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Por Pablo Vignone No se rinde. A los 24 años, Norberto Fontana continúa intentando graduarse en el club de la Fórmula 1. Esta tarde vuelve a Inglaterra, donde reside, porque en la semana probará en Silverstone su Lola-Zytek de Fórmula 3000, el trampolín desde el que pretende regresar a la F-1, en la que debutó circunstancialmente el 29 de junio de 1997, en el GP de Francia, en Magny Cours, donde volverá a correr en dos semanas. En su valija, el chico de Arrecifes sigue cargando toneladas de esperanza. El 29 se cumplen dos años de tu debut en Fórmula 1. Viéndolo en retrospectiva, ¿fue lo ideal o fue un error? No puedo hacer muchas reflexiones al respecto: sí o sí tenía que correr. Yo era reserva de Sauber, se accidentó el titular y no tenía salida. Fue bueno haber corrido; pero no lo ideal, porque, como dije siempre, me faltaban 5 a 7 mil kilómetros de pruebas arriba del auto. No pude poner a punto el auto a mi gusto, tuve que correr con la puesta que eligió Johnny Herbert mezclada con cosas mías, no hubo tiempo para corregir el auto. Pero, dos años después, ¿pensás que podrías haber hecho algo mejor en esas carreras? Difícil decirlo. De haber tenido más pruebas, se podría decir esto lo hice mal o bien. Se hizo lo que se pudo en el momento. ¿No te queda un sentimiento de que esas carreras funcionaron como un descrédito ante los otros team-managers de Fórmula 1? Sí, pero sabía los riesgos que corría: tenía un contrato firmado... Me costó tener que correr sin probar. Los que saben entienden que no fue fácil, y con todo hice cuatro carreras, llegué en tres, no rompí el auto en ninguna. Seguís peleando por un lugar en Fórmula 1. ¿Cómo está ese combate? Difícil. A los equipos de F-1 puedo interesarlos por mi currículum y mi trayectoria, pero lo veo duro del lado de Argentina como para tener el dinero necesario para acceder a una butaca. Estamos trabajando para eso con cuatro empresas grandes, se presentaron carpetas, se les mostró que somos gente seria; ahora esperamos tener buenas respuestas. Creo que sería bueno el retorno de un piloto argentino a la F-1. Cuando debutaste, no pusiste dinero y corriste, de alguna manera, por méritos; ¿por qué ahora es imprescindible el apoyo económico? Siempre hay que analizar la situación en cada momento; en los años en que estaba en Sauber era pago, no puse dinero sino que cumplía un trabajo y el equipo me pagó por correr. Hoy en día no tengo un contrato de esa magnitud y tampoco tengo sponsors que me puedan facilitar la entrada a la Fórmula 1, como hacen todos... En Sauber, de haber tenido un sponsor grande podría haber hecho más presión... Sorprende tu tenacidad. Te bajaron de la Fórmula 1, no pudiste subirte a Tyrrell en el 98, ni a Minardi en el 99, y seguís insistiendo. La Fórmula 1 es la máxima categoría mundial y eso te motiva a seguir luchando. Estoy corriendo en la Fórmula 3000 y disfruto manejar un auto de carrera que es lo que a mí me gusta. Además, todavía soy joven y eso me sigue motivando. Esas son las dos claves. No me doy por vencido. Desde ese punto de vista, ¿comprendés la situación de Tuero de no correr más en F-1? Vos hacés un gran esfuerzo y ves que otro piloto llega y se baja voluntariamente... Nadie sabe si se bajó voluntariamente o fue un problema de contrato, Esteban no lo dijo. No se puede analizar si no sabés lo que pasó. ¿Estás persiguiendo a algún equipo de Fórmula 1 en particular? No, por ahora perseguimos a los posibles sponsors en Argentina, para tratar de cerrar trato y ver qué butaca podemos conseguir.
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