Por Marta Dillon
Desde Corrientes
Cuando la
noche trajo su rutina de antorchas y calentadores encendidos, de ollas de locro y sartenes
en los que crepitan aceite y masa para hacer tortas fritas, la plaza 25 de Mayo, en pleno
centro de Corrientes, vivía algo parecido a una fiesta popular. Por los altavoces una
canción que provocaba a adultos y niños a bailar en la calle ponía a otros, encerrados
en despachos oficiales, la piel de gallina. Se viene el estallido, de mi guitarra,
de tu gobierno, también, cantaban a coro los equipos de sonido y la gente. Era el
anochecer de un día agitado en el que los manifestantes, que desde el lunes acampan
frente a la Legislatura provincial, recibieron dos buenas noticias: la Cámara de
Diputados, con la reanudación de las sesiones custodiadas por la Gendarmería nacional,
había dado el primer paso para descabezar a la policía provincial su jefe y
subjefe recibieron 30 días de arresto por no desalojar el recinto legislativo tomado por
simpatizantes del gobernante Partido Nuevo y también, tímidamente, se inició el
camino que podría terminar con la intervención de la Municipalidad de Corrientes y el
desplazamiento de su titular Raúl Tato Romero Feris.
El alivio para la gente que en apoyo a los reclamos de los docentes, empleados
judiciales, de sanidad y empleados públicos en general se autoconvocó en la plaza
25 de Mayo llegó pasado el mediodía cuando cientos de gendarmes, pertrechados con armas
largas y petos cargados de gases lacrimógenos, atravesaron a la carrera la masa de
manifestantes que esperaban que los diputados iniciaran su sesión especial. Lejos de
enfrentarse con la gente como sucedió en tantas oportunidades la Gendarmería
fue el cuerpo que se llevó los laureles. Los empleados que piden cobrar los sueldos
atrasados desde el mes de abril aún no cobró ese período ningún dependiente de
las arcas provinciales y quienes los apoyan espontáneamente estallaron en aplausos
y con una sola voz corearon: el pueblo, unido, jamás será vencido. En pocos
minutos la puerta de la Legislatura se convirtió en un inmenso muro verde oliva. Los
efectivos cercaron todo el lugar y soldaron las puertas de acceso a la Legislatura que
comunicaban a ese organismo con el Ministerio de Gobierno y con la casa de gobierno, donde
un atribulado gobernador se negaba ante los medios nacionales a ceder a todos los reclamos
de la oposición renuncia de los ministros, destitución de los jefes policiales,
intervención de la municipalidad capitalina mientras ofrecía su cabeza si él era
considerado un obstáculo para lograr la paz en Corrientes, aunque evitó
mencionar el pedido de juicio político que lo obligará a presentar su defensa por los
cargos de malversación de fondos públicos y violación de los deberes de funcionario
público antes del viernes próximo. El G18 de esta forma es conocido el grupo de 18
diputados opositores que en un cuerpo de 26 son mayoría también imputó al
gobernador Pedro Braillard Poccard no haber asumido sus responsabilidades de gobernante.
Una manera elegante de decir lo que el senador José Romero Feris se encargó de mencionar
con todas las letras: Braillard Poccard es un títere, un gobernador virtual
digitado por Tato Romero Feris. Afirmación que en la plaza donde acampan
manifestantes y huelguistas docentes, judiciales y hospitales públicos cumplen un
paro por tiempo indeterminado desde el lunes pasado es de las que más se repiten.
Los diputados sesionaron con las Cámaras transmitiendo en directo y la voz de los
expositores llegaba en simultáneo a la plaza 25 de Mayo en la que estallaban los gritos
de alegría cada vez que se hacía mención al arresto de los jefes policiales y al
recorte del poder del intendente Romero Feris. El arresto por 30 días que finalmente se
aprobó impide que los comisarios Arsenio Mario Velozo y Gregorio Vera puedan seguir en
sucargo, ya que el reglamento interno lo prohíbe. Aunque los dirigentes sindicales
entendieron que las dos medidas aprobadas eran tibias, quedaron bastante conformes
porque así el gobernador y su papá político van a entender de una vez que no son los
dueños de Corrientes, dijo Carlos González, médico huelguista del hospital
provincial Vidal. Al atardecer más columnas se sumaron al campamento espontáneo de la
plaza del centro cívico de la ciudad y eran recibidos con banderas argentinas y llantos
emocionados de los ocupantes de las carpas de la dignidad, en las que se
mezclan pancartas agresivas contra el gobierno provincial con plegarias que piden a Dios
en este momento de prueba, danos fuerza. Anoche, en la plaza, se vivía el
clima de festejo que sigue a una batalla ganada.
En la Municipalidad la tibia respuesta del congreso policial también era vivida como una
victoria: Por suerte, el fin de semana acá no va a pasar nada, decía el
intendente invitando a la prensa nacional a volver a la Capital. Pero las calles
desiertas, el tránsito cortado en casi todas las arterias que conducen al centro y la
cantidad de policía palpando de armas a cada transeúnte que quisiera acercarse a la
plaza, parecían desmentirlo.
REPORTAJE A TATO ROMERO
FERIS
¿Esa gente quién es?
Por M.D.
Desde Corrientes
Distendido y amable, el
intendente Raúl Tato Romero Feris preside la mesa de reuniones de su despacho
como si recién comenzara su día de trabajo. Pocos minutos después de terminada la
sesión legislativa en que se pasó a comisión el pedido de intervención de su
municipio, él sonríe irónicamente haciendo oídos sordos al canto que desde la calle
llega nítido a esa sala donde recibió a Página/12. Un minuto de silencio, para
Tato que está muerto, corea la columna de más de mil empleados municipales que a
empujones intenta quebrar el nutrido cerco de policías provinciales para ingresar en el
edificio municipal. No siento debilitada mi representatividad dice,
convencido, todas las semanas hacemos encuestas, y siento la temperatura de la calle
que me apoya como el primer día.
¿Cómo evalúa la reanudación de las sesiones legislativas luego de los
acontecimientos de la semana?
Es lamentable. La sesión de diputados no ha servido más que para seguir haciendo
daño. No hay respuestas concretas a los requerimientos que la gente. La comisión
bicameral, y la Cámara de Diputados tienen en espera de ser aprobado un financiamiento
propuesto por la provincia con los cuales se podría dar una rápida respuesta. Pero la
oposición elige el caos.
¿No lo preocupa que esté en comisión el pedido de intervenir su municipio?
En absoluto. Ni siquiera tiene la media sanción de Diputados, después sigue la
consideración de los senadores, y por último el veto del gobernador.
Sin embargo, en la plaza en la que convergen esos reclamos a los que usted se
refiere se vivió como una victoria la posibilidad de la intervención municipal.
¿Y esa gente quién es? ¿Usted sabe quiénes están ahí? Obviamente
representantes de un partido político con intereses muy específicos. A la plaza han
traído gente del interior y de Formosa porque responden a los intereses del
justicialismo, entonces es lógico que no estén a favor de la municipalidad, nunca lo van
a estar. Yo llegué al municipio con el 70 por ciento de los votos, la gente de verdad, la
que trabaja, me sigue apoyando.
¿Usted cree seriamente que las cinco mil personas que han pasado por la plaza han
sido llevadas por intereses partidarios?
¿Y usted cree seriamente que son cinco mil? Los conté muy bien, no son más de dos
mil, y son todos militantes de la oposición llevados a la plaza con algún aliciente. Los
que se quejaron seriamente por su problema salarial ya se retiraron porque no quieren
violencia. Los que quedan son siempre son los mismos, gente de Quebracho, Patria Libre y
grupos de izquierda. Son los mismos que se desplazan como vándalos por la ciudad creando
esta falsa sensación de caos.
¿Quiere decir que la crisis actual es un invento de la oposición?
Ellos suponen que si crean caos la gente va a votar en contra del gobierno actual,
por eso niegan la posibilidad de refinanciación de la deuda pública de la provincia. La
crisis se debe a un problema financiero que se transformó en problema político.
¿Se considera un interlocutor válido entre la provincia y el gobierno nacional?
El gobernador ha hablado con el Presidente y yo suelo hablar con (el ministro del
Interior Carlos) Corach, siempre lo hacemos por diferentes temas políticos. Pero en este
momento es difícil que el Ejecutivo nacional pueda apoyarnos financieramente, que es lo
que se necesita.
DE LA RUA Y DUHALDE, CONTRA LA INTERVENCION
Un costo que nadie quiere pagar
Por Fernando Almirón
Si bien el gobierno
nacional volvió a amenazar ayer con una intervención federal a la provincia de
Corrientes, en la Casa Rosada aseguran que no tenemos ningún interés en comprar
este quilombo a cinco meses de dejar el poder. En el Ministerio del Interior
aseguran que la solución de la grave crisis que atraviesa la provincia es de índole
política y, en segundo lugar, económica. Por eso ya está en Corrientes José María
Tati Vernet, quien en 48 horas deberá presentar ante el presidente Menem un
detallado informe sobre el complejo panorama correntino, el que resultará clave a la hora
de la decisiones. Los candidatos están en contra de la intervención.
Hay sectores que quieren aprovechar la oportunidad para sacar del gobierno a los
hombres de (Raúl) Tato Romero Feris, se quejaban ayer en los despachos
de la Casa de Gobierno. Y no dudaban en identificar al presidente de la Legislatura
correntina, el justicialista Rodolfo Martínez Llano, como el mentor de la estrategia que
buscaría desplazar al gobernador, Pedro Braillard Poccard, y a su vice, para habilitar su
propia asunción, ya que ocupa el tercer lugar en la línea sucesoria.
En la Casa Rosada aseguran que estos sectores del justicialismo aliados al Pacto
Autonomista Liberal que conduce Pocho Romero Feris no cuentan con su apoyo, y desde
ya se pueden olvidar de recibir un solo centavo del Tesoro nacional en caso de que
lograran su objetivo.
Los candidatos presidenciales se pronunciaron ayer en contra de una intervención federal
a la provincia. De ninguna manera estoy a favor de una intervención , dijo
Eduardo Duhalde desde la otra punta del país, en Tierra del Fuego. Me parece
absurdo que se adopte esa medida para después darle plata al interventor, señaló
el bonaerense. El aliancista Fernando de la Rúa, después de considerar como muy
grave la situación correntina, apuntó: Es producto de la soberbia del
intendente (por Tato Romero Feris) que ejerce como gobernador tras bambalinas, y esto es
peligroso. La posición de ambos candidatos cobra valor porque desde la Reforma
Constitucional de 1994 las intervenciones federales deben ser aprobadas por el Congreso de
la Nación, donde la Alianza y el bonaerense controlan a la mayoría de los legisladores.
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