Por David Cufré
De pronto
todo es más chico. El ingreso per cápita, por ejemplo, se redujo de 9342 a 7977 pesos
anuales. Saber que son más pobres no fue la única mala noticia que el Ministerio de
Economía les comunicó ayer a los argentinos. También les dijo que la deuda es más
pesada, que la presión tributaria se agiganta y que el consumo es menor al que suponían.
Aunque todo ello conlleve una fuerte dosis de magia, no es más que el resultado del
cambio en la metodología de cálculo del Producto Bruto Interno. El nuevo sistema, que se
basa en los precios de 1993 y no ya en los de 1986, transparenta lo que ocurre en la
economía, y lo que ocurre es menos grato para los argentinos de lo que se les venía
diciendo. Por un toque de varita, Argentina ya no produce anualmente por 337 mil millones
de dólares, sino por alrededor de 280 mil millones.
Como una muletilla, Carlos Menem recurre a los datos económicos cada vez que busca
resaltar su gestión de gobierno. Las cifras que presentó ayer el equipo de Roque
Fernández le aguarán al Presidente lo poco que le queda de fiesta. Ahora resulta que
Argentina no es tan brillante como se sostenía y que los poderosos inversores
internacionales, a los que siempre se procura agradar, tendrán nuevos motivos para
inquietarse. La relación deuda/PBI es ahora del 39 por ciento, frente al 33,3 por ciento
que surgía del cálculo previo del PBI, y el déficit fiscal respecto del Producto trepa
al 1,4 por ciento, contra el 1,2 anterior. Esas son algunas de las señales que toman los
financistas para auditar el desempeño de la economía, y los nuevos valores no dan lugar
a la sonrisa.
Junto a la presentación del reformulado esquema de medición, las autoridades económicas
informaron ayer que en el primer trimestre del año el PBI cayó 3 por ciento. En este
caso la cifra es menor a la que hubiera correspondido con la metodología anterior, que
hubiese arrojado una baja de 4,4 puntos. Aun así, el dato refleja que la economía
soporta una profunda recesión, con desempeños desalentadores de la industria (-7,5%), la
agricultura y la ganadería (-6,2) y la construcción (-4,4). La producción de bienes en
general, que engloba a las anteriores, derrapó 4,1 puntos. En tanto, la producción de
servicios cayó entre enero y marzo, respecto de igual período de 1998, un 0,8 por
ciento.
El secretario de Programación Económica, Rogelio Frigerio, explicó las razones que
llevaron al Palacio de Hacienda a modificar el criterio de medición del PBI. La
base de 1986 quedó desactualizada para medir la economía, teniendo en cuenta que algunos
precios subieron entre 15 mil a 70 mil por ciento durante la hiperinflación,
señaló. El otro argumento es que la estructura productiva cambió radicalmente
entre 1986 y 1993, por lo que necesitamos anclarnos en nuevos parámetros, explicó.
En ese sentido, el procedimiento de medición anterior ponderaba en 45 por ciento la
incidencia de la producción de bienes sobre el producto global, y el 55 por ciento
restante correspondía a la producción de servicios. Ahora, la ponderación es del 35 y
65 por ciento, respectivamente.
Los efectos salientes que ambas modificaciones tienen sobre el resultado final del PBI son
dos. En primer lugar, reduce el monto global estimado. Por ejemplo, en 1998, con la vieja
metodología, el PBI era de 337.500 millones de pesos, mientras que con el nuevo sistema,
pasó a ser de 288.200 millones (y al cabo del primer trimestre, de 264.595 millones). Eso
es lo que produce el efecto pobreza, que determina por ejemplo que
el ingreso per cápita sea inferior. En segundo lugar, con la metodología adoptada, los
aumentos y caídas del PBI son menos pronunciados, debido a que los servicios oscilan
menos en los períodos de auge o recesión que la producción de bienes. Por eso, al ser
mayor la ponderación de servicios, en el primer trimestre la economía retrocedió 3
puntos, y no 4,4 como hubiera ocurrido con el antiguo sistema.
Frigerio aclaró que las nuevas variables no modifican el acuerdo con el FMI. La
meta de déficit fiscal es en valores absolutos. El compromiso esfinalizar 1999 con un
rojo de 5100 millones, sin importar cuánto sea eso respecto del PBI, comentó el
funcionario a Página/12. Para aventar temores, también dijo que los inversores
estaban al tanto del trabajo de recálculo del PBI, que comenzó durante la gestión de
Domingo Cavallo, y era una de sus exigencias que se transparentaran los datos de la
economía.
Diccionario
El cambio de metodología para el cálculo del producto no debería haber pasado de ser
una inquietud técnica, pero los informes oficiales siempre están teñidos de sospecha.
Bien vale aclarar algunos conceptos para tratar de entender de qué se trata.
PBI. El Producto
Bruto Interno es la forma de medir la riqueza, en bienes y servicios, generada por el
país en un período. Se expresa en cifras anuales.
PBI per cápita. Esa
riqueza generada en el año se reparte (en términos estadísticos, solamente) en partes
iguales entre todos los habitantes, para estimar cuál es el PBI promedio generado por
cada argentino.
Base 1986-Base 1993.
El año base refiere al período que se toma como referencia para simplificar
el cálculo del PBI. En verdad, no se suma cada año la riqueza generada por cada sector,
sino que se mide el crecimiento en cada uno de ellos y se calcula, suponiendo que mantiene
la misma participación en la economía global, su contribución al PBI en cada año. El
cambio de año base busca actualizar (llevar a participaciones reales) la
contribución proporcional de cada sector, tanto en producción física como en valor. |
NUMEROS
337.500
millones de dólares era el resultado del Producto Bruto Interno del año 1998, según la
anterior metodología de cálculo.
288.195
millones de dólares es el PBI resultante de la nueva metodología.
14,6
por ciento menos riqueza creó Argentina durante el año pasado, respecto del anterior
cálculo. En igual porcentaje, en consecuencia, cayó el ingreso medio por habitante en
1998.
9342
dólares era el ingreso por habitante según el viejo cálculo.
7978
dólares es el ingreso por habitante recalculado según la nueva metodología.
1364
dólares es la pérdida de ingresos anuales per cápita para 1998, tras el cambio de
metodología.
4,2
por ciento era el crecimiento del PBI del año 1998 por el cálculo anterior.
3,9
por ciento es el crecimiento del año pasado con el nuevo cálculo.
45
por ciento era la ponderación para la producción de bienes (industria y agro) en el
cálculo del PBI antes del cambio metodológico.
35
por ciento es la nueva ponderación (participación estimada en el producto global) para
los bienes mercancía.
33
por ciento era la anterior relación entre deuda pública y PBI para fines de 1998.
39
por ciento es la nueva relación, cuando se recalcula el PBI.
1,2
por ciento era la anterior relación entre déficit del sector público y PBI, para 1998.
1,4
por ciento es la nueva relación entre déficit y PBI del año 1998, recalculando este
último.
|
Menem se lo agradecerá
eternamente a Roque
Economía informó que Argentina
quedó todavía más lejos de los 10 países más ricos, lote al que aspiraba Menem al
final de su gobierno. |
![na02fo02.jpg (5791 bytes)](na02fo02.jpg)
|
Por Claudio Zlotnik
Carlos Menem no podrá
ver cumplida su sueño. Uno de sus ministros dilectos terminó por abortar su deseo. La
nueva metodología de cálculo del Producto Bruto Interno alejó en forma definitiva la
posibilidad de que la Argentina integre el pelotón de las diez economías más
importantes del mundo antes del próximo 10 de diciembre.
![topten.jpg (34307 bytes)](topten.jpg)
Dejaré el gobierno colocando a la Argentina entre los diez países
más poderosos de la Tierra, prometió Menem en repetidas oportunidades. Pero la
ilusión del jefe de Estado ya iba en camino de chocarse con la realidad mucho antes de la
reformulación de Economía: según cifras del 97, la Argentina ocupaba el puesto
16º en el ranking de PBI y el puesto 28º si se mide el Producto por habitante. Si bien
el nuevo cálculo de Economía no implica que el país descienda escalones en la tabla de
posiciones, es verdad que lo retrasa de sus competidores más cercanos. Entonces, el
regalo de Roque a Menem faltando seis meses para el recambio de gobierno
implicó desinflar para siempre la expectativa de figurar entre los primeros puestos de la
tabla.
En ese sentido, antes del recálculo la Argentina contaba en el 97 con un Producto
de 324.000 millones de dólares y estaba a sólo 18.000 millones de la India, que ocupaba
el puesto 15º. Aunque para arrebatarle el décimo lugar a España y cumplirse la promesa
de Menem, la Argentina hubiera tenido que producir por 188.000 millones más. La flamante
metodología -que le otorga mayor ponderación al sector servicios empeoró las
cosas. En base a ese recálculo, el PBI del 97 no fue de 324.000 millones sino de
277.400. De esa manera, la diferencia con la India se agrandó a 64.600 millones. Mientras
que para alcanzar el décimo lugar de España se hubiera necesitado casi otra Argentina:
235.000 millones de dólares.
Algo parecido sucede cuando se toma el Producto per cápita. Según el ranking elaborado
por el World Economic Forum, en 1997, la Argentina se situó en el puesto 28º, con 9052
dólares, justo detrás de Portugal (9600) y delante de Corea del Sur (5403). Pero con la
reformulación, a cada argentino le correspondieron en promedio 1293 dólares menos: 7759.
Muy lejos de lo que le hubiera correspondido en caso de que Carlos Menem hubiese llevado a
la Argentina a la décima posición. En ese lugar se ubicó Alemania, con 25.049 dólares
anuales per cápita, el triple del producto por habitante de la Argentina.
Si bien el PBI per cápita subió levemente en el primer trimestre del 98 (en
términos anualizados), a 7977 dólares, la realidad argentina todavía se encuentra muy
distante de las economías de los países desarrollados. Equivale a la quinta parte de la
riqueza que en promedio produce cada suizo o cada noruego.
![primer.jpg (46249 bytes)](primer.jpg)
EL NUEVO PRODUCTO BAJO LA LUPA DE LOS
ECONOMISTAS
Es un cálculo mucho más realista
Menem priorizó la transparencia, señaló a Página/12 el secretario de
Programación Económica y Regional, Rogelio Frigerio (nieto), aludiendo a la decisión de
dar conocer ayer el recálculo del PBI. Economía reunió para explicar la nueva
metodología a un nutrido grupo de economistas entre los que figuran Roberto Alemann,
Alberto Fracchia, Manuel Solanet, Pedro Lacoste y Norberto Sosa.
Los especialistas consultados por este diario no se mostraron sorprendidos por las nuevas
cifras presentadas por Economía. Y rescataron la seriedad del trabajo y la importancia de
contar por primera vez en diez años con números ciertos del PBI.
Era un secreto a voces entre los consultores, señaló Miguel Bein, economista
de la Alianza, respecto del cambio del PBI. Me parece mucho más realista que el
cálculo anterior, dijo a este diario el economista de la Alianza quien destacó que
siempre hubo dudas si el PBI no estaba inflado, tal como ahora se ha
demostrado. Según Bein, además, el hecho de que se haya publicado en plena
batalla electoral es una muestra de independencia técnica del grupo encabezado por
el economista Fernando Serro. Este es responsable de la Dirección de Cuentas Nacionales,
el organismo que llevó adelante el trabajo. Para Bein las nuevas cifras muestran que no
pocas relaciones básicas, como el peso de la deuda externa y el déficit fiscal sobre la
economía, son peores que lo que se creía. Por último, apuntó que los números
oficiales también advierten que la ineficiencia del gasto en salud, que ya era
considerada importante, resulta aún superior.
|