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TROPAS RUSAS ESTAN EN EL LIMITE DE KOSOVO SIN LA AUTORIZACION DE LA OTAN
Rusia negocia con los tanques en la ruta

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Los rusos no acordaron con la OTAN cómo integrará la fuerza internacional de paz en Kosovo, pero mandó hacia allí sus tropas.


Página/12
en Bélgica 

Por Eduardo Febbro
Desde Bruselas

t.gif (862 bytes)  La OTAN reemplazó ayer sus asiduos partes de guerra por una sonrisa victoriosa y escuetos comunicados con el desarrollo de los últimos movimientos de las tropas, tanto las serbias, que salen de Kosovo, como las de la fuerza internacional de paz, la KFOR, que se apresta a ingresar en la provincia de la ex Yugoslavia. La “alegría de la paz” quedó sin embargo ocultada por el grueso nubarrón que tapó el cielo de la OTAN cuando, ante la sorpresa general, las tropas rusas atravesaron Serbia y ya entraron en Kosovo, según los medios serbios, aunque desde Moscú se dijo que las tropas estaban “a las puertas” de la provincia. Los rusos buscan “imponerse” en el terreno por encima de la autoridad “unificada” de la OTAN, que pretende mantener a los rusos bajo sus órdenes. “La confusión es total, nadie sabe nada, ni dónde están, ni por qué están ahí”, admitió ayer por la tarde un miembro de la OTAN luego de que el Consejo permanente de la Alianza se reuniera de urgencia para analizar la situación.
na16fo03.jpg (18241 bytes)La OTAN confirmó en su sede de Bruselas que alrededor de 4000 soldados serbios habían abandonado Kosovo el viernes por la mañana. Pese al fin de los bombardeos ordenado la víspera por el secretario general de la Alianza Atlántica, Javier Solana, fuentes aliancistas advirtieron que los aviones seguían sobrevolando la región. El viernes, los aparatos realizaron 399 salidas consagradas “esencialmente a misiones de reconocimiento y patrullas”. Simultáneamente, las fuerzas de la KFOR continuaban llegando a Macedonia, donde actualmente hay poco más de 20 mil hombres. Las tropas francesas, estacionadas en la localidad de Kumanovo, en Macedonia, esperan el visto bueno del comando unificado para entrar en Kosovo, igual que los británicos, estacionados en Blace, Macedonia.
Muy diferente es la situación de los rusos, que son hoy “la manzana de la discordia” del plan de paz. Los soldados rusos que participan en la KFOR ocuparon el terreno con 500 hombres que llegaron el viernes por la tarde a la región de Nis, a unos 200 kilómetros de Belgrado. Los 16 transportes de tropas, 23 camiones llenos de soldados, tres jeeps y dos vehículos de transmisión avanzaron hasta encontrarse a unos 80 kilómetros de la frontera administrativa de Kosovo. Este contingente salió de Bosnia Herzegovina, donde formaba parte de la SFOR, la Fuerza de Estabilización desplegada en Bosnia luego de los acuerdos de paz de Dayton. En total, poco más de 1500 hombres hacían tiempo en varios aeropuertos de la zona para entrar en la provincia pero con un telón de fondo más antagónico: Moscú y los occidentales congelaron ayer sus negociaciones con vistas a pactar las modalidades operativas de la KFOR y el sistema de mando de la fuerza. Según trascendió en Bruselas, las imprevistas tropas rusas son la cabeza de puente del resto de los soldados.
La OTAN aseguró ayer que Moscú había dado “serias” garantías de que sus hombres no ingresarían en Kosovo sin un acuerdo previo. Sin embargo, el rápido despliegue de los ejércitos de Boris Yeltsin sorprendió a los expertos de Bruselas, ya que Rusia y la OTAN aún no se pusieron de acuerdo sobre los elementos fundamentales del funcionamiento de la KFOR. Fuentes de la Alianza insistieron ayer en recalcar que Moscú no había cedido en “su exigencia” de ocupar un sector ruso independiente del comando unificado de la OTAN. La situación parece tanto más delicada cuando que las discusiones con la OTAN y los norteamericanos atraviesan por un período crítico. Ayer por la noche Moscú repitió que estaba “decidido a decretar un sector” propio sin pasar por la OTAN, es decir, a través de un dialogo directo con las autoridades de Belgrado. La Alianza Atlántica pretende que la KFOR, en cuyo seno habrá 10.000 soldados rusos de un total de 50.000, funcione bajo un comando aliado unificado. Un principio rechazado por Moscú que propone arreglar el diferendo mediante discusiones directas con Belgrado. Sin embargo, el plan de paz no autoriza a la ex Yugoslavia a cursar autorizaciones ni tampoco a dar su opinión sobre el funcionamiento de la KFOR. La arquitectura del acuerdo dividió en cinco sectores operacionales el despliegue de la fuerza internacional, cuyos primeros protagonistas serán únicamente los países miembros de la OTAN: Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Alemania e Italia.


Gran Bretaña inicia hoy el primer trabajo sucio

Los efectivos británicos encargados de la limpieza de minas serbias serán la primera fuerza que haga hoy su entrada en Kosovo.

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The Guardian
de Gran Bretaña

Por Will Woodward
y Richard Norton-Taylor

Desde Londres

t.gif (862 bytes) Primero entrarán los que hagan el trabajo más riesgoso. Las tropas del escuadrón 21 de limpieza de minas terrestres Royal Engineers, serán las primeras fuerzas de la OTAN que entren hoy en Kosovo por la ruta desde Macedonia. Las primeras tropas aerotransportadas –lideradas por el primer batallón del regimiento de paracaidistas y acompañadas por el Royal Gurkha Rifles–, serán trasladadas en helicóptero a las montañas que miran hacia el angosto paso de Kacanik, a través del cual el blindaje pesado emprenderá su camino. Las unidades blindadas se tomarán su tiempo: el Paso –un desfiladero de seis millas, rodeado de montañas de 6000 pies en la frontera entre Macedonia y Kosovo– es señalada como la ruta más minada en la historia.
Los serbios prometieron brindar información sobre la ubicación de las minas terrestres, lo que hace presumir que los limpiadores de minas negociarán su paso en cinco horas. Pero podría demandar más tiempo. Dos túneles y puentes cruciales deben limpiarse si se pretende que la operación se realice con tranquilidad. En cambio, si deben descartarse, podría llevar días establecer otra ruta alternativa. Ochenta tropas del equipo de Eliminación de Artefactos Explosivos (EOD), parte de los Royal Engineers, cruzarán desde su base en camiones Black Mamba –vehículos resistentes a las minas, a los que el Ministerio de Defensa describió como transportes que tienen un “artefacto de choque” en su parte delantera para levantar la tierra. Los Black Mambas se mantendrán cuidadosamente en los caminos principales pavimentados, que son los que muestran las señales más obvias de haber sido minados. El equipo –cuyo segundo al mando es una mujer, la capitán Verity Orrell-Jones– procederá cautelosamente. Aunque los camiones son resistentes a las minas, la limpieza de las minas, llamadas “verdes” en el léxico militar, deberá hacerse a mano.
Un problema común en Bosnia son los árboles tirados en el camino. Cuando los vehículos intenten esquivarlos, podrían explotar por las minas ocultas debajo de ellos. Un vocero del Ministerio de Defensa británico describió al equipo como “altamente entrenado” y “conocedor de todas las minas que pueden encontrar”. Pero todo eso indica que el trabajo es muy peligroso. Para buscar las minas, los soldados usarán un instrumento como un clavo largo, al que deberán introducir tres o cuatro pulgadas en la tierra a un ángulo exacto de 30 grados. Si el ángulo no es el correcto, el soldado arriesgará su vida y la de sus colegas. Muchas de las minas que están buscando pertenecen a la herencia soviética. Las minas más potentes antitanques de los serbios, las TMRP-6, enterradas a tres pies, son capaces de destruir un tanque Challenger. Las minas más pequeñas antiinfantería, a menudo del tamaño de un teléfono celular, son menos peligrosas pero más frecuentes, y suelen estar a unos pocos centímetros de la superficie. Algunas, de plástico, son mucho más difíciles de detectar.
Parte del trabajo de los soldados que limpian las minas consiste en estar tirados boca abajo, punzando la tierra. “Van a ser muy cautelosos. Lo harán muy lentamente”, dijo un vocero. Los ingenieros también estarán muy alerta a los cazabobos, los que ellos llaman IED (Artefactos Explosivos Improvisados).
A medida que las tropas del escuadrón 21 marchen por el Paso de Kacanic, tendrán protección aérea para detener los posibles ataques de fuerzas serbias descontentas que estén operando unilateralmente. Las misiones de reconocimiento de la OTAN han estado inspeccionando el área durante semanas. El general Michael Jackson, el oficial británico que comanda la fuerza internacional de 50.000 efectivos (KFOR), dijo ayer que planeaba estar en Pristina, la capital de Kosovo, hoy a las cinco de la tarde. El militar estará a cargo de la coordinación y organización de la “entrada”en Kosovo –la OTAN se mostró deliberadamente tímida a la hora de utilizar términos más duros para describir la llegada de las tropas.
Si el ambiente es lo suficientemente “permisivo”, los contingentes de Gran Bretaña, Italia, Francia, Alemania y Estados Unidos podrían establecer una franja de seguridad de 25 kilómetros en Kosovo en seis horas. A los pocos días, los primeros refugiados albaneses podrían iniciar su retorno.
Traducción: Celita Doyhambéhère

 

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