Patti, el ex
comisario relató: Depende, la mayoría de la fuerza coincide con Patti, pero nadie
se va a jugar por él, porque cada vez que alguien lo apoyó le cortaron la cabeza.
El duhaldismo no negó la afirmación del oficial, aunque efectuó algunas
especificaciones: Los que coincidieron públicamente con Patti van cayendo solos
porque son tipos propensos a los excesos y se cargan del legajo llenándolo de sospechas
sobre irregularidades. No hay caza de brujas.
Pero sobre el efecto que causan las visitas de los allegados a Patti, en La Plata
contestan que es muy reducido el sector que le responde. Los que están a cargo de
la policía (provincial) son los que lo padecieron. Todas las metidas de pata de Patti las
pagaron los tipos que estaban debajo de él en el escalafón. Para dar con las
direcciones de los efectivos, Patti llevó a cabo un mailing bastante doméstico.
Tiene contactos en casi todas las ex Unidades Regionales y ellos conocen dónde vive
cada uno de los policías. Con esa agenda comenzó a armar las zonas de trabajo que les
dio a cada uno de sus hombres.
La falta de fondos fue lo que le impidió a Patti contratar a una agencia especializada
para confeccionar un mailing, ya que, debido a que la policía provincial cuenta con más
de 40 mil efectivos, la cifra para realizar el trabajo hubiese sido sideral. La campaña
del intendente de Escobar suele pasar por momentos de vacas muy flacas ya que depende
directamente del flujo de dinero que proviene de la Quinta de Olivos, tal como él mismo
reconoció.
Uno de sus viajes a Olivos en busca de fondos se produjo en abril pasado, cuando el
Gobierno anunció la convocatoria al Consejo de Seguridad, en plena crisis por la
inseguridad, y Patti fue visto en la Quinta. Los funcionarios pensaron que el subcomisario
se había acercado a aportar su experiencia sobre el tema, pero la sorpresa fue grande
cuando lo vieron partir luego de haber recibido un sobre marrón que le entregó en mano
Ramón Hernández, secretario privado de Menem.
La relación de Menem con Patti viene desde los inicios de la gestión presidencial,
cuando Bernardo Neustadt trataba de convertirlo en modelo de policía, mientras arreciaban
las denuncias por torturas en el partido de Pilar. Inclusive, Menem llegó a defenderlo
cuando Patti pasó algunos días en prisión. Luego de pedir el retiro de la fuerza,
envuelto en los escándalos, el ex subcomisario recibió un premio por su fidelidad
menemista: el cargo de interventor del Mercado Central. Según fuentes menemistas,
Patti se convirtió en un transmisor de los estados de ánimo de la policía, cuando
Menem preguntaba o los azules querían trasmitirle algo al Presidente.
Como intendente, Patti se vanaglorió de haber expulsado a todos los delincuentes de
mi distrito. Pero la opinión de los duhaldistas es muydistinta. En la campaña
interna del PJ bonaerense, en la que Patti no participó por haberse escindido
aunque postuló a un hombre de su riñón, el duhaldista Jorge Landau
denunció que efectivos de la comisaría local amenazaron y corrieron a un grupo de
militantes que realizaron una pegatina de carteles. El resultado de los comicios del 9 de
mayo pareció sellar la suerte del ex subcomisario en el PJ ya que fue derrotado por
Landau. Por esa razón, Patti incrementó la actividad con Unidad Bonaerense, ya que,
alentado por el menemismo que ve en él al hombre que le restará votos a la postulación
de Carlos Ruckauf, pretende erigirse en árbitro de la elección en la que se medirán el
vicepresidente y Graciela Fernández Meijide.
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