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Ayer, en la avenida Callao, los docentes bonaerenses levantaron una atractiva fachada de cartón. Se trataba de una moderna escuela. Por dentro, sin embargo, aparecieron grietas, techos caídos, falta de pintura e higiene. La novedosa protesta fue organizada por el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación Bonaerense (Suteba) frente a la Casa de la Provincia de Buenos Aires, de la Capital, para denunciar la inseguridad y el deterioro de las escuelas públicas de ese distrito, situación por la cual el gremio podría realizar una huelga el 6 de julio próximo. En el marco de esa manifestación, el titular del Suteba, Hugo Yasky, anunció que los dirigentes propondrán mañana en un congreso de la entidad la realización de un paro el 6 de julio próximo en las escuelas de la provincia de Buenos Aires. Según Yasky, hay 15 mil alumnos que debieron ser trasladados a clubes y sociedades de fomento para poder recibir clases, por el deterioro de los establecimientos. Los manifestantes hicieron una dramatización de los problemas, para lo cual levantaron el simbólico edificio de una escuela en madera aglomerada, de seis metros por dos metros. Si bien por fuera los colegios están bien, por dentro están destruidos, señaló Yasky. También tomaron algo más de los dos carriles de la avenida limitados para el transporte público, frente al edificio provincial, que estuvo vallado y custodiado por unos quince policías. Suteba denunció que si bien hay alrededor de 15 mil chicos que cursan clases fuera de sus colegios, la problemática alcanza a 145 mil, entre alumnos y maestros, que cursan y dan clases en condiciones de inseguridad. Esa cifra, señalaron, se desprende de un relevamiento dado a conocer por el gremio en 31 distritos escolares de la provincia, que incluyen unas 342 escuelas. Yasky puso el ejemplo del estado de las escuelas ubicando al distrito de Pehuajó, donde, aseguró, se ha cortado el gas en todas las escuelas por falta de pago. El sindicalista denunció públicamente también que por denunciar este estado de cosas fueron procesados varios docentes. Suteba se queja de que en las escuelas hay rajaduras en los techos que provocan suspensiones de clases los días de lluvia, mala conexión de la red eléctrica que pone en peligro a los alumnos y maestros los días de humedad, desbordes de pozos ciegos, el precario estado de los baños y aguas contaminadas, además de insuficiente cantidad de aulas. Esta es la realidad de cientos de escuelas en deplorables condiciones, relegadas porque había que invertir en escuelas nuevas para mostrar en la televisión, acusó Yasky en alusión al gobernador Eduardo Duhalde. El dirigente aseguró que con la violencia en el tejido social, y ante la pobreza, hoy decimos que la reforma educativa bonaerense, detrás de la fachada, muestra una imagen doliente.
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