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| Por Carlos Stroker
El partido ante Platense sirvió para tranquilizar un poco el ánimo dentro del plantel, ya que varios jugadores se habían enojado con el entrenador por avisarle primero a la prensa --en la conferencia del viernes-- su intención de borrar a Hernán Díaz, a Berti y, cuando vuelvan de la gira con la Selección, al arquero Burgos y a Juan Pablo Sorín. Díaz les dijo a varios dirigentes, en la famosa reunión del miércoles, que quería una limpieza profunda, quizá imaginando que aún mantiene mucho poder. El primero en irse fue Marcelo Gallardo y el éxodo continuará. Los dirigentes iban a meterse en el mercado con la finalidad de recortar gastos. Pero Díaz se anticipó y avisó a través de los medios la intención propia y la de los dirigentes. Así como el entrenador quiere deshacerse de los históricos, las autoridades desean hacer lo mismo con los jugadores convocados por Díaz. Por eso hay negociaciones para que se vayan Pizzi, Rambert, Martínez, Angel y Castillo, y negociaciones para repatriar a futbolistas como Trotta y Cardetti. A tal punto se discutió que hubo una intención de convocar otra vez a Hernán Maisterra. Ayer, al finalizar el encuentro, Díaz agradeció el respaldo de "la gente". Luego de tres partidos y tras las turbulencias soportadas en los últimos días, la barra brava millonaria volvió a respaldar al entrenador. El riojano saludó a la tribuna como un claro mensaje hacia los dirigentes. Tras el saludo, la barra brava gritó contra las autoridades del club y entre sus cánticos se escucharon insultos a David "Pintado y a toda la comisión", así como también al ex tesorero César Traversone. Más allá de lo que sucedió adentro del campo de juego (ver "La banda le ...") ya no hay integrantes de la CD que respalden a Ramón. Ni el propio Pintado quiere que siga, y dicen que cuando se recupere --ver recuadro-- se abocará a la búsqueda de otro técnico y estudiando la manera más tranquila de desprenderse del entrenador. El miércoles, en plena reunión, un dirigente preguntó: "¿Qué sabe Ramón Díaz para que no se lo despida?". La respuesta fue tajante, aunque sonó poco convincente: "Es sólo una cuestión económica. Acá no hay nada turbio, son inventos". Lo cierto es que Ramón Díaz sigue y fue el propio Pintado quien debió salir al cruce ante los periodistas para hablar de la continuidad del entrenador. Fue el mismo Pintado quien habría hablado con José Pekerman --otra vez, aunque ahora vía telefónica a Estados Unidos-- el miércoles por la noche para hablar de River. En el Monumental cuentan que fue por un tema de la Copa América y que tiene que ver con la convocatoria de jugadores para Paraguay, pero uno de sus allegados le dijo a Líbero que el motivo fue otro. Si juega con Gimnasia, River deberá hacerlo dentro de las 72 horas de finalizado el Clausura. Luego de eso --si no es antes-- podría desatarse un conflicto importante. "Nadie soporta el ambiente que se vive en el vestuario", admitió un integrante del plantel antes del partido ante Platense. Y eso se nota en la cancha. Hay poco diálogo, muchos gritos y un solo objetivo, obtener la clasificación para jugar la Copa Libertadores. El resto, se verá. SE VAN BURGOS, SORIN, ASTRADA Y OTROS
Por C.S.
Luego de los primeros tres días de la semana pasada, Pintado sintió en el propio cuerpo los problemas millonarios y no pudo concurrir a una importante reunión a la que debía asistir el viernes, para definir los pasos a seguir por la Comisión Directiva y que tienen que ver con la continuidad de Ramón Díaz. Pintado iba a hablar con el riojano el viernes por la noche, antes de la concentración del plantel con miras al partido ante Platense. Otros dirigentes hablan de pases, de limpieza, de contrataciones, pero todo comenzará a definirse una vez que Pintado vuelva al ruedo.
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Los
dirigentes de River quieren esperar el final del partido que el equipo jugará ante
Gimnasia y Esgrima de La Plata para buscar el segundo lugar para disputar la Copa
Libertadores del 2000. Ese cotejo lo dirigirá Ramón Díaz, aunque después llegará la
tormenta. Ya nadie duda de que en los primeros días de julio habrá una reunión de
Comisión Directiva sin el riojano y que allí se definirá su futuro. El huracán que
azotó al Monumental la semana pasada dejó en pie a Ramón por dos motivos: el primero
gracias a una importante llamada telefónica, la del presidente Carlos Menem, quien
volvió a preocuparse por su amigo, y el segundo por una pelea entre dirigentes
"pesados", quienes no se pusieron de acuerdo en despedir al técnico el
miércoles pasado. 
Especialmente porque la crisis política de
River dejó al presidente del club, David Pintado, en la cama. Desde el viernes pasado se
encuentra con parálisis facial y con una recomendación médica importante: no ir a River
"hasta que se cambie la orden".