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PATTI SALIO EN BUSCA DEL VOTO DE LA BONAERENSE
Con los viejos camaradas

Ex suboficiales que trabajan para el subcomisario y candidato  a gobernador visitan en sus casas a los policías de la provincia contando lo bien que le iría a la fuerza si su jefe ganara.

Patti busca puerta a puerta a los policías bonaerenses.Un ejército de suboficiales hace las recorridas.

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Por Adrián H. Mouján

t.gif (862 bytes) Luis Patti quiere ser gobernador de la provincia de Buenos Aires y para ello necesita que la Fuerza esté con él: el candidato adepto a la electricidad se ha lanzado a conquistar el voto y el apoyo de sus viejos camaradas de armas de la Bonaerense. Con ese fin, ex suboficiales de la fuerza recorren desde hace dos semanas los domicilios de todos los policías provinciales para convencerlos de las bondades que podría traerles si Patti se convirtiera en el sucesor de Eduardo Duhalde.
Oficiales y suboficiales de la policía de la provincia, que pidieron reserva, admitieron ante una consulta de Página/12 que en las últimas dos semanas recibieron la visita de ex miembros de la fuerza, quienes buscaron convencerlos de apoyar la postulación de Patti por el partido Unidad Bonaerense. “Los muchachos llenan a Patti de elogios, te recuerdan la mano dura con la que trabajó mientras estuvo en la policía. ‘Necesitamos un gobernador que integre a la fuerza con la gente. Patti es el hombre, ¿por qué no te acercás a Escobar y charlás con Luis?’, te dicen”, relató a este diario un ex oficial.
Ante la consulta sobre qué tipo de respuesta reciben los enviados de Patti, el ex comisario relató: “Depende, la mayoría de la fuerza coincide con Patti, pero nadie se va a jugar por él, porque cada vez que alguien lo apoyó le cortaron la cabeza”. El duhaldismo no negó la afirmación del oficial, aunque efectuó algunas especificaciones: “Los que coincidieron públicamente con Patti van cayendo solos porque son tipos propensos a los excesos y se cargan del legajo llenándolo de sospechas sobre irregularidades. No hay caza de brujas”.
Pero sobre el efecto que causan las visitas de los allegados a Patti, en La Plata contestan que “es muy reducido el sector que le responde. Los que están a cargo de la policía (provincial) son los que lo padecieron. Todas las metidas de pata de Patti las pagaron los tipos que estaban debajo de él en el escalafón”. Para dar con las direcciones de los efectivos, Patti llevó a cabo un mailing bastante doméstico. “Tiene contactos en casi todas las ex Unidades Regionales y ellos conocen dónde vive cada uno de los policías. Con esa agenda comenzó a armar las zonas de trabajo que les dio a cada uno de sus hombres.”
La falta de fondos fue lo que le impidió a Patti contratar a una agencia especializada para confeccionar un mailing, ya que, debido a que la policía provincial cuenta con más de 40 mil efectivos, la cifra para realizar el trabajo hubiese sido sideral. La campaña del intendente de Escobar suele pasar por momentos de vacas muy flacas ya que depende directamente del flujo de dinero que proviene de la Quinta de Olivos, tal como él mismo reconoció.
Uno de sus viajes a Olivos en busca de fondos se produjo en abril pasado, cuando el Gobierno anunció la convocatoria al Consejo de Seguridad, en plena crisis por la inseguridad, y Patti fue visto en la Quinta. Los funcionarios pensaron que el subcomisario se había acercado a aportar su experiencia sobre el tema, pero la sorpresa fue grande cuando lo vieron partir luego de haber recibido un sobre marrón que le entregó en mano Ramón Hernández, secretario privado de Menem.
La relación de Menem con Patti viene desde los inicios de la gestión presidencial, cuando Bernardo Neustadt trataba de convertirlo en modelo de policía, mientras arreciaban las denuncias por torturas en el partido de Pilar. Inclusive, Menem llegó a defenderlo cuando Patti pasó algunos días en prisión. Luego de pedir el retiro de la fuerza, envuelto en los escándalos, el ex subcomisario recibió un premio por su fidelidad menemista: el cargo de interventor del Mercado Central. Según fuentes menemistas, “Patti se convirtió en un transmisor de los estados de ánimo de la policía, cuando Menem preguntaba o ‘los azules’ querían trasmitirle algo al Presidente”.
Como intendente, Patti se vanaglorió de “haber expulsado a todos los delincuentes de mi distrito”. Pero la opinión de los duhaldistas es muydistinta. En la campaña interna del PJ bonaerense, en la que Patti no participó por haberse escindido –aunque postuló a un hombre de su riñón–, el duhaldista Jorge Landau denunció que efectivos de la comisaría local amenazaron y corrieron a un grupo de militantes que realizaron una pegatina de carteles. El resultado de los comicios del 9 de mayo pareció sellar la suerte del ex subcomisario en el PJ ya que fue derrotado por Landau. Por esa razón, Patti incrementó la actividad con Unidad Bonaerense, ya que, alentado por el menemismo que ve en él al hombre que le restará votos a la postulación de Carlos Ruckauf, pretende erigirse en árbitro de la elección en la que se medirán el vicepresidente y Graciela Fernández Meijide.

 

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